Actividad propuesta Sept 2 ( E ) individual

El pensamiento sistémico, según el texto, es una herramienta útil para hacer análisis muy complejos de cualquier tipo de problema o situación, inclusive en los sistemas de nuestra vida cotidiana. Pero para hacer buen uso de esta herramienta de análisis es necesario entender que el “pensar sistémico” es diferente del “pensamiento sistemático” (que se refiere a pensar de forma metodológica) y el “pensamiento en forma de sistema” (que consiste en pensar en todos los conceptos relacionados entre sí). Así pues, si logramos desarrollar un pensamiento sistémico, tendremos un análisis mucho más completo de un sistema, no de una manera lineal (de tipo causa-efecto) sino de una manera circular, donde se reconocen las relaciones que existen entre diferentes partes del problema.

Generalmente en nuestra vida cotidiana y profesional, acostumbramos a analizar problemas separando cada una de sus partes y se puede decir que recurrimos al reduccionismo inconscientemente, porque la única herramienta de análisis que conocemos es el famoso método científico; pero lastimosamente, éste no es tan útil a la hora de entender un sistema, porque nos impide entender las relaciones que existen entre las partes involucradas, e incluso nos impide entender hasta dónde puede llegar a afectar nuestro problema, el texto llama este reduccionismo como “analysis paralysis” que consiste en analizar algo una y otra vez, perdiendo la visión de las relaciones;  y también llama “síntesis” al proceso de entender cómo las cosas funcionan juntas.

Durante el curso me he enfrentado con una dificultad que es mencionada por el autor, y es la de comenzar a desarrollar un pensamiento sintético; pues desde el nacimiento desarrollamos el pensamiento analítico (pensamiento común de las cosas), pero el sintético es mucho más complejo, se puede decir que es un nivel de análisis al que no estamos acostumbrados, porque nos exige ampliar la visión y entender relaciones que a simple vista no se ven, o que no parecen tan obvias, pero que al momento de analizar un problema, si no se tienen en cuenta, podríamos tomar malas decisiones.

Lo ideal no es abandonar uno de los tipos de pensamiento, sino lograr unirlos de una forma correcta y complementaria, el autor recomienda hacer una lista de todos los aspectos que consideremos que afectan nuestra situación objeto de estudio, y que después intentemos relacionar cada uno de esos aspectos.

Para el ingeniero industrial es de vital importancia desarrollar un pensamiento sistémico; a pesar de que nuestra cultura, nuestras costumbres e incluso nuestra forma de ser, se opongan en un comienzo  a que salgamos de nuestra zona de confort. El ejercicio de pensar sistémico, es un gran reto, porque requiere de mucha práctica, pero una vez desarrollemos ésta habilidad, seremos mucho más eficientes como ingenieros industriales, sin importar en qué área nos especialicemos; podremos tomar mejores decisiones, más maduras y responsables, que lleven a la organización a crecer en todas las áreas de una manera integral, y  así también podremos afectar diferentes aspectos de la sociedad, desde nuestra empresa o también desde nuestra vida personal.

El ingeniero industrial debe entender que lo más importante no es estar lleno de conocimientos en ciencias, sino que además de esos conocimientos necesita formarse como un líder que pueda transmitir esos conocimientos a otros de una forma sencilla y eficiente, y debe ser la unión de conocimientos, estrategias y ética.

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