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La idea original de este libro surgió de una serie de cursos que Eduardo Lora dirigió entre 1978 y 1980 en el Departamento de Economía de la Universidad del Valle, para los cuales había escrito unas breves notas de clase. Con esta base, preparó una versión más completa, en forma de libro de texto, con el apoyo del Cidse de la misma Universidad, que luego fue completada gracias a la valiosa colaboración de la Fundación para la Educación Superior, FES, y de Fedesarrollo. Así fue posible poner a circular la primera edición en 1987, que fue publicada inicialmente por Siglo XXI Editores y luego reimpresa por Tercer Mundo Editores. Unos años más tarde, la Fundación para la Promoción de la Investigación y la Tecnología del Banco de la República dio apoyo financiero para preparar la segunda edición, que apareció en 1991 y fue impresa por Tercer Mundo ocho veces hasta 2001. Siguieron las ediciones tercera y cuarta de Alfaomega, de 2005 y 2008, respectivamente, que fueron preparadas gracias a la flexibilidad que le dio el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo a Lora para dirigir las tareas de actualización y escribir algunos materiales nuevos. La presente edición fue posible por el apoyo de la Universidad Icesi, que facilitó el tiempo de Sergio Prada para que fuera coautor y coordinador del proyecto, y que brindó recursos para las labores auxiliares de estadística, revisión editorial y composición de los archivos electrónicos.

Más allá de estos agradecimientos institucionales, queremos reconocer a numerosas personas de carne y hueso que a lo largo de más de tres décadas han creído en la importancia de esta obra y han aportado sus capacidades profesionales para hacerla realidad.

Gracias primero que todo a quienes le apostaron a este proyecto desde sus posiciones de responsabilidad institucional: Alberto Corchuelo, en la Universidad del Valle; José Antonio Ocampo, Mauricio Cárdenas y María Mercedes Carrasquilla, en Fedesarrollo; Santiago Pombo en Siglo XXI Editores y en Tercer Mundo Editores; Guillermo Calvo y Norelis Betancourt, en el BID; María Umaña en Alfaomega; y Héctor Ochoa y Francisco Piedrahita en la Universidad Icesi.

Eduardo Lora quiere reconocer muy en especial el estímulo personal e intelectual que recibió de muchísimos amigos y colegas que lo animaron a llevar a cabo este trabajo y le ayudaron con sus comentarios y sugerencias en las anteriores ediciones. En la primera edición, muchas deficiencias y errores pudieron ser subsanados gracias a las observaciones de Olga Lucía Acosta, Carmen Elisa Flórez, Oscar Landerretche, Juan Luis Londoño, Francisco Mejía, María Consuelo Niño y Leonardo Rosero. En esa edición, María Margarita Uricoechea revisó una y otra vez los borradores en busca de errores e incoherencias metodológicas y recopiló gran parte de la información para los cuadros estadísticos. En esa época los computadores eran todavía un lujo, y quien se dedicaba a recopilar estadísticas necesitaba temple y disciplina. También era titánica la labor de mecanografía. Francia Osorio, Ana Victoria Espejo, Tránsito Porras y Gladys de Ángel tuvieron entonces la dedicación y la competencia para poner orden a montañas de manuscritos y hacer legibles un montón de garabatos.

Cuando llegó el momento de preparar la segunda edición, el libro ya había pasado por las manos de muchos profesores y estudiosos, muchos de quienes ayudaron a mejorarlo. Entre ellos, Raúl Castro, Juan José Echavarría, Jorge Centenaro, Patricia Correa y Marien Zuluaga. En ese esfuerzo de actualización Gustavo Adolfo Ramírez fue quien llevó la mayor carga de poner al día las estadísticas y los ejercicios.

La tercera edición fue empresa diferente en muchos sentidos. La distancia y las restricciones de tiempo no le hubieran permitido a Lora actualizar el libro en un tiempo ni a un costo razonable. Muchas responsabilidades fueron delegadas entonces a Sergio Iván Prada, quien ya tenía un perfecto dominio de la materia, pues había utilizado varios años el libro en sus cursos de medición económica. También colaboraron con nuevos materiales para esa edición Ana Patricia Camacho y Mauricio Olivera, quien asumió la preparación del capítulo de estadísticas fiscales. Andrés Gómez, asistente de Lora en el BID, hizo la revisión editorial y la compilación de archivos de toda la obra, y se encargó de montar todas las bases de datos y las respuestas de los ejercicios. Además de los miembros de este equipo, aportaron valiosos materiales y sugerencias Gloria Alonso, Israel Fainboim, Enrique Montes, Gabriel Piraquive, Leslie Stone y Daniel Vaughan.

En la cuarta edición se incorporaron diversos recursos didácticos por sugerencia de María Umaña y Luis Javier Buitrago, de Alfaomega Colombiana. También contribuyeron a mejorar la obra los comentarios y observaciones de profesores que habían utilizado el libro en años recientes, en particular Regina Méndez, Jorge Armando Rodríguez, Paola Roldán y Neftalí Téllez. En la cuarta edición fueron decisivos Juan Camilo Chaparro y Andrés Gómez, quienes desarrollaron las ayudas didácticas y los contenidos de la página de Internet.

Esta edición electrónica representó cambios muy sustanciales respecto a las ediciones impresas, que exigieron que Sergio Iván Prada se incorporara no sólo como coautor, sino también como gerente del proyecto desde la Universidad Icesi. Allí contó con la valiosa ayuda de Natalia Serna, Johnny Campiño, María Paula Sanclemente, Juliana Valencia y Natalia Caicedo, todos estudiantes de esta universidad. Ana Melissa Pérez merece un reconocimiento especial no solo por haber colaborado con la investigación y redacción de algunos capítulos sino por su diligente trabajo con los archivos de Excel donde se presentan las soluciones a los ejercicios y por el trabajo de verificar la consistencia del diseño editorial. Sandra Marcela Moreno, como la diseñadora general de esta nueva edición, tuvo a su cargo no solo el diseño de los capítulos sino también el de la página web. Esta quinta edición se benefició además de las sugerencias de Andrés Velasco, del Ministerio de Hacienda, quien nos orientó en el confuso bosque fiscal para actualizar el último capítulo del libro.

Debemos agradecer también a los muchos profesores y estudiantes que utilizaron las ediciones anteriores de este libro y aplicaron sus contenidos en sus actividades académicas y profesionales. Todos tenemos a su turno una deuda de gratitud con los equipos de profesionales del DANE, el Banco de la República y otras entidades que se ocupan de producir la información estadística que es la materia prima de este libro y de la cual dependen miles de decisiones diarias en todos los campos de la economía y las políticas públicas.

Con seguridad, hemos omitido a muchas otras personas que en algún momento nos dieron ánimo y nos convencieron de que valía la pena hacer el esfuerzo de producir la edición electrónica que ahora usted está utilizando.

Eduardo Lora y Sergio Iván Prada

Boston (EE.UU.) y Cali, agosto de 2016.