EL FUNCIONAMIENTO DE LAS EMPRESAS SOLIDARIAS DE SALUD (ESS): RECOMENDACIONES PARA MEJORAR SU EFICACIA Y EFICIENCIA, RESULTANTES DE UN ESTUDIO EVALUATIVO1

BERNARDO BARONA Z.

PhD., Director de la Carrera de Contaduría Pública y Finanzas Internacionales, de la Universidad Icesi. Dirección electrónica: bbarona@icesi.edu.co


INTRODUCCIÓN

Las ESS son organizaciones creadas en 1993 con el fin de cumplir dos propósitos fundamentales: gestionar la adquisición por parte de las comunidades de servicios de salud financiados mediante el subsidio directo otorgado por el Estado para este fin, y facilitar la organización y desarrollo de las comunidades a través de la difusión de la cultura de la solidaridad.

En el primer semestre de 1998, el Centro de Investigaciones en Desarrollo, Cimder, adscrito a la Universidad del Valle, ganó un concurso público para adelantar una evaluación comprensiva del funcionamiento de este tipo de organizaciones. En este documento se presentan algunas reflexiones de uno de los autores de la evaluación citada. El centro de interés aquí son los resultados del componente económico del mencionado estudio. Aunque la mayor parte de las recomendaciones presentadas están incorporadas al Informe Final presentado por el Cimder al Ministerio de Salud, en este artículo se presentan algunas sugerencias adicionales, fruto de reflexiones propias y discusiones con estudiantes, posteriores a la entrega del Informe.

El artículo se ha organizado de la manera siguiente: en la sección primera se presenta una breve reseña del marco conceptual que sirvió de base para la evaluación de la dimensión económico/financiera de las organizaciones; en la sección segunda se resume la situación del régimen subsidiado de salud y de las ESS a la fecha en que se realizó el estudio; a continuación se describen los métodos que se emplearon para recolectar la información; en la parte cuarta, de resultados, análisis y recomendaciones, se listan los hallazgos de los diferentes tópicos examinados siguiendo un esquema de números romanos; al final de cada tópico se presentan una o varias recomendaciones, doce en total, relacionadas con éste, las cuales se relacionan con las letras a hasta l. En las secciones quinta y última se plantean algunos comentarios relacionados con la presencia de externalidades en la operación de las Empresas Solidarias de Salud.

1. Punto de vista acerca de las organizaciones

Los factores que inciden sobre el desempeño de una organización se pueden agrupar en cinco categorías: (i) los elementos económicos, políticos y sociales del entorno, (ii) el contexto institucional; (iii) la red de organizaciones que tienen relación directa con la tarea o tareas que ésta debe llevar a cabo; (iv) la organización y ; (v) los recursos humanos (Grindle and Hildebrand). Este artículo se centrará en la discusión del grado en que las organizaciones (numeral iv) están realizando adecuadamente sus funciones; especial énfasis se les dará a los factores que tienen que ver con la gerencia financiera de las ESS.

1.1 La organización

El desempeño de una organización que opera en el sector social se puede evaluar de muchas maneras diferentes. En este estudio, empleando conceptos de amplia aceptación en el campo de la salud pública (Donabedian; Paganini; para una muestra de otros enfoques alternativos ver Luft; Berman, Weeks and Kukla; Carter, Klein and Day), las ESS se evaluaron en términos de su estructura, sus procesos y sus resultados. Este artículo se focaliza en las categorías de evaluación primera y tercera anteriormente listadas (estructura y resultados).

A pesar de que son varios los elementos que se podrían incluir en la evaluación de la estructura, por simplicidad aquí solamente se consideraron la organización jurídica de la empresa, que en este caso es una firma sin ánimo de lucro2 y el sistema de incentivos, tan apreciado en el análisis de los economistas. Para la evaluación de resultados en lo que tiene que ver con la función de Administradora del Régimen Subsidiado de las ESS, se tomaron los criterios de acceso, eficiencia y calidad empleados por Schlesinger, Marmor & Smithey S, M & S-(1987). En aras de la brevedad solamente se analizarán en este artículo los aspectos relacionados con la eficiencia (en el Informe Final del Cimder los aspectos de acceso (cobertura) y calidad reciben amplia consideración.).

