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Elementos para la construcción de una política pública de bilingüismo en el Valle del Cauca: un análisis descriptivo a partir del censo ampliado de 2005

 

Evidence for a design of a bilingual education policy in Valle del Cauca: analysis of the bilingual population using the 2005 census

 

Elementos para a construção de uma política pública de bilinguismo em Valle del Cauca: uma análise descritiva a partir do censo ampliado 2005

 

 

Julio César Alonso*, Beatriz Eugenia Gallo, Giselle Torres

Cienfi -Universidad Icesi, Cali, Colombia

*Autor para correspondencia: Universidad Icesi, Calle 18 N. 122-135, Pance, Cali, Colombia. Correo electrónico: jcalonso@icesi.edu.co (J.C. Alonso).

 

Historia del artículo:
Recibido el 19 de enero de 2012
Aceptado el 13 de diciembre de 2012

 


Resumen

Los índices de competitividad reflejan un pobre desempeño del departamento del Valle del Cauca, especialmente en lo referente al capital humano. Una política pública de bilingüismo permite acumular capital humano a través de la educación en inglés, acceder a nuevos mercados y mejor información, lo que hace posible el desarrollo de otros factores necesarios para la competitividad de una región. En este documento se hace un primer diagnóstico del bilingüismo en el Valle del Cauca, con miras a brindar argumentos para la creación de una eficaz política pública de bilingüismo. Los datos procesados provienen del Censo ampliado de 2005, y los resultados obtenidos a partir de él no son alentadores, pues muestran la necesidad de convertir el bilingüismo en un tema de prioridad en la agenda pública.

Clasificación JEL: I28, R20, R58

Palabras Clave: Bilingüismo, Competitividad, Política de bilingüismo, Valle del Cauca.


Abstract

Competitiveness indexes reflect a poor performance in the Valle del Cauca, especially as regards human capital. A bilingualism public policy helps to accumulate human capital, give access to new markets, and better information, which make the development of other factors required for competitiveness possible. This document makes a primary diagnosis of bilingualism in the Valle del Cauca that provides arguments for an effective bilingualism policy. We used data from the bureau of statistics of Colombia. Results point to the need of making bilingualism a central issue in the public agenda, in order to make Valle del Cauca a competitive region.

JEL classification: I28, R20, R58

Keywords: Bilingualism, Competitiveness, Bilingualism policy, Valle del Cauca.


Resumo

Os índices de competitividade reflectem um pobre desempenho do departamento do Valle del Cauca, especialmente no que se refere ao capital humano. Uma política pública de bilinguismo permite acumular capital humano através da educação em inglês, aceder a novos mercados e a melhor informação, o que torna possível o desenvolvimento de outros factores necessários para a competitividade de uma região. Neste documento, faz-se o primeiro diagnóstico do bilinguismo no Valle del Cauca, com o objectivo de fornecer argumentos para a criação de uma política pública de bilinguismo eficaz. Os dados processados provêm do Censo ampliado 2005 e os resultados obtidos a partir do mesmo não são encorajadores, mostrando a necessidade de converter o bilinguismo numa questão prioritária na agenda pública.

Classificação JEL: I28 R20 R58

Palavras-chave: Bilinguismo Competitividade Política de bilinguismo Valle del Cauca.


 

 

1. Introducción

En Colombia, tanto el Gobierno Nacional como el sector privado manifiestan un creciente interés en el dominio del idioma inglés como una herramienta para facilitar el desarrollo económico y social del país. La atención que ha captado el dominio de este idioma se manifiesta, por ejemplo, en la formulación de políticas públicas para la promoción del inglés, desde el gobierno, y en la expansión de la industria de la enseñanza del inglés, desde el sector privado (Velez-Rendon, 2003).

El interés acerca del dominio de un segundo idioma no es meramente académico, sino que busca crear competencias en el capital humano de una región para hacerla más competitiva. De hecho, la experiencia colombiana en la formulación de políticas lingüísticas en inglés data de 1979, cuando este idioma se convirtió en una asignatura obligatoria en la educación media. Desde 1982 existe una política pública liderada por el Ministerio de Educación Nacional (MEN) que se centra en un enfoque comunicativo, con el objetivo de permitir la generación de competencias básicas en la población colombiana (Usma, 2009; Velez-Rendon, 2003).

A principios de 1990, el Gobierno Nacional creó el Proyecto COFE (Colombian Framework for English), concentrado en mejorar la capacitación de los profesores de inglés. En 1994, la Ley General de Educación incluyó la lengua extranjera como una materia obligatoria en la educación primaria, pero no fue hasta 1999 cuando el MEN propuso los Lineamientos Curriculares para el Área de Idiomas Extranjeros (Usma, 2009).

Finalmente, en el marco de la Revolución Educativa, en 2005, el MEN presentó el Programa Nacional de Bilingüismo Colombia 2004-2019, que es la primera política pública en reconocer que el dominio del inglés es un asunto de competitividad. No obstante el interés de los hacedores de políticas públicas del orden nacional en el tema, existen pocos estudios de ámbito nacional o regional que traten de evaluar el grado de dominio de una segunda lengua (Ministerio de Educación Nacional, 2004). Además, aunque varios entes territoriales han empezado a diseñar e implementar políticas públicas de bilingüismo que tienen en cuenta los lineamientos del MEN, el Valle del Cauca se encuentra rezagado en este proceso.

