Cambiar la contraseña de tu correo electrónico de forma regular amplifica tu seguridad en la web

Pueda que hace una década el tema de la seguridad en la web no tenía tanta importancia como la de hoy en día. Y es que hasta hace unos cuantos años atrás la modalidad de pagos y servicios se ha estado efectuando vía online más que el hecho de acudir a una oficina para realizar la transacción. 

Y cada una de las afiliaciones que realices para acceder de forma fácil a los servicios que quieras, deben estar asociadas a cuentas de correo electrónico

Sí, el correo electrónico se ha convertido para nosotros en nuestra llave mágica que permite acceso a múltiples operaciones para distintas plataformas web, y es por ello la urgencia que debas considerar cambiar periódicamente tu contraseña de correo electrónico.

Con esto no queremos decir que vayas corriendo inmediatamente a editar tu clave por múltiples números y letras para que sea totalmente indescifrable, pero sí que consideres la importancia de realizarlo. 

Nuestro correo electrónico posee toda clase de información personal para evitar cualquier clase de fraude y constatar que no somos ninguna entidad artificial. Por ello, al poseer minuciosamente nuestros datos estos mismos pueden ser usados en nuestra contra de ser vulnerados o hackeados. 

Incluso muchos se atreven a decir que prefieren abrirse otro correo diferente antes que intentar adivinar la contraseña en caso de olvido, algo en lo que jamás debemos caer teniendo nuestra información a merced de la red. 

Mantener una contraseña sólida

Para que nuestros datos del correo electrónico no sean hackeados por terceras personas, lo mejor que puedes hacer es crear una contraseña lo suficientemente sólida como para no olvidarla y que se ajuste a las políticas de seguridad. 

Cuentas de email como las de Google te sugieren que tu clave posea al menos una letra mayúscula, un número y cualquier signo que se te antoje. 

Sin embargo el reto consiste en establecer una contraseña que pueda ser recordada con facilidad y no tengamos que adivinarla en caso de olvido; y para ello muchas veces caemos en colocar palabras claves que poseen cierto tipo de información que también puede ser empleada para hackear.

Por ejemplo, es muy común que coloquemos nuestro apellido, nombre, sobrenombre o cualquier tipo de frase que sea asociada con nuestra identidad, algo que puede repercutir negativamente sobre nosotros. 

Existen gestores de contraseña que son hábiles para aquellas personas que tengan que lidiar con estos problemas, especialmente cuando en más de una plataforma debamos escribir diferentes formas de acceso para que ninguna sea igual a la otra y fácil de adivinar.

Autenticación de pasos

Modificar la clave de vez en cuando aunque sea una buena solución para los problemas de seguridad, no es la única que se debería implementar. Si se quiere garantizar la seguridad de cada una de nuestras cuentas correo electrónico en la web, empieza también por permitirle a tu perfil de correo electrónico acceder a una autenticación de pasos. 

La autenticación de pasos permitirá corroborar cada uno de las veces que accedas a tu cuenta y esta compruebe en su totalidad que seas tú quien esté entrando a los servicios de Google o al servidor de tu preferencia. 

Solo basta con ir a la configuración de seguridad para chequear que está modalidad esté activa. Si tu cuenta está a punto de ser vulnerada, la aplicación de seguridad te estaría enviando una alerta sobre un posible ingreso, dándote datos como la hora de ingreso, ubicación y qué móvil u ordenador se estaría realizando esta operación. 

Si deseas cambiar tu clave de las cuentas de correo electrónico ahora mismo, recuerda al menos anotarla en una libreta segura por si eres de aquellos olvidadizos como para no recordar tus claves.