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Planear la Cali Verde: La agenda ambiental 2012-2017

Por: Gabriela Recalde (Directora del GAPI) y Marcela Gil Montes (Estudiante de Maestría en Derecho, Concentración en Derecho Público Universidad Icesi)index_clip_image00205

En el 2005, el consenso de países de Naciones Unidas definió como tema del Día Mundial del Medio Ambiente, la reflexión en torno a la construcción de “Ciudades verdes”. En consecuencia, invitaron a políticos, gobernantes, ciudadanía y en general, a todos aquellos con una preocupación legitima y con responsabilidades sobre el medio ambiente a “¡Planear para el Planeta!”

A pesar de que han pasado diez años, la consigna de ese 5 de junio o Día Mundial del Medio ambiente, sigue vigente y coincidencialmente, está vinculada con la planeación que los Estados tendrán que elaborar para poner en marcha los acuerdos de la Cumbre del Clima celebrada en París en 2015, y cuyo fin último es la unión de esfuerzos en torno a la mitigación de los impactos del cambio climático.

En este escenario donde internacionalmente se pone sobre la mesa el tema ambiental, es necesario preguntarse ¿Cómo se prepara Cali frente al reto del cambio climático? ¿Qué y cómo se planea una Cali Verde? Una posible respuesta a estas preguntas queda consignada en la Agenda ambiental que la Corporación Autónoma Regional Del Valle Del Cauca (CVC) y el Departamento Administrativo del Medio Ambiente (DAGMA), diseñaron para los periodos 2012 a 2017. En ella se recogen los asuntos ambientales más relevantes para el Municipio de Santiago de Cali y se describen los planes ambientales a desarrollar en el corto, mediano y largo plazo; soluciones todas que involucran a las entidades Departamentales, Municipales y a la comunidad en general.

No obstante, no existe a nivel local ningún mecanismo legal que obligue al cumplimiento de lo que se dispone en dicha agenda. De hecho, el Plan de Ordenamiento Territorial, Acuerdo 373 de 2.014, no menciona nada al respecto y tampoco existe un decreto Municipal que establezca que las entidades territoriales se encuentran obligadas a realizar agendas ambientales.

Las agendas ambientales existen únicamente porque hacen parte de las funciones misionales de las autoridades ambientales y son para ellas un plan optativo de trabajo o una guía para su accionar durante un periodo de cinco años. Sin duda, esta interpretación de las autoridades ambientales, limita el concepto de actuación administrativa, pues la agenda al ser una manifestación de la voluntad de la administración debería tener un mayor grado de obligatoriedad y en consecuencia, poder exigir su cumplimiento por parte de los administrados.

Por ejemplo, la CVC tiene dentro de sus funciones la de coordinar el proceso de preparación de los planes y programas de desarrollo del medio ambiente en el área de su jurisdicción, esto es en la zona rural alta, y asesorar al departamento y Municipios en la definición de los planes de desarrollo ambiental y en sus programas y proyectos en materia de protección del medio ambiente y los recursos naturales renovables. Ello para asegurar la armonía y coherencia de las políticas y acciones adoptadas por las diferentes entidades territoriales con la protección ambiental, el desarrollo sostenible y el manejo adecuado de los recursos naturales renovables.

Por su parte, el DAGMA, como máxima autoridad ambiental del Municipio de Santiago de Cali en su suelo urbano, tiene como función diagnosticar la situación ambiental del Municipio y trazar planes, ejecutar políticas, planes y programas nacionales en materia ambiental definidos por la Ley aprobatoria del Plan Nacional de Desarrollo y el Plan Nacional de Inversiones, o por el Ministerio del Medio Ambiente, así como los del Plan de Desarrollo del Municipio y el Plan de Ordenamiento Territorial. Igualmente, participar en los procesos de planificación y ordenamiento territorial, a fin de que el factor ambiental sea parte integral en las decisiones que se adopten.