En este orden de ideas, este estudio hace un primer diagnóstico de la situación del bilingüismo en el Valle del Cauca, que podría servir como argumento para la elaboración de una política pública de bilingüismo en este departamento e incentivar la aparición de diagnósticos y políticas de bilingüismo en otras regiones del país que se encuentran en una situación similar o aún más crítica que el Valle del Cauca.

En últimas, el objetivo es propiciar ganancias en competitividad en la región, que no sólo sean consecuencia de la cualificación en el capital humano, sino también de la adopción de nuevas y mejores tecnologías, gracias al acceso a información académica más actualizada, y de la facilidad para acceder a nuevos mercados, todas impulsadas por el dominio del inglés.

Este primer diagnóstico descriptivo permitirá contar con más elementos de juicio para la formulación de la política pública departamental de bilingüismo y su implementación1. La ejecución de esta política es imperativa, especialmente teniendo en cuenta el desempeño del departamento en diferentes índices de competitividad que, a pesar de ser destacado al interior del país, deja mucho que desear en lo que respecta a capital humano y adopción de nuevas tecnologías (Lotero, Posada y Valderrama, 2009; Ramírez y Parra-Peña, 2010). Además, se debe tener en cuenta que los resultados de Colombia en índices de competitividad global son bastante pobres en general y nefastos en estos dos aspectos particularmente (International Institute for Management Development, 2011; Schwab y Sala-i-Martin, 2011).

No obstante, no se debe olvidar que lograr un departamento competitivo no depende únicamente de la capacidad de la población para hablar inglés y que, por lo tanto, al mismo tiempo se debe trabajar en mejorar la educación en otras áreas, como matemáticas y otras ciencias exactas y naturales, en la construcción de infraestructura y la estabilidad institucional, entre otros factores que contribuyen a hacer una región más competitiva. Asimismo, se debe recordar que este diagnóstico no pretende construir una política de bilingüismo, sino hacer un aporte a la primera etapa en la elaboración de esta, y llamar la atención sobre los puntos que se debe tener en cuenta en su elaboración.

El diagnóstico aquí presentado emplea datos del Censo Ampliado de 2005, disponibles en el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Si bien ya han pasado 7 años tras la aplicación del Censo, este sigue siendo la única fuente de información censal disponible. Es necesario hacer un análisis de la situación del bilingüismo en el Valle del Cauca si se pretende formular una política pública de bilingüismo que sea exitosa al impulsar la competitividad vallecaucana. Por otro lado, esta base de datos aún no se ha empleado para este tipo de análisis regional.

En lo que sigue del documento, se hace un pequeño análisis de la relación entre bilingüismo y competitividad, luego se describen los datos usados para realizar este primer diagnóstico del bilingüismo en el departamento, después se muestran los resultados obtenidos del orden departamental y en el Área Metropolitana, comparando los resultados obtenidos para el Valle del Cauca, el Área Metropolitana de Cali y Buenaventura. Los resultados de los dos primeros se contrastan con los de otros departamentos y ciudades principales del país2. Por último, se presentan los comentarios finales, en los que se incluyen algunas recomendaciones para la elaboración de una política pública de bilingüismo.

 

2. Bilingüismo y competitividad

La Real Academia Española define bilingüismo como ''uso habitual de dos lenguas en una misma región o por una misma persona'' (Real Academia Española, 2001). Sin embargo, este concepto ha generado una amplia discusión en la literatura, donde las definiciones de bilingüismo pueden ser muy laxas o muy estrictas. Bloomfield (1968), por ejemplo, sólo reconoce a una persona como bilingüe si esta controla dos lenguas como lo haría un hablante nativo. Por su lado, Haugen (1972) propone definir bilingüismo partiendo de la premisa de que un individuo puede producir expresiones completas y con significado en otra lengua, sin necesidad de contar con el dominio de la lengua que tendría un hablante nativo.

En esa misma línea, Grosjean (1982) no exige que el dominio del idioma sea igual que el de un nativo, siempre que se usen dos lenguas. En general las definiciones de bilingüismo implican determinar el grado de uso de una segunda lengua y esto involucra problemas metodológicos relativamente complicados si se quiere medir el dominio de un idioma, si bien en la literatura se han propuesto diferentes aproximaciones para hacerlo (p. ej., Ministerio de Educación, 2002).

Más allá de las definiciones y de su operacionalización, es importante destacar el papel que está teniendo la competencia de dominar un segundo idioma (en especial el inglés) como herramienta de competitividad de una región. En Colombia, el Gobierno Nacional está considerando el bilingüismo como un factor indispensable para lograr la competitividad. Ejemplo de ello es el Programa Nacional de Bilingüismo, que busca ''lograr ciudadanos y ciudadanas capaces de comunicarse en inglés, de tal forma que puedan insertar al país en los procesos de comunicación universal, en la economía global y en la apertura cultural, con estándares internacionalmente comparables'' (Ministerio de Educación Nacional, 2004, documento sin numeración).

Si se entiende competitividad como la habilidad de las naciones de crear y mantener un ambiente en el que las empresas puedan competir doméstica e internacionalmente, como lo propone el International Institute for Management Development (IMD) (2011), la competitividad, directa o indirectamente, implica la necesidad de que una proporción grande de la población sea bilingüe. Una estrategia que facilite la comunicación de los nacionales con el resto del mundo y, por ello, la competencia internacional de las empresas nacionales es una estrategia en pro de la competitividad de un país. En este sentido, una política pública de bilingüismo aumenta la competitividad del país.

