Gatitos’ News

En el verano de 2018 tuve la inmensa suerte de ser invitada a unas clases magistrales de periodismo impartidas por destacados periodistas españoles para unos pocos alumnos de último año o recién graduados de las facultades de comunicación de universidades de ámbito catalán. Se trataba de una oportunidad única, ya que la colección de nombres que había en esa lista de profesores era absolutamente espectacular. 

De modo que hice las maletas y me dispuse a pasar un mes entero en Barcelona, ciudad que siempre me ha gustado, pero que no es el lugar ideal para pasar los veranos. Bueno, en realidad ninguna ciudad lo es. El calor sofocante se ceba especialmente en las junglas de asfalto, y más cuando la humedad hace que la sensación térmica ascienda en varios grados de temperatura. Aún así, debo decir que el mar y la playa están lo suficientemente cerca como para que, si el calor se hace realmente insoportable, cualquiera se acerque a darse un chapuzón. No fue mi caso. Por las mañanas aprovechaba las clases que unos pocos privilegiados estábamos pudiendo disfrutar, y por las tardes me dedicaba a leer noticias de actualidad y artículos de opinión, observando con los ojos de quien ha aprendido algo nuevo esa misma mañana y escrutando hasta la última coma, no sólo de la noticia, sino de todo el medio que la presentaba.

Hubo muchísimas cosas que llamaron mi atención durante el curso. El título de las jornadas era bastante revelador: Retos del periodismo del S.XXI. Debo decir que quienes lo impartían eran, por supuesto, reputados periodistas con bastantes años de oficio a sus espaldas, por lo que me resultó curioso que a pesar de haber superado casi todos la barrera de la cuarentena, y muchos de la cincuentena, había sin embargo dos posiciones claramente enfrentadas respecto a lo que ha supuesto la irrupción de internet para el periodismo.

En un lado tenemos a periodistas como Lluís Bassets, cuyo pesimismo al respecto ya quedó plasmado en el libro ‘El último que apague la luz’. Es llamativo, sobre todo viniendo de una de las personas que mayor provecho sacó de la colaboración con Julian Assange y WikiLeaks. Bassets fué uno de los periodistas que coordinó la publicación de los cables en El País, el medio español al que Assange entregó el material que le había sido filtrado por la soldado Manning. No me extenderé en este tema, pero sí incidiré en que nunca he entendido la forma en que Lluís Bassets se revolvió contra Assange tras su colaboración… O bueno, prefiero no entenderla. La cuestión es que el pesimismo fué el tono de su master class, sin paliativos.

Por otro lado están otros periodistas que han sabido ver una oportunidad en el uso de internet. Las posibilidades que este ofrece para el periodismo de datos, las distintas formas de presentar las noticias para que se entiendan mejor, la forma en que el blockchain se puede implantar para acabar con las fake news… La periodista Karma Peiró era una de las representantes del sector optimista, y lo cierto es que supo transmitir a los que estábamos allí la visión de que sí existía una salida y una oportunidad para el periodismo de calidad. Aunque nada se logra sin esfuerzo, por supuesto.

La mayoría se movía entre las dos opciones, lo cual es normal, habida cuenta de que muchos han vivido una época en la cual el periodismo tenía unos sistemas y procesos muy marcados y definidos, que fueron con los que ellos comenzaron a trabajar, y hay que ser honestos, a casi nadie le gusta que le modifiquen sus rutinas, sobre todo cuando estás habituado a ellas. De todos modos, siempre solían dejar un espacio al optimismo y a la posibilidad de encontrar salida para el periodismo de verdad, el que cumple con su deber de informar a la ciudadanía para que esta pueda ejercer sus derechos de forma consciente y libre. Y eso siempre es tranquilizador.

Me llamó la atención, sin embargo, el comentario de uno de ellos, y en esta ocasión no daré el nombre, que comentó como, dirigiendo un periódico digital, se dieron cuenta de la necesidad de intercalar alguna noticia de gatitos entre las noticias diarias y serias sobre política y economía. Dijo concretamente de gatitos. Por lo visto habían comprobado que el formato magazine de noticias era el que mejor funcionaba. Por ética periodística ellos se negaban a publicar noticias sensacionalistas, y mucho menos fake news. Pero se ve que los lectores necesitaban un respiro. Así que detectaron en las métricas como las noticias de gatitos eran las más visitadas con diferencia, por lo que se propusieron poner una noticia sobre gatos al día. Invariablemente, esa era la noticia más leída.

La verdad es que me resultó muy curioso este dato, ya que estábamos hablando de un medio que ofrece todo tipo de noticias serias y bien planteadas. Pero pensándolo bien, en unos momentos como los actuales, en los que la sobreinformación nos satura por todas partes, es natural que la gente quiera darse un respiro con una noticia que resulte agradable y sin pretensiones, y los gatos son los amos y señores de internet desde que este se ha popularizado por todo el mundo, eso es innegable. 

De modo que si vas a lanzar una web de noticias en formato magazine como Notiboom, o si simplemente quieres descansar un poco de la infoxicación a la que nos someten a diario, ya lo sabes, las noticias de gatitos te aseguran tu momento de relax diario. Y lo mejor de todo es que funcionan igual aunque seas alérgico al pelo de gato. 

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