Para mi realizar un intercambio fue un sueño desde el colegio, y fue 5 años después, gracias al convenio que tiene ICESI con ISEP, que pudo volverse realidad. Desde el momento cero ya estaba enfrentando retos inimaginables. Tras un exhaustivo viaje de casi 23 horas, Jetlag y encartada hasta los pies, me recibió Frankfurt cuyo aeropuerto es el más grande de Alemania. Fue poco el tiempo que tuve para apreciar su arquitectura ya que debía encontrar con rapidez el Bus que me llevaría a Dortmund, mi futuro hogar. El famoso dicho “Preguntando se llega a Roma” no aplicó para mí en ese momento. Nunca encontré el bus, duré casi 2 horas perdida, sintiendo una enorme impotencia al no encontrar personas que hablaran inglés y mucho menos español, y tampoco tenía acceso a internet. Sin embargo, no permití que el desespero se apoderara de mí, encontré una solución alterna y tomé un tren a Dortmund. Dentro de risas y llanto empezó esta nueva etapa de mi vida. 

Technische Universität Dortmund fue mi elección dentro de infinidad de opciones. Me llamó mucho la atención su gran enfoque hacia la innovación y el apoyo al estudiante internacional. Este último punto ha sido un factor determinante en mi proceso de adaptación no sólo a nivel educativo, sino cultural y emocional. La universidad tiene un programa llamado “Doubles” y son estudiantes que de manera voluntaria y sin recibir algún pago, se ofrecen para ser nuestros padrinos/madrinas durante todo el semestre. Anja, mi madrina, ha sido un apoyo inmenso, fue mi primera amiga y es muy gratificante sentir que, en un mundo totalmente desconocido, alguien se está preocupando por mí.
Durante las primeras dos semanas tuvimos infinidad de reuniones informativas, un tour por el campus universitario (el tamaño es descomunal), conocimos los profesores, nos llevaron a conocer la ciudad, entre otras actividades. Dentro de todo el acompañamiento brindado, el más importante fue haber recibido clases intensivas de alemán durante las primeras cuatro semanas. JAMÁS en la vida pensé que iba a aprender el temido idioma por muchos. Había escuchado muchos comentarios sobre su alto nivel de dificultad, incluso que jamás que te alcanzaría la vida para aprenderlo, sin embargo, tras estas cuatro semanas logré despertar un gran interés por continuar este proceso de aprendizaje y tomaré clases de alemán durante el semestre universitario. Lo importante para mí es visualizar este idioma como una oportunidad y ventaja en el futuro, lo cual mantiene mi motivación aun cuando se empieza a poner complicado.

Este primer mes pude conocer y convivir con muchas culturas. Tengo compañeros de Turquía, Corea, Italia, Portugal, Francia, USA, Brasil, entre muchos otros países, y hemos realizado fiestas con comida, bebidas y música tradicional de cada uno de ellos. Esta ha sido una oportunidad perfecta para practicar mi inglés y más que nunca reconozco la importancia de tener excelente dominio de este idioma no sólo a nivel personal sino profesional.

El mayor choque cultural fue encontrarme con un país tan organizado. El sistema de transporte funciona a la perfección, cada tren o bus cumple con sus horarios establecidos, no hay trancones, los conductores respetan los semáforos y los peatones cruzan la calle únicamente por las zebras peatonales, la ciclo-ruta está por toda la ciudad… Es increíble. Todos los días me voy a la universidad en bicicleta y me siento completamente segura, sin miedo a ser atropellada por algún conductor imprudente. El estereotipo de que los Alemanes son MUY puntuales ¡ES REAL! Tenía un poco de miedo ya que tengo que aceptarlo, a veces soy impuntual, sin embargo, vivir en este país me ha enseñado en tan poco tiempo la importancia de ser organizada y de tener un cronograma diario con las respectivas actividades, es así como he logrado llegar a tiempo a todos mis compromisos.

Alemania podría parecer un país “soñado”, donde ser pobre es una elección, donde no existe miedo a ser robado y se puede caminar con tranquilidad por la calle, donde no hay animales callejeros, donde todo parece funcionar a la perfección, sin embargo, traería de Colombia nuestro calor humano. Ha sido un choque cultural interactuar con nativos, en especial con adultos, ya que los percibo como parcos y no he sentido empatía de su parte en momentos donde he necesitado ayuda. En Colombia no importa si eres un desconocido, posiblemente la mayoría tendrá la intención de ayudarte no importa si eso requiere dedicar unos minutos de su tiempo. ¡AMO eso de mi cultura, somos lo máximo! Esto es algo que mis compañeros me resaltan y saben que siempre habrá una sonrisa y un abrazo de mi parte.

Mi mayor miedo era alejarme de mi familia ya que jamás había estado lejos de mi mamá ni de mi abuela por más de 2 meses, sin embargo, hasta el momento he controlado muy bien mis emociones. Las extraño y las pienso demasiado, sin embargo estoy viviendo tantas experiencias enriquecedoras que en estos momentos no hay espacio en mi corazón para estar triste, y gracias a Facetime y Whatsapp puedo hablar todos los días con ellas y compartirles mi felicidad.
En Cali tenemos a Rosaurita, quien nos ayuda con el aseo, la comida, entre otras tareas del hogar. En Alemania no hay Rosauritas. Me tocó aprender a cocinar con la ayuda de Google y las recetas de mi familia. La comida alemana en general es bastante grasosa, las porciones son enormes y hay papas a la francesa con salchicha por montón. Después de estas cuatro semanas ya sé adobar carnes, preparar pasta, lentejas, frijoles, entre otros. Suena básico, pero es un gran avance en mi historial culinario (en Cali se me quemaba el agua).
En dos semanas empiezan las clases curriculares, tomaré clases nivel “Master” ya que tienen un alto enfoque en innovación, y encontré en ellas un complemento perfecto a mi conocimiento actual. Será un reto tomar por primera vez clases profesionales en inglés, sin embargo, el aprendizaje activo será mi aliado #1 y estoy segura que no tendré mayores dificultades.
Me ha encantado la facilidad y lo económico que es viajar por toda Alemania e incluso a otros países, espero tener la oportunidad de conocer la mayor cantidad de países y enriquecerme con su historia y su cultura.