Si, en cambio, la competitividad se define como el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país, como lo hacen Schwab y Sala-i-Martin (2011) del Foro Económico Mundial, una inversión en el capital humano, como la educación bilingüe, tiene un impacto positivo en la productividad y, consecuentemente, en la competitividad de un país.

Para aclarar este punto, resulta útil entender cómo estos autores miden la competitividad de un país y cuáles han sido los resultados alcanzados por Colombia. El IMD publica el Anuario de Competitividad Mundial, en el que se ordenan 59 países según su nivel de competitividad, dependiendo de cuatro factores principales: desempeño económico, eficiencia gubernamental, eficiencia de los negocios e infraestructura. Cada uno de estos factores se divide en otros cinco subfactores que, a su vez, se dividen en diferentes criterios.

En 2012 Colombia obtuvo el puesto 52 en esta clasificación. Según Carranza (2012), el factor en que el país tiene el peor desempeño es en infraestructura, específicamente en el subfactor educación, en el que Colombia obtiene el último lugar entre todos los países del anuario. Si bien el país tiene un desempeño pobre en todos los criterios que califican la educación de un país, este es particularmente preocupante en lo que respecta a habilidades idiomáticas, pues ocupa el puesto 59 del anuario.

Asimismo, el Foro Económico Mundial calcula el Índice Global de Competitividad. En su versión 2011-2012, este índice mide doce pilares para la competitividad, que se puede clasificar en tres grandes grupos, según la etapa que alcanzan los países al cumplir los pilares que se asocian con ella: factores (instituciones, infraestructura, ambiente macroeconómico y salud y educación primaria), eficiencia (educación superior y capacitación, eficiencia del mercado de bienes, eficiencia en el mercado de trabajo, desarrollo de mercados financieros, adaptabilidad tecnológica y tamaño del mercado) e innovación (sofisticación de las empresas e innovación).

Colombia ocupa el puesto 68 de este indicador, entre los 142 países analizados, y se clasifica como un país en etapa de eficiencia. Como ocurre con el anuario del IMD, el desempeño en educación es pobre, y obtiene el puesto 78 en educación primaria y salud.

En el orden regional, la competitividad se define como la capacidad de una región de atraer recursos de otros territorios (Lotero et al, 2009). De esta manera, una región con la habilidad para comunicarse en inglés facilita el proceso de inversión extranjera directa, lo que le permite atraer más recursos de esta fuente, por ejemplo, incrementando su competitividad.

Estos autores calculan un índice de competitividad para 23 departamentos colombianos, teniendo en cuenta el grado de aglomeración de la actividad económica, las condiciones de acceso a mercados e infraestructura vial y de transporte, la calidad de las instituciones, las condiciones de la geografía que afectan a la productividad y el bienestar de la población y el capital humano. Según este índice, el Valle del Cauca es el segundo departamento más competitivo de Colombia, aunque se encuentra lejos del líder Bogotá. Sin embargo, cuando se hace referencia únicamente al capital humano, el Valle desciende al quinto puesto.

En otro ejercicio, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) construye el Escalafón de Competitividad de los Departamentos de Colombia 2009, a partir Índice Global de Competitividad Departamental. Este indicador tiene en cuenta la fortaleza de la economía, el capital humano, infraestructura, ciencia y tecnología, finanzas y gestión pública y medio ambiente. Debe destacarse que este índice incluye una variable para la población que habla inglés, como parte de habilidades globales del capital humano, de manera similar al índice calculado por el IMD.

De acuerdo con este escalafón, el Valle del Cauca se encuentra en un nivel de competitividad alta, pero está rezagado respecto a Bogotá y a Antioquia. Además, es líder en capital humano, después de Bogotá y de San Andrés. Como resultado del análisis de este indicador, se propone la creación de políticas que hagan énfasis en la acumulación de capital humano, la creación de infraestructura, el fortalecimiento de las finanzas públicas y la integración (Ramírez y Parra-Peña, 2010).

Estas recomendaciones están en línea con lo propuesto por Ortíz y Uribe (2007), quienes recomiendan calificar la fuerza laboral de la región y recuperar la senda de industrialización en el departamento, como medios para lograr un desempeño económico satisfactorio, con empleo y distribución del ingreso.

En este artículo se propone la necesidad de una política pública de bilingüismo, acompañada con esfuerzos privados, como una forma de inversión en capital humano que, dado el perfil sociolingüístico del inglés, genera un panorama prometedor.

Vélez-Rendón (2003) construye un perfil sociolingüístico para los usuarios de inglés en Colombia. Según este perfil, el inglés tiene tres funciones entre sus usuarios colombianos: una instrumental, dado que el inglés es usado como medio de instrucción en salones de clase de colegios, universidades y centros de enseñanza del inglés como lengua extranjera y el Ministerio de Educación Nacional promueve el uso de esta lengua como medio de instrucción; una interpersonal, que es limitada porque está mal visto hablar en inglés con otros colombianos, pero que está en expansión gracias a que los medios convierten este idioma en un símbolo de modernidad y prestigio; y una de innovación lingüística y adaptación, gracias a la cual se adoptan palabras del idioma extranjero en el español colombiano.

