Mercados navideños que te harán creer en la magia de la Navidad

El aroma de almendras, canela y jengibre, luces intermitentes, bandas callejeras, casas de madera donde los recuerdos lindos tintinean y brillan: muchas ciudades en todo el mundo se preparan para recibir la Navidad, y algunas ni siquiera necesitan nieve para crear un ambiente mágico. En sus mercados navideños es donde es más fácil creer en la magia de la Navidad nuevamente.

Es mejor visitar estos mercados no durante las fechas navideñas, sino durante el Adviento, cuando las ciudades se preparan para las vacaciones. Los precios de los billetes y el alojamiento en este momento son más bajos, hay menos turistas y el ambiente es el más mágico.

No lo dudes, una visita a un mercadillo brillante y acogedor es una forma segura de acercar las vacaciones y llenar la Navidad (y las compras navideñas) con un ambiente y tradición mágicos. Así que pon tus mejores bufandas y guantes en tu maleta y sube al avión rumbo uno de los mercados navideños más bellos del mundo. Aquí tienes unos cuantos:

 

Estocolmo, Suecia – Mercado de Navidad en la plaza Stortorget

El mercado navideño de Stortorget es el mercado navideño más antiguo de Suecia: se inauguró en 1837. Tiene 40 puestos rojos compactos que se combinan perfectamente con el ambiente histórico de una plaza en el corazón del casco antiguo. Es difícil pensar en una mejor ubicación para un mercado navideño.

Calientate con una taza tradicional de glög dulce (la versión sueca del vino especiado caliente) y encuentra el par perfecto de mitones tejidos u otros recuerdos de los artesanos locales. Asegúrate de probar la comida tradicional navideña sueca. Los más sabrosos son pepparkakor (galletas de jengibre) y saffransbullar (bollos de azafrán), y no te pierdas los platos típicos locales como alces, salchichas ahumadas y carne de venado.

Estrasburgo, Francia – Christ Child Fair

Otro ejemplo clásico de la gran tradición europea de los mercados navideños es la Feria del Niño Cristo de Estrasburgo, una de las más antiguas de Europa. Desde 1570, los residentes locales han logrado perfeccionar la habilidad de su acuerdo, y esto es notable. Los 300 chalets de madera se dividen en 11 pueblos temáticos en todo el centro de la ciudad. El mercado principal se encuentra en la Plaza de la Catedral. Hay una gran selección de artesanos locales, joyas y golosinas de temporada.

La zona de Alsacia es conocida por ser el lugar en dónde se originó la tradición del árbol de Navidad, así que no es de extrañar que se encuentre en todas las listas de lugares que debes visitar si te gustan las fiestas navideñas. Así que si te decides por este mercadillo, recuerda que Alsacia es más que Estrasburgo, y que la ciudad originaria de nuestro querido abeto navideño es Sélestat, anímate a acercarte, te sorprenderá.

En Alsacia, las golosinas navideñas incluyen vin chaud (sí, esto es vino caliente nuevamente), galletas delirantemente deliciosas, con una variedad de sabores, desde avellana y naranja hasta canela y praliné. Otras maravillas culinarias son chucrut (chucrut) y bakeoffe, un asado alsaciano. ¡Buen provecho!

Helsinki, Finlandia – Mercado navideño en la Plaza del Senado

Pregúntele a cualquier finlandés, y él le dirá con orgullo que Santa Claus, el único y original, también nació en Finlandia. Dirígete al Mercado de Navidad de la Plaza del Senado en Helsinki para tener la oportunidad de conocerlo en persona. Por cierto, él aparece allí todos los días para que todos los que quieran tener la oportunidad de hablar con él y discutir su lista de deseos de vacaciones. Después de eso, no te olvides de tomar un vaso de glug tibio, e inmediatamente sentirás la emoción del humor festivo. Y si eso no fuera suficiente, una banda de música, luces parpadeantes de Navidad y un par de círculos en el carrusel definitivamente harán su trabajo.

Pasea por 133 puestos de artesanos locales y asegúrate de probar los renos, el plato principal finlandés.

