Vol. 15

    Sobre papel

    El racismo duele. Se experimenta de múltiples maneras. Cala en lo más profundo de nuestras vidas. Está imbricado en las estructuras que organizan nuestras sociedades. Este número tiene muchas reflexiones incómodas, dolorosas y conmovedoras. Hablar de raza y racismo suele ser difícil y, en ocasiones, puede limitar cualquier posibilidad de diálogo. Los textos aquí publicados reflejan un abanico amplio de lo que Lawrence Blum (2002) llama el “dilema moral de la raza”1. Estudiantes, profesoras y profesores, de diferentes disciplinas y universidades, exponen sus experiencias con las prácticas que se desencadenan del uso de esta categoría tan camaleónica y escurridiza. En este número, se delibera sobre las diversas manifestaciones de los racismos en las relaciones cotidianas, en los discursos institucionales, en el lenguaje, en la valoración de ciertos saberes, ritmos y sabores. Apelamos a la categoría de “gramática racial”, del sociólogo Eduardo Bonilla Silva2, para hilar estas reflexiones.

    Gracias a la preocupación de la estudiante de derecho e integrante del Semillero de investigación en Estudios Afrodiaspóricos, Natalia Muñoz, nos dejamos seducir por la lengua palenquera y recurrimos a ella para nombrar las secciones de la revista. Particularmente, apelamos a esta lengua para estructurar nuestra exploración de las manifestaciones de la gramática racial en la memoria hablada en Palenque, La Balsa, y Guachené; expresiones del lenguaje vernacular afrocolombiano tan comúnmente burladas, remedadas, desdeñadas. Estas formas de habitar el mundo, que con frecuencia son consideradas vituperios, las tornamos en herramientas de enseñanza y aprendizaje.

    Con en este número, papel de colgadura celebra sus quince ediciones y el Centro de Estudios Afrodiaspóricos (CEAF), de la Universidad Icesi, celebra cuatro años de
    trabajo. Entonces, ésta no es una edición cualquiera. Ésta es nuestra quinceañera La niña se hace grande. Se engalana de vestido rosado y de flores para celebrar su cumpleaños, para celebrar que está creciendo.

    Los últimos volúmenes han dado cuenta de esos cambios, de ese crecimiento. El volumen 11 y 12 fue una edición doble, fruto del trabajo del seminario de arte la novia desnuda(da) y que abrió el camino para nuestra Licenciatura en Artes; el volumen 13 se construyó en colaboración con la Maestría en Periodismo y en el 14, motivados por la necesidad de aportar a la reflexión sobre género, nos lanzamos a construir un número que pudiera contribuir a la importante tarea de hablar públicamente de un tema que parecía ser un tabú y que fue tan perversamente utilizado en la campaña del NO en el plebiscito por la Paz.

    Esta quinceañera recoge algunos de los trabajos de las investigadoras, investigadores, estudiantes y lideresas comunitarias, que constituyen el CEAF. De manera especial, las y los estudiantes del Semillero de investigación del CEAF, se dedicaron durante un año (2016) a estudiar y escribir sobre sus encuentros y desencuentros con el asunto de la “raza”, y compartieron sus reflexiones con profesoras y profesores asociados al centro. Aunados a este esfuerzo, socializamos los productos de dos proyectos de investigación: Inclusión de la literatura afrocolombiana y afrodiaspórica en los currículos escolares y de licenciaturas realizado en alianza con el Departamento de Artes y Humanidades y el Departamento de Pedagogía y Voces de Resistencia, realizado en alianza con el Centro de Ética y Democracia (CED).

    De modo que, con la esperanza de motivarles a la acción, les invitamos a la lectura de estos textos que hemos compilado para ustedes, a sumergirse en las experiencias
    de vida, no siempre alegres ni gratas, de quienes se atrevieron a compartirlas con nosotros.

    Bienvenidos.
    Bienvenidas.

    *
    Al cerrar la producción de este número, noticias abrumadoras surgieron en Estados Unidos. El 11 de agosto, un grupo de nacionalistas blancos, neo-nazis, miembros y simpatizantes del Ku Klux Klan, protagonizaron uno de los últimos episodios de odio racial de este hemisferio, en Charlottesville-Virginia. Cientos de hombres blancos marcharon con antorchas mientras vitoreaban el lema de “unir la derecha”. Una persona falleció y cerca de 19 contra-protestantes quedaron heridos. En el centro de esta movilización está la oposición, de este grupo, a la remoción de la estatua de Robert E. Lee, un soldado, esclavista e ícono heroico de la “causa perdida” del Sur en la guerra civil norteamericana. Líderes y activistas migrantes en Estados Unidos promueven la substracción de símbolos del pasado esclavista en Nueva Orleans, Houston y Carolina del Sur, bajo el argumento de que estas estatuas legitiman crímenes de odio contemporáneos. El debate está en formación y las interpretaciones sobre lo ocurrido en Charlottesville empiezan a publicarse.

    A varios días de este episodio, nos quedan dos reflexiones. Primero, que el color de piel continúa siendo un elemento de identidad y articulación política en el siglo XXI; no queda duda de la futilidad del concepto “sociedad post-racial”. Por otra parte se evidencia lo difícil que resulta nombrar el racismo. Pocos medios de comunicación norteamericanos han logrado desentrañar las profundas bases de distinción racial que fundamentan las marchas de los últimos años alrededor del tema de la remoción de la estatua. Lo ha eludido el actual presidente de ese país y lo investigamos con aprehensión en la academia colombiana.


     

    1. Blum, Lawrence. (2002). I’m Not a Racist, But… The Moral Quandary of Race. New York: Cornell University Press.

    2. Bonilla-Silva,E (2012). The invisible weight of whiteness: the racial grammar of everyday life in contemporary America. Ethnic and Racial Studies 35(2): 173-194

     

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