Además, el inglés se usa en la academia para obtener información actualizada en el campo de estudio; en el trabajo, para comunicarse con stakeholders en diferentes países; para acceder a mejores puestos de trabajo en las empresas; en momentos de ocio, para acceder a medios de comunicación que sólo se encuentran disponibles en este idioma (Velez-Rendon, 2003).

Para ser competitivo es necesario estar en capacidad de comunicarse con mercados internacionales para acceder a ellos, obtener información actualizada para generar mejoras tecnológicas que aumenten la productividad e incrementar el capital humano, entre otras tareas, como lo permiten entrever las diferentes definiciones de competitividad. En este sentido, el bilingüismo en inglés, que cumple estas funciones, constituye una herramienta para impulsar la competitividad del Valle del Cauca.

Como se ha mencionado, el reconocimiento del inglés como un pilar de la competitividad ya dio origen a una política nacional en Colombia: el Programa Nacional de Bilingüismo 2004-2019. A este se han vinculado alrededor de veinticinco secretarías de educación, entre las que el MEN destaca las iniciativas regionales en bilingüismo que se implementan en Bogotá, Medellín, Caldas, Cesar, Huila y Quindío (Ministerio de Educación Nacional, 2004). Sin embargo, el Valle del Cauca aún no cuenta con un plan que guíe esta política. Apenas en marzo de 2012 el gobernador del departamento sancionó la Ordenanza N.° 345, que establece el proceso mediante el cual se creará la política de bilingüismo Valle Bilingüe.

Un primer paso para avanzar en la formulación de dicha política es entender la situación actual del bilingüismo. Sin embargo, hasta el momento (septiembre de 2012) no se ha hecho tal diagnóstico para el Valle del Cauca. En el orden nacional, Velez-Rendon (2003) concluye que los usuarios de inglés son jóvenes entre 15 y 30 años, concentrados en las tres ciudades principales del país y las ciudades ubicadas en la costa Caribe. Sin embargo, no ofrece datos acerca de cuántas personas tienen competencias en este idioma.

Más recientemente, Sánchez (2012) hace un estudio sobre el bilingüismo usando datos de las pruebas Saber 11, en el que concluye que el bilingüismo es bajo en Colombia. No obstante, las conclusiones de este estudio están restringidas a las personas que terminan los estudios de media académica, que son quienes presentan la prueba Saber 11, y está enfocado en las características de los bachilleres bilingües de la costa Caribe.

 

3. Políticas de bilingüismo en la actualidad

El interés por implementar políticas de bilingüismo del orden departamental no es homogéneo al interior del país. En Bogotá D.C.3, Antioquia, Caldas, Cesar, Huila y Quindío ya se formularon y se ejecutan políticas de bilingüismo, guiadas por el Programa Nacional de Bilingüismo (Alcaldía de Medellín, 2008; Acuerdo N.° 253-Concejo de Bogotá, 2006; Gobernación del Huila, 2009; Ministerio de Educación Nacional, 2007, 2009; Secretaría de educación del Cesar, 2007).

El Valle del Cauca se ha rezagado en materia de políticas públicas que incentiven el bilingüismo. El Valle del Cauca es uno de los departamentos más importantes del país, no sólo porque concentra el 9,6% de la población nacional (cifra reportada por el DANE para 2011), sino porque es uno de los protagonistas en la actividad económica nacional y su internalización. Por ejemplo, el Valle del Cauca representa el 10,2% del PIB, el 13,1% de la producción industrial4 y el 6,2%5 de las exportaciones y posee el puerto colombiano más importante sobre el Pacífico (en Buenaventura). Este puerto se ha convertido en punto logístico estratégico para la penetración en mercados asiáticos y del oeste de Estados Unidos y Canadá.

En el Valle del Cauca las iniciativas de políticas en bilingüismo son pocas. Por ejemplo, el único programa del que se encuentra alguna documentación en el departamento es uno realizado por la Secretaría de Educación Municipal de Cali (la capital del departamento), en alianza con instituciones públicas y privadas. Como parte de este programa, desde 2005 se desarrolla una serie de proyectos en el marco del Programa de Bilingüismo en el municipio Santiago de Cali que buscan, especialmente, fortalecer las competencias de los docentes de educación preescolar, primaria y secundaria, tanto en lo que respecta al dominio del inglés como en los aspectos metodológicos de su enseñanza.

El departamento aún carece de una política pública de bilingüismo que promueva el desarrollo de esta competencia por parte del capital humano, todo con miras a avanzar en la construcción de un Valle del Cauca competitivo. Apenas en marzo de 2012 se sancionó una ordenanza en la que se establecen los lineamientos para la construcción de una política pública de bilingüismo, la Ordenanza N.° 345.

