El mito de Prometeo y Sisifo

mitología griega

La información de este artículo está sacada del blog tarotybrujeria.com, donde puedes leer post muy interesantes como este sobre los arcanos mayores o este sobre hechizos de amor. Sin más, vamos con el mito de Prometeo y Sisifo:

Este mito es ciertamente uno de los más curiosos de toda la mitología griega y quizás el que, al correr de los tiempos, ha sido más enriquecido por la imaginación de los poetas y de los filósofos. Al contrario de los demás Titanes, que no son sino expresión de fuerzas brutales y ciegas, Prometeo personifica la astucia y la inteligencia, pero no deja de sucumbir, a pesar de ello, en su lucha desigual contra Zeus.

la mitología griega

Mortales y dioses se habían reunido en Mecona para deliberar sobre sus recíprocas prerrogativas, y en particular, parece, para decidir qué parte de las víctimas ofrecidas en sacrificio tocaría a unos y a otros. Encargado de efectuar el reparto, Prometeo, para burlar la sabiduría de Zeus, les presentó un enorme buey que había dividido deliberadamente en dos partes: en una de ellas, bajo la piel, había colocado la carne, los intestinos y los trozos más grasos, envolviéndolos con el vientre de la víctima; en la otra, dispuso con pérfida destreza los blancos huesos, cubriéndolos de reluciente grasa. Invitado a escoger, Zeus, engañado por las apariencias, no vaciló en tomar como lote a él perteneciente el que le pareció más ventajoso; pero cuando «con ambas manos quitó la blanca grasa, enfurecióse, y la cólera se enseñoreó de su alma».

Sísifo era, según Homero, «el más astuto de los hombres», quien, sin embargo, por una venganza de Zeus, fue condenado a remontar perpetuamente una roca. El poeta de la Odisea describe de la manera siguiente el suplicio de Sísifo: «Aquejado de terribles sufrimientos, levanta con ambos brazos una enorme roca y la hace rodar con penosos esfuerzos hasta la cima de un monte: cuando está a punto de alcanzar la cresta, Crates misma lo rechaza y hace caer la roca en la llanura. Al instante, distiende sus músculos y reemprende su trabajo; el sudor se desliza por su cuerpo y el polvo vuela por encima de su cabeza».

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*