Al tener funciones similares, la actividad de estas entidades se complementa. De ahí que el DAGMA presente ante la CVC, los programas y proyectos a desarrollar en zona urbana del Municipio de Santiago de Cali, los cuales son estudiados e incluidos en las agendas ambientales, y su desarrollo se proyecta en el largo, mediano y corto plazo, dependiendo de su importancia y complejidad. Ahora bien, los recursos económicos para financiar la ejecución de los programas ambientales estipulados en las agendas, son obtenidos a través del pago del impuesto predial unificado, el cual contiene una sobretasa para la CVC y por recursos que transfiere la Nación a las entidades territoriales (Ley 715 de 2.001).

A pesar de los valiosos esfuerzos presupuestales y de planeación que evidencian las agendas, su ejecución es más bien precaria o poco efectiva en cuanto a los resultados esperados. Para ilustrar este punto, en la agenda ambiental se aborda el tema de la quebrada Guarrús, y en general el de la contaminación del sistema de quebradas de la comuna 20 (Agenda ambiental, pág. 179). En esta línea de acción, la agenda propone como objetivo promover una intervención directa en la preservación y conservación de los recursos naturales y los servicios que prestan agua, suelo, biodiversidad, aire, entre otros con participación comunitaria, garantizando el uso racional y ecológico de estos recursos. Para ello se dispone la construcción en 2016 de colectores marginales de aguas residuales en las riveras, los cuales serán financiados por el DAGMA, la CVC y las Empresas Municipales de Cali EMCALI E.I.C.E. E.S.P.

Las inversiones para ejecutar estas y otras estrategias de recuperación de las quebradas en comuna 20, hacen parte de los presupuestos de estas entidades. De acuerdo a la información financiera disponible, solo en el año 2014 la CVC incluyó en su presupuesto para 2015 un gasto importante para la elaboración de los planes de manejo de cuencas hidrográficas entre los que se encuentra el Río Cañaveralejo, y por consiguiente las quebradas de comuna 20 que son sus principales afluentes.

Año 2015

Acuerdo Número CD 103 (26 de noviembre de 2014)

PROGRAMA 4: Alianzas estratégicas en cuencas y ecosistemas compartidos, bienes públicos regionales. $7.148.795.097
PROYECTO 1855 Cofinanciación para la formulación y/o actualización del POMCAS de las subzonas de los ríos Cali, Lili, Meléndez, Cañaveralejo y La Vieja (Convenio Interadministrativo CVC No. 014 de 2014 – Fondo de Adaptación No. 016 de 2014) $130.000.000
PROGRAMA 6: Protección y mejoramiento del ambiente en asentamientos urbanos. $40.670.570.525
PROYECTO 1848 Recuperación paisajísticas y ambiental del espacio público asociado a la franja forestal protectora del Río Cañaveralejo entre calle 5 a carrera 50 margen izquierda y calle 5 a carrera 53 margen derecha. $1.119.719.568

Sin embargo, a la fecha, dichos planes no han tenido una cabal ejecución lo que se traduce en una dispersión de esfuerzos. A pesar de que el DAGMA reporta la realización de jornadas pedagógicas y de limpieza de la quebrada, esto solo es un “paño de agua tibia” para la situación de contaminación estructural que presentan las quebradas de la Comuna 20. Se trata de un problema estructural que requiere de planeación estratégica para su solución pues involucra alternativas técnicas para el suministro de un sistema de alcantarillado que no use la quebrada como parte de la red de recolección de aguas residuales, y también de otras estrategias para el manejo de residuos sólidos a través del reciclaje en la fuente, o propuestas de consumo amigable con el medio ambiente.

Las agendas ambientales son un buen instrumento siempre y cuando se ejecuten en razón a las necesidades de las comunidades y la preservación de los entornos. Sin embargo, cuando las agendas se quedan en el papel, limitan la posibilidad de planear para el planeta y construir ciudades verdes.

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