 

4. Descripción de la fuente de los datos empleados

La información del Censo Ampliado de 2005, llevado a cabo por el DANE, permite realizar una aproximación inicial al concepto de bilingüismo. En este censo se encuentra, entre otra, información sobre los habitantes de Colombia, en lo que respecta a las siguientes variables:

- Sexo.
- Edad en años cumplidos.
- Tenencia de hijos: responde si la mujer mayor de 12 años ha tenido algún hijo o hija que haya nacido vivo.
- Uso de computador; responde a la pregunta: ¿sabe utilizar el computador?
- Asistencia a institución educativa: responde si el encuestado se encontraba asistiendo a algún preescolar, escuela, colegio o universidad en el tiempo de aplicación del censo, o no.
- Pertenencia étnica: grupo étnico con el que se identifica la persona censada, de acuerdo con su cultura, su pueblo o sus rasgos físicos.
- Situación laboral: responde a la actividad económica realizada por la persona censada durante la semana anterior a la aplicación del censo.
- Suficiencia de ingresos; corresponde a la respuesta a: usted considera que los ingresos mensuales de su hogar:

1. ¿Son suficientes para cubrir los gastos básicos del hogar?
2. ¿Son más que suficientes para cubrir los gastos básicos del hogar?
3. ¿No alcanzan para cubrir los gastos básicos del hogar?

Además se preguntó a cada uno de los miembros del hogar: ''¿Habla inglés?''. Esta pregunta permitirá, de manera imperfecta, determinar si un individuo tiene algún grado de dominio del inglés. Si bien no existe ninguna forma de constatar la veracidad de la respuesta de los individuos a quienes se aplicó el Censo Ampliado de 2005, y mucho menos su grado de dominio del inglés, la variable ''habla inglés'' es la mejor aproximación que se tiene en la actualidad para conocer, a nivel censal, si existe o no un dominio de dicha segunda lengua.

Por ello, en esta aproximación al estudio del bilingüismo en el Valle del Cauca, se supondrá que la primera lengua adquirida o la lengua materna en los departamentos estudiados es el español, y que responder afirmativamente a la pregunta ''¿habla inglés?'' implica, en cierto grado, la capacidad de comunicar ideas en dicho idioma. Al cruzar estas variables con la respuesta a la pregunta ''¿habla inglés?'', es posible obtener una caracterización sociodemográfica y económica de la población bilingüe en el departamento6.

Para continuar con la descripción de los datos, es necesario precisar lo que se entiende en este estudio como tasa de bilingüismo y como tasa de participación. La tasa de bilingüismo hace referencia al número de personas que dicen hablar inglés por cada mil habitantes. Se calcula al dividir el número de personas que declaran hablar inglés y tienen una característica particular entre el número total de personas que tienen dicha característica. Por ejemplo, la tasa de bilingüismo entre las mujeres se calcula como la razón entre el número de mujeres que dicen hablar inglés y el total de mujeres.

Por su parte, la tasa de participación es la proporción de personas bilingües con una característica determinada en el total de personas que dicen hablar inglés. Se calcula como la razón entre las personas bilingües con una característica determinada y el total de personas que hablan inglés. Por ejemplo, la tasa de participación de las mujeres en la población bilingüe se calcula como la razón entre las mujeres bilingües y el total de personas bilingües7.

 

5. Bilingüismo en el Valle del Cauca

Según el Censo de población de 2005, el Valle del Cauca contaba 3.285.864 habitantes de 10 años o más en sus 42 municipios8. De esta cantidad, 132.346 declararon hablar inglés, es decir, el 4,03% de la población del departamento dice hablar este segundo idioma. De esta proporción que dice hablar la segunda lengua, la mayoría (el 57,65%) son hombres, y es en esta población que se encuentra la tasa de bilingüismo más alta, con 49.35 hombres que declaran hablar inglés por cada mil habitantes (fig. 1). Esta tasa también es más alta para los hombres en la mayoría de los municipios del departamento, con excepción de Ansermanuevo, Calima, Candelaria, Guacarí, La Cumbre, Restrepo, Riofrío, Ulloa, Vijes y Yotoco.

 

Al considerar a las mujeres mayores de 14 años, se encuentra que la tasa de bilingüismo es menor para entre las que han tenido al menos un hijo nacido vivo y, a excepción de Ansermanuevo, Bolívar, Caicedonia, Restrepo, Sevilla, Versalles y Vijes, la participación de quienes han sido madres entre las mujeres bilingües mayores de 14 años es inferior al 50%.

En cuanto a la distribución de la población por edades, se encuentra que la bilingüe es predominantemente joven. Alrededor del 53% de la población bilingüe es menor de 30 años y las tasas de bilingüismo más altas (con más de 50 personas que hablan inglés por cada mil habitantes en cada grupo de edad) se encuentran en la población entre los 15 y los 29 años (fig. 2). Esta distribución varía en algunos municipios: en Argelia, por ejemplo, la tasa de bilingüismo más alta corresponde a las personas de 50-54 años.

 

Respecto a la situación laboral, se encuentra que alrededor del 52% de la población bilingüe pertenece a la categoría laboral trabajó, resultado que se replica en la mayor parte de los municipios. No obstante, la tasa de bilingüismo más alta se encuentra entre los estudiantes, cuya tasa de bilingüismo es de 60,19 cada mil habitantes (fig. 3). Este último resultado varía entre municipios.

 

Si se considera la pertenencia étnica de los habitantes bilingües, se encuentra que la categoría étnica con mayor tasa de bilingüismo es Raizal de San Andrés y Providencia; no obstante, las personas pertenecientes a este grupo étnico sólo representan el 0,039% de la población departamental. Así, en la mayor parte de los municipios la tasa de bilingüismo más alta se encuentra entre la población sin ninguna filiación étnica particular.

Se evidencia también que la población que asiste a una institución educativa tiene una mayor tasa de bilingüismo que la que no, con Obando como única excepción. De otro lado, para todos los municipios se encuentra que la población que usa computador tiene una mayor tasa de bilingüismo que la que no.

