Testimonio, Andrés Ruano, Luleå – Suecia
Hago parte del programa ISEP y haber recibido tal reconocimiento, ha sido un motivo de orgullo y agradecimiento con la universidad y el programa en sí mismo. Soy estudiante de Diseño Industrial, en simultaneidad con Mercadeo internacional y publicidad; carreras que requieren una amplia visión del mundo y entender el comportamiento y las necesidades de las personas, cosa que solo se logra hablando con la gente.
Escogí Suecia por su alto nivel académico y la organización y estructura social con la que cuentan los habitantes, sin embargo mis expectativas eran inferiores a lo que en realidad es. La ciudad en la que estoy, Luleå, esta en el norte del país y hace parte de las ciudades en el círculo Polar Ártico, así que la temperatura promedio son -20ºC y en las primeras semanas que estuve acá, llegó hasta -36ºC. Yo que venía del trópico caleño, un mes y medio después de la llegada, todavía estoy aprendiendo a vivir con él.
Vine a Luleå, por que quería conocer otro mundo, algo diferente y que las personas comúnmente no aprecian como destino turístico, en realidad esta ciudad no es un destino turístico, pero absolutamente todo es diferente y eso es lo que lo hace tan interesante para mí.
En la universidad (Lulea university of technology), hay un grupo de estudiantes que organiza eventos para los estudiantes de intercambio, ellos se encargan de proponer viajes, fiestas y eventos a los que nosotros, como estudiantes extranjeros, solo debemos pagar y asistir por que todo es muy bien planeado siempre. Por lo tanto siempre hay alguien que te puede dar la mano en el momento que lo necesites.
Los ciudadanos suecos son personas muy amables y tolerantes, pero también son muy cerradas, este es el país con la tasa más alta de personas adultas solteras y suicidios en el mundo, debido a que la comunicación entre ellos es muy fría y existen unos comportamientos relacionados con respetar el espacio y la privacidad de los demás, que a veces son un poco extremos e impiden que haya una relación estrecha entre personas. Si lo comparamos con Colombia, donde la gente pone conversa a desconocidos en la fila de un banco, eso sería inimaginable entre suecos. Por mi parte, como buen colombiano no tengo problema en ponerle conversa a cualquier persona y pienso que eso me ha ayudado a hacer muchos amigos.
Es muy satisfactorio vivir en un país donde se dejan las bicicletas en la calle sin seguro y al otro día está en el mismo lugar donde la dejaste; la seguridad y el orden es algo muy llamativo y que me brindan mucha tranquilidad. Hay algo muy interesante en la forma como educan a las personas acá y es que desde muy niños les enseñan que nadie es mejor que nadie, por lo tanto no hay razón para humillar o creerse más de los demás y que buscar sacarle ventaja a los errores de los demás, no esta bien. Esto y la idea de que la ley es la ley y hay que respetarla, por que no debe existir una forma diferente de hacer las cosas, es lo que hace que sea un país muy civilizado y son de las cosas que me gustaría que entendieran todos los colombianos.
En cuanto a la distancia con mi familia, amigos, novia y la cultura en general, es difícil entre otras cosas por que hay 6 horas de diferencia y no es fácil cuadrar los horarios para hablar con las personas que uno ama. Sin embargo este tipo de experiencias y sentimientos nos hacen valorar lo que tenemos y reflexionar sobre las cosas que realmente son importantes en el vida. Experiencias como esta, nos forman como personas con visión y objetivos claros, así como profesionales completos con un entendimiento del mundo más amplio y la capacidad de desarrollar proyectos con un impacto y alcance superior.
Y a las personas que no estén seguras de hacer un intercambio, pero tienen la posibilidad, les diría que se arriesguen, por que no hay nada mejor que vivir nuevas experiencias, de pronto algunas veces es difícil sentirse solo, pero todo eso es aprendizaje y fortalecimiento para nosotros, así que háganlo sin pensarlo 2 veces y estoy seguro que no hay razón que valga para arrepentirse.
