Comprendiendo la Efectividad de las Encuestas Presidenciales, 2018

Recientemente, algunos medios de comunicación publicaron unas encuestas en las evaluaban la intención de voto para las elecciones presidenciales del 2022. Este tipo de ejercicios tienden a generar una serie preguntas relacionadas con la efectividad de las predicciones que se realizan a partir de este tipo de ejercicios estadísticos, especialmente cuando son incapaces de predecir correctamente el comportamiento electoral de los ciudadanos. Esa situación abre la puerta para que las personas desestimen esta herramienta ya sea porque no es el instrumento más eficaz para predecir los resultados electorales (algunos analistas emplean el comportamiento de los mercados para predecir el futuro político de las naciones), o porque lo consideran un mecanismo de manipulación de las preferencias electorales.

No obstante, una de las cosas que hay que tener en cuenta es que es extremadamente difícil predecir el comportamiento electoral a través de encuestas. Por un lado, las compañías electorales deben identificar a las personas que efectivamente van a votar. Tal tarea es complicada dado que, a pesar de que han definido que no van a votar, los individuos tienden a contestar afirmativamente a la pregunta: “¿Usted va a votar en las próximas elecciones presidenciales?”. Ese fenómeno se presenta porque los entrevistados prefieren mentir antes de aceptar que no van a cumplir con su deber ciudadano. Por otro, las preferencias electorales de las personas que no tienen una identidad partidaria clara tienden a decantarse en los días previos a la elección. Entonces, puede que en un momento dado los electores sientan cierto tipo de afinidad con un candidato, y luego cambien su opinión.

A mediados del siglo XX, un conjunto de analistas fue convocado en los EE. UU. después de las elecciones presidenciales de 1948 debido a los pésimos pronósticos electorales (Mosteller, et al. 1949). Este comité desarrolló un conjunto de indicadores con los que se podría evaluar la parcialidad de las encuestas. Es decir, unas medidas que pudieran evaluar cuán alejadas estaban las predicciones de las compañías encuestadoras respecto a los resultados electorales. Dentro de las medidas que esos investigadores desarrollaron, hay dos índices que recurrentemente usan los analistas en el mundo para analizar la parcialidad de las encuestas: La medida de Mosteller 3 y 5 (Crespi 1988, Mitofsky 1998, Magalhães 2005). La primera estima el promedio de las desviaciones de cada uno de los candidatos en contienda; y la segunda evalúa la diferencia de las diferencias entre los dos candidatos que lideran las encuestas y los resultados electorales.

Con el ánimo de evaluar la manera en que la parcialidad se presenta en las encuestas de la última elección presidencial en Colombia, tomé todos los análisis de opinión que realizaron a nivel nacional el Centro Nacional de Consultoría, Cifras y Conceptos, Datexco, Guarumo, Invamer, Yanhass, y Empresas Encuestadoras Regionales, y estimé las medidas de Mosteller 3 y 5 para cada una de las encuestas realizadas por las compañías encuestadoras (Ver Figuras 1 y 2).[1]

Figura 1. Medida de Mosteller 3 para las Encuestas Presidenciales, 2018

Figura 2. Medida de Mosteller 5 para las Encuestas Presidenciales, 2018

Ambos indicadores muestran un fenómeno similar. La parcialidad de las encuestas se reduce a medida que se aproxima la fecha de la elección. Esto, en particular, no es sorprendente. Varios de los análisis a nivel internacional demuestran ese fenómeno. Como lo mencionaba anteriormente, esa circunstancia se genera porque los ciudadanos tienden a definir sus predilecciones electorales en los últimos meses del año electoral.

No obstante, hay dos elementos adicionales para tener en cuenta. Primero, los partidos políticos en Colombia definen sus candidatos presidenciales entre 3 y 6 meses antes de la primera vuelta presidencial. El partido Liberal elige a Humberto de la Calle como su candidato presidencial 19 de noviembre de 2017, la Coalición Colombia (alianza entre la Alianza Verde, Movimiento Ciudadano, y el Polo Democrático) define a Sergio Fajardo como su candidato presidencial el 10 de diciembre de 2017, la Gran Alianza por Colombia (coalición del Centro Democrático y diferentes vertientes del Partido Conservador) y Colombia Humana escoge su candidato escogen a Iván Duque y a Gustavo Petro respectivamente como sus candidatos el 11 de marzo de 2018.[2] En ese sentido, la mayor parte del tiempo en que las compañías encuestadores estudian las preferencias electorales de los colombianos -aproximadamente un año-, los ciudadanos no pueden definir claramente sus preferencias en la medida que los partidos políticos no han determinado quiénes son los candidatos que van a competir.

Segundo, la caída de ambos indicadores de parcialidad se ejecuta más aceleradamente luego de las elecciones al congreso (marzo 2018). Para ese momento, los ciudadanos no sólo tienen claridad sobre las ofertas en el mercado electoral, sino que además actualizan la información que disponen sobre la fortaleza de las diferentes alternativas políticas que tienen a su disposición, y de esa manera, pueden elegir el candidato que estratégicamente más se acerque a sus preferencias. Después de las elecciones legislativas, la población se percata que la coalición Gran Alianza por Colombia obtiene cerca del 30% de los votos en ambas cámaras, convirtiéndola en la fuerza política más fuerte. Los electores entonces contrastan esta nueva información con las tendencias que se presentaban en las encuestas, y toman la decisión de apoyar a cierto tipo de candidato. Las personas que tienen tendencias de derecha se motivan para apoyar con más ahínco a Iván Duque, el candidato de la Gran Alianza por Colombia; mientras los individuos que tienen tendencias de izquierda se dividen entre Sergio Fajardo, el candidato de la Coalición Colombia, y Gustavo Petro, el candidato de Colombia Humana.

Las encuestas son entonces buenos mecanismos para predecir el comportamiento electoral. Pero tienen sus limitaciones. Primero, las encuestas son instrumentos efectivos siempre y cuando los partidos políticos le hayan comunicado de una manera clara su oferta a los electores. Segundo, las encuestas pueden predecir el comportamiento electoral mientras que los ciudadanos cuenten con procesos eficaces y complementarios de actualización de la fortaleza de las corrientes políticas que van a competir en las elecciones.

Trabajos Citados

Crespi, Irving. 1988. Pre-election polling: Sources of accuracy and error. New York: Russell Sage Foundation.

Magalhães, Pedro C. 2005. “Pre-Election Polls in Portugal: Accuracy, Bias, and Sources of Error, 1991–2004.” International Journal of Public Opinion Research 17 (4): 399-421.

Mitofsky, Warren. 1998. “The Polls-Review: Was 1996 a Worse Year for Polls than 1948?” Public Opinion Quaterly 62 (2): 230-249.

Mosteller, Frederick, Herbert Hyman, Philip J McCarthy, Eli S. Marks, and David B. Truman. 1949. The Pre-Election Polls of 1948: Report to the Committee on Analysis of Pre-Election Polls and Forecasts. New York: Social Science Research Council.

 

 

[1] Las encuestas que hacen parte de este análisis fueron tomadas de la página del Consejo Nacional Electoral

[2] El Centro Democrático definió su candidato presidencial el 10 de diciembre 2017. Gustavo Petro lanza su candidatura presidencial el 13 de Julio de 2017.

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