Finalmente, la tasa de bilingüismo más alta se encuentra en las personas provenientes de hogares cuyos ingresos son más que suficientes para cubrir gastos básicos y el 51% de la población bilingüe proviene de hogares cuyos ingresos son suficientes para cubrir gastos básicos. Únicamente en el caso de Toro la tasa de bilingüismo más alta corresponde a personas provenientes de hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir gastos básicos. Sin embargo, dado que en algunos municipios gran parte de la población pertenece a esta categoría de ingresos, es posible encontrar que la participación más alta en la población bilingüe corresponde a personas provenientes de hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir gastos básicos.

 

6. Valle del Cauca en comparación con otros departamentos

En Colombia, 1.261.884 personas de 10 años o más declaran hablar inglés, de lo que se deduce que 38,5 personas hablan esta segunda lengua por cada mil habitantes en el país. La tasa de bilingüismo en la capital del país es de 94,84 cada mil habitantes, mientras que en el Valle del Cauca es de 40,28. Si bien esta tasa es superior a la de Antioquia (35,7), Caldas (32,15), Bolívar (31,93) y Santander (28,08), es inferior a la de Atlántico (42,14) y la de Bogotá (fig. 4).

 

Tanto en Bogotá D.C. como en estos departamentos, se encuentra que la mayoría de la población bilingüe es de sexo masculino. Además, las tasas de bilingüismo más altas se encuentran entre las personas de 15-29 años de edad, por lo que puede afirmarse que la población bilingüe es relativamente joven. Finalmente, si se suma la participación de la población bilingüe clasificada en las categorías trabajó y estudió y no trabajó ni buscó trabajo, se tiene que más del 70% de la población bilingüe de Bogotá, Antioquia, Caldas, Bolívar, Santander y Atlántico pertenece a las situaciones laboral trabajó o estudió y no trabajó ni buscó trabajo. Las tasas de bilingüismo para estas categorías también son las más altas en estos departamentos y la capital.

 

7. Bilingüismo en el Área Metropolitana de Cali

Según el Censo de población de 2005, en Cali y su Área Metropolitana9 se registraron 2.197.598 habitantes con 10 años de edad o más10, de los que 114.149 declararon hablar inglés, lo que representa el 5,2% de la población en estos municipios. Esto implica que la proporción de personas que hablan inglés en el Área Metropolitana de Cali es mayor que la proporción de personas bilingües en la totalidad del departamento.

La tasa de bilingüismo más alta del Valle del Cauca se encuentra en Cali y la más baja, en Vijes; en la primera hablan inglés 58,6 personas cada mil habitantes, mientras que en la segunda se cuentan apenas 7,4.

El 57,5% de la población que declara hablar la segunda lengua son hombres. A excepción de Candelaria, La Cumbre y Vijes, que la mayoría de las personas bilingües sean hombres se replica en los municipios del Área Metropolitana de Cali. También ocurre que la tasa de bilingüismo es más alta entre los hombres (fig. 5).

 

Con respecto a la distribución de la población bilingüe por edades, la tasa de bilingüismo más alta se encuentra en la población de 15-19 años. Además, el 53,52% de las personas bilingües son menores de 30 años, por lo que puede decirse que la población bilingüe es relativamente joven (fig. 6).

 

8. Santiago de Cali en comparación con otras capitales

La tasa de bilingüismo en Santiago de Cali es de 58,64 personas que declaran hablar inglés por cada mil habitantes, inferior a la de Bogotá (94,84). La tasa de bilingüismo de la capital del Valle del Cauca también está por debajo de las tasas de bilingüismo de Barranquilla (66,31) y Manizales (59,82), pero supera las tasas de bilingüismo de Medellín (56), Cartagena (57,57) y Bucaramanga (48,27).

En la figura 7 se muestran estas tasas de bilingüismo y se comparan con la media nacional, ilustrada por la línea vertical negra. En estas capitales se encuentra que la tasa de bilingüismo es más alta entre los hombres, así como lo es la participación de la población masculina entre las personas que declaran hablar inglés.

 

Al considerar la distribución de la población bilingüe por edades, se encuentra que las tasas de bilingüismo más altas en estas capitales se encuentran en la población de 15-19 años. También se encuentra que la mayoría de la población bilingüe es menor de 30 años, por lo que puede decirse que la población bilingüe en las capitales es relativamente joven. Finalmente, en cuanto a la situación laboral de la población bilingüe, se encuentra que la tasa de bilingüismo más alta está asociada a las categorías estudió y no trabajó ni buscó trabajo. Además, la mayor parte de la población bilingüe trabajó o estudió y no trabajó ni buscó trabajo.

 

9. Bilingüismo en Buenaventura: ''puerta al Pacífico''

Según el Censo de población de 2005, el municipio de Buenaventura contaba 241.472 habitantes. De esta cantidad, 6.576 reportaron hablar inglés, es decir, el 2,72% de la población. De esta proporción que dice hablar la segunda lengua, 4.099 son hombres, lo que representa el 62,33% de la población bilingüe del municipio. La tasa de bilingüismo por sexos se muestra en la figura 8.