Sibiu, Rumania – Mercado navideño en la Gran Plaza

El Mercado de Navidad de Sibiu en la hermosa Gran Plaza es un lugar muy romántico ubicado en la ciudad entre tres cadenas montañosas. Pasee por las filas de 70 puestos y seleccione cerámicas, pieles y juguetes de madera para niños. Luego dirígete a la pista de patinaje o al recinto ferial de los niños para divertirte festivamente.

Sibiu es muy hermosa y vale la pena visitarla, independientemente de la temporada. Pero su ubicación privilegiada en las tierras altas de Transilvania lo hace particularmente atractivo en invierno: las posibilidades de una Navidad nevada son increíblemente altas aquí. Agregue a eso un concierto de música navideña o un espectáculo de luces mágico y tendrá un cuento de hadas.

Según la tradición, el hambre y la sed se pueden calmar con vino caliente, pan de jengibre y castañas asadas. Pero asegúrese de dejar espacio para las delicias rumanas-húngaras: kozonak (muffin) y kyrtöskalác (pasteles en forma de cono). El último plato es el orgullo de la minoría húngara de la región. ¡Qué feliz Navidad!

Toronto, Canadá – Mercado navideño de Toronto

Europa es líder en calidad y cantidad de mercados navideños, pero no sólo se puede beber vino caliente allí. Para agregar un poco de sabor canadiense a las tradiciones europeas de vainilla y canela, diríjase al distrito de la destilería en Toronto. Las calles empedradas y las fachadas de ladrillo de los edificios industriales proporcionan un entorno histórico excelente. Luces parpadeantes, puestos de madera y una casa de pan de jengibre de tamaño natural crean el espíritu navideño necesario.

Llega el primero e inmediatamente dirígete a los puestos de comida. Tienen de todo, desde Bratwurst alemana hasta gofres belgas. Pero el verdadero rey de la fiesta es Putin, la principal debilidad secreta de todos los canadienses. Esta es una mezcla de papas fritas con salsa de grasa picante y trozos de queso suave. Luego, antes de que te atraigan a la trampa de dulces de jarabe de caramelo, ve a la rueda de la fortuna o al carrusel para abrir el apetito.

Camina por los puestos de feria y encuentra hileras de regalos variados, como velas de cera canadienses, juguetes de madera e incluso calcetines de tocino…¡mejor no preguntes! Cuando compres la mayor parte de tus recuerdos navideños, asegúrate de participar en la degustación gratuita de vino, cerveza y otros licores. Después de todo, este es el Distrito de la Destilería, el área que alguna vez fue el mayor centro de producción de alcohol en todo el Imperio Británico.

Dresde, Alemania – Striezelmarkt

El mercado navideño de Dresde, el más antiguo de toda Alemania, se ha celebrado durante casi 600 años. Los artesanos de toda Sajonia acuden en masa a los 250 puestos, que están repletos de todo tipo de artículos de origen local, desde decoraciones de madera y cascanueces hasta las tradicionales pirámides de velas.

El nombre de la feria proviene del pastel de frutas alemán strüzel. Se vende aquí, pero bajo el nombre stollen. Otras delicias dulces y abundantes incluyen (por supuesto) vino caliente y pan de jengibre cubierto de chocolate y mermelada. Pruebe el pan y el queso locales (Dresden Rahmklecks) y no se olvide de las delicias alemanas tradicionales como la salchicha Bratwurst y el pretzel. Guten Appetit!

Chicago, Estados Unidos – Christkindlemarket Christmas market

Siguiendo el modelo de Nuremberg Christkindlesmarkt, la feria de Chicago está luchando por replicar el éxito de su predecesor alemán. Se lleva a cabo en el corazón de la ciudad, en el Daily Plaza. Este es el mayor mercado navideño alemán en los Estados Unidos. Cientos de puestos de rayas ofrecen productos clásicos de feria alemana: cascanueces y relojes de cuco de la Selva Negra. Aquí también encontrarás ponchos ecuatorianos y regalos hechos a mano.

Sin embargo, las verdaderas estrellas locales son los vendedores de comida. Pruebe algunas especialidades bávaras de invierno: salchichas, chucrut, sopa goulash y escalopes. Para el postre, pruebe las manzanas horneadas o los deliciosos pretzels. Y, por supuesto, ¡vino caliente, picante y caliente! Aquí se sirve en una taza con forma de bota, especialmente para aquellos para quienes nunca hay demasiados adornos navideños.

 

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