 

Si sólo se considera a las mujeres mayores de 14 años, se encuentra que las que han tenido al menos un hijo nacido vivo y que además hablan inglés representan el 34,3% del total de mujeres mayores de 14 años que hablan dicho segundo idioma (aunque resulta necesario mencionar que la subpoblación de mujeres mayores de 14 años que hablan inglés en Buenaventura es bastante reducida: el 2,1% de las mujeres de 14 años).

Al considerar la distribución por edades de la población que dice hablar inglés, se observa que la mayor tasa de bilingüismo se presenta en la franja de 55-59 años, con una tasa de 36,94 cada mil habitantes. Esta franja se sigue muy de cerca de los habitantes bilingües de 35-39 años y 30-34 años.

Es importante anotar que en la franja de 15-29 años se contabilizan 2.571 habitantes que hablan inglés, lo que equivale al 39,1% de la población bilingüe de la ciudad. En otras palabras, a partir de los datos reportados por el censo de 2005, se puede concluir que la mayor parte de la población bilingüe en Buenaventura es relativamente mayor (fig. 9).

 

Si además se considera la pertenencia étnica de los habitantes bilingües, se encuentra que la mayoría no están clasificadas en una categoría étnica en particular, pero poseen una tasa de bilingüismo alta (44 cada mil habitantes) comparada con otras subpoblaciones a las que sí se puede clasificar por dichas categorías.

Al analizar la situación laboral de la población bilingüe en Buenaventura, se encuentra que la proporción más grande de personas que dicen hablar inglés corresponde a la categoría trabajó, con una participación del 52,05% del total de bilingües en Buenaventura. A esta categoría le sigue estudió y no trabajó ni buscó trabajo (15,3%). Asimismo, la tasa de bilingüismo más grande por categoría laboral corresponde a buscó trabajo por primera vez: hablan inglés 73 de cada mil individuos clasificados en la categoría (fig. 10).

 

Finalmente, se encuentra que la mayor proporción de la población bilingüe proviene de hogares cuyos ingresos no alcanzan para cubrir gastos básicos, con una participación del 60,99% del total de bilingües en Buenaventura. Haciendo referencia a las tasas de bilingüismo en cada categoría de ingresos, se observa que la mayor tasa corresponde a individuos que viven en hogares en que los ingresos son más que suficientes para cubrir gastos básicos, con una tasa de 71 bilingües cada mil habitantes.

Estos resultados son bastante preocupantes, en cualquier ciudad, pero especialmente tratándose de la ciudad que alberga uno de los principales puertos del país. La tasa de bilingüismo de Buenaventura (27,2) se encuentra muy por debajo de la del departamento (40,3) y la del Área Metropolitana de Cali (52). Además, se encuentran rasgos más marcados de desigualdad por sexo y nivel de ingresos, y a esto se agrega una población bilingüe bastante mayor que en el Valle del Cauca y el Área Metropolitana de Cali.

 

10. Comentarios finales: hacia una política de bilingüismo

Los resultados de este primer acercamiento al bilingüismo dan muestra de una disponibilidad considerablemente baja de personas con la competencia de hablar inglés, acompañada de ciertos rasgos de desigualdad asociada al sexo, la edad, el nivel de ingresos y el origen étnico. Estas características son importantes al momento de orientar una futura política de bilingüismo para el Valle del Cauca.

Dado que el dominio de un segundo idioma, en particular el inglés, se ha convertido en una herramienta imprescindible para enfrentar los desafíos y las oportunidades globales, lo que lo convierte en un factor clave para el desarrollo de una región competitiva, es tarea del sector público innovar en políticas que permitan crear condiciones de igualdad al mismo tiempo que se avanza en la educación de un mayor número de personas, de tal forma que el bilingüismo sea una herramienta para la construcción de una región mucho más competitiva.

Para que ello sea posible, es recomendable ampliar este primer diagnóstico, que parte de información disponible previamente no analizada. Para continuar con el diagnóstico, será necesario recolectar información que permita clasificar a la población del Valle del Cauca según sus niveles de dominio del segundo idioma. A partir de esta información, es posible hacer un seguimiento permanente de la situación de bilingüismo en el departamento, definir líneas de acción e implementar políticas efectivas.

Ahora bien, contando con un diagnóstico y siguiendo a Shohamy (2009) y Nunan (2003), es posible establecer que, para que una política pública de bilingüismo sea efectiva, deben definirse claramente cuestiones como:

- Propósitos de aprendizaje: necesidades de los aprendices.
- Principios que guían el currículo de enseñanza.
- Edad adecuada para iniciar el aprendizaje de la lengua.
- Mecanismos especiales para grupos susceptibles de discriminación (mujeres, personas mayores de 30 años, grupos étnicos, personas de bajos ingresos).
- Intensidad de instrucción en la lengua extranjera.
- Lengua(s) que se debe enseñar a los aprendices pertenecientes a grupos inmigrantes e indígenas.
- Cantidad de lenguas que los estudiantes deberían aprender en las escuelas.
- Métodos de enseñanza.
- Tipo de profesores en lenguas encargados de la enseñanza.
- Material didáctico usado para alcanzar las metas propuestas, incluyendo uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
- Modo de evaluación.
- Método de seguimiento a la política.

Al determinar estas cuestiones, Nunan (2003) destaca la importancia de reconocer que, para que las políticas lingüísticas educativas funcionen, se necesitan profesores cualificados en la enseñanza del idioma inglés (lo que no sólo requiere dominio del idioma, sino también competencias para la enseñanza) y los estudiantes deben ser expuestos a una interacción comunicativa auténtica en el idioma, con suficiente intensidad y duración, mientras que Shohamy (2009) resalta la necesidad de incluir a los profesores de lenguas en la elaboración de las políticas lingüísticas realistas, pues son ellos quienes conocen cómo se ejecutan los procesos de aprendizaje en el aula.

Lo anterior ha sido problemático en el cumplimiento del Programa Nacional de Bilingüismo, pues la percepción general es que los docentes no fueron tenidos en cuenta en la elaboración de esta política (Cárdenas, 2006; Shohamy, 2009; Sánchez y Obando, 2008).

Sin embargo, la capacitación docente es un problema que ha recibido mayor atención del gobierno central y de la Secretaría de Educación del municipio de Cali durante la pasada administración, que ha sido apoyada por el sector privado, con programas como Formación de maestros en inglés (2009-2011), Proyecto de bilingüismo Segundo Idioma Nueva Generación-SING (2009-2010), Formación en didáctica a docentes de inglés (2009-2010), Desarrollo de competencias básicas en inglés (2007), Formación y desarrollo profesional docente en inglés (2005-2006) y Talleres Regionales de inmersión cultural en inglés-Énfasis Habilidad Oral (2005) (Rangel, 2011).

En todo caso, una política de formación en competencias en el dominio de un segundo idioma deberá ser un esfuerzo continuo y extenso de toda la sociedad vallecaucana. Sin embargo, los resultados sólo serán observables en el mediano y largo plazo, como ha ocurrido en otros lugares del mundo como Singapur (véase Dixon, 2009, para una discusión de las externalidades que trajo consigo el programa de bilingüismo en Singapur sobre los resultados en pruebas estandarizadas en otras áreas como las matemáticas y las ciencias).

Este estudio es un primer paso para brindar información que permita consolidar una política de bilingüismo por un Valle del Cauca con un alto nivel de capital humano y capacidad para desarrollar tecnología e infraestructura, que permita hacer del departamento una región competitiva a escala nacional y global. Siempre teniendo presente que este es tan sólo un paso en uno de los caminos que se puede y se debe abordar para que, en los próximos años, los índices de competitividad reflejen una región con una enorme capacidad de captar recursos y generar bienestar y desarrollo para toda su población.

 

Financiación

Beatriz Gallo recibió apoyo del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación ICFES. Las opiniones, tesis y argumentos expresados son de propiedad exclusiva de los autores y no representan el punto de vista del Instituto. Giselle Torres es Joven Investigador del programa Jóvenes Investigadores e Innovadores ''Virginia Gutiérrez de Pineda'' de COLCIENCIAS.

 


NOTAS

1. Hasta donde llega el conocimiento de los autores, no existe un análisis previo de la población bilingüe de cobertura censal.

2. Para hacer estas comparaciones se hacen pruebas de igualdad de proporciones con un nivel de confianza del 99,9%. En todos los casos se rechaza la hipótesis nula de igualdad de proporciones. Los resultados de estas pruebas se muestran en los anexos.

3. En las estadísticas oficiales se reporta Bogotá Distrito Capital como si fuera un departamento; así, en todo el documento se la tratará indistintamente como ciudad o como departamento.

4. Ambas cifras corresponden a 2010, a precios constantes de 2005 (DANE, 2012).

5. Esta cifra corresponde a las exportaciones de 2010 (Banco de la República, 2012).

6. Sólo se realiza el cruce de la variable que identifica a las personas que hablan inglés con una de las anteriormente listadas al mismo tiempo. Esto ocurre porque el Sistema de Consulta Información Censal (DANE, 2005) permite únicamente comparar dos variables al mismo tiempo. Es decir, no es posible realizar el cruce para las variables sexo, edad y habla inglés, por ejemplo, por lo que tampoco es posible construir pirámides poblacionales para la tasa de bilingüismo.

7. Para realizar todas las comparaciones que se presentan en las próximas secciones, se realizan pruebas de igualdad de proporciones con un nivel de confianza del 99,9%. En todos los casos se rechaza la hipótesis nula de igualdad de proporciones. Los resultados de estas pruebas se muestran en los anexos.

8. valor reportado en el Sistema de Consulta de Información Censal del DANE que no coincide con la cifra del Informe de Resultados de Ajuste Censal [30 de junio de 2005], dado el proceso de conciliación efectuado tras realizar el censo.

9. El área metropolitana de Cali (conformada por los municipios de Santiago de Cali, Palmira, Yumbo, Jamundí, Candelaria, La Cumbre, Vijes y Florida)

10. Nuevamente, esta cifra corresponde al valor del Sistema de Consulta de Información Censal del DANE, que no coincide con la reportada en el Informe de Resultados de Ajuste Censal (30 de junio de 2005), dado el proceso de conciliación efectuado tras realizar el censo.


 

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ANEXOS

Pruebas de igualdad de proporciones para las tasas de bilingüismo


Se realizaron tests de igualdad de proporciones para probar si la tasa de bilingüismo era significativamente diferente entre las diversas categorías de una variable. De esta manera, la hipótesis nula es la igualdad de proporciones entre los grupos de una misma variable (p. ej., si la tasa de bilingüismo es la misma en varones y mujeres, para la variable género) y la hipótesis alternativa es que al menos uno de los grupos de esa variable tiene una proporción diferente.