2. Situación del régimen subsidiado de salud y de las ESS a la fecha de la evaluación del Cimder

2.1 Algunas cifras relacionadas con las ESS

2.1.1 Recursos financieros del Régimen Subsidiado

De acuerdo con datos del Ministerio de Salud (República de Colombia, Ministerio de Salud, Informe de Actividades, 1997), el total de recursos disponibles en el Régimen Subsidiado ascendió en 1996 a la suma de 468.589 millones de pesos y a 742.083 en 1997 (crecimiento del 58%). Estos recursos provinieron principalmente de la Subcuenta de Solidaridad del fondo de Solidaridad y Garantías (casi el 50%), de los aportes municipales con los recursos provenientes de la participación en los ingresos corrientes de la nación (aproximadamente el 40%), de la transferencia de los recursos del subsidio de oferta al subsidio de demanda, y del aporte de las Cajas de Compensación Familiar.

2.1.2 Número de afiliados

A octubre de 1997 el Régimen Subsidiado contaba con aproximadamente 6.44 millones de afiliados de los cuales 2.93 millones (45.5%) estaban afiliados a 16 EPS, 1.27 millones (19.7%) a 50 Cajas de Compensación Familiar y 2.24 millones (34.8%.) a 175 Empresas Solidarias de Salud (Cárdenas, 1998: 29) (En reportaje concedido a la prensa a finales de julio de 1998, la ministra de Salud de aquel entonces informó que el número de afiliados a Régimen Subsidiado ascendía a 8.107.826. El Tiempo, Julio de 1998, p. 69).

2.1.3 Número y tamaño de ESS

A finales de 1997 existían en el país 175 ESS distribuidas en 28 departamentos. 155 empresas (el 65.7%) contaban entre cinco mil y veinte mil afiliados; 33 (el 18.9%) tenían menos de 5.000 afiliados, en tanto que 24 (el 13.7%) tenían entre 20.000 y 50.000, y 3 (el 1.7%) más de 50.000 afiliados. La más pequeña contaba con sólo 500 afiliados, en tanto que la más grande registraba 172.763.

2.1.4 El Régimen Subsidiado y las Empresas Solidarias de Salud3

Es beneficiaria toda la población pobre y vulnerable, que no tiene capacidad de pago para cotizar al Régimen Contributivo y, en consecuencia recibe subsidio total o parcial para completar el valor de la Unidad de Pago por Capitación Subsidiada, UPC - S4.

Mecanismos de identificación de potenciales beneficiarios

La identificación de los posibles beneficiarios del Régimen Subsidiado (RS) se debe hacer en todos los municipios del país mediante aplicación del Sistema de Selección de Beneficiarios de Programas Sociales (SISBEN). La aplicación de este Sistema, su implementación y administración estarán a cargo del Alcalde del respectivo municipio.

Selección de nuevos beneficiarios

Las Alcaldías elaborarán la lista de potenciales afiliados del Régimen Subsidiado con base en la información obtenida, según lo dispuesto en los artículos 3,4 y 5 del Acuerdo 77 del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud y la estimación de recursos disponibles para cada período de contratación.

Período de afiliación y libre escogencia de la ARS

El período de afiliación a una ARS será de un año. Todos los afiliados tienen el derecho de libre elección de ARS. El afiliado podrá trasladarse libremente de administradora cuando se cumpla cada período de afiliación, de acuerdo con un procedimiento establecido en el Acuerdo 77.

Carnetización de afiliados

Toda la población afiliada al RS deberá identificarse mediante el carnet que le expida la respectiva ARS y entregue de manera indelegable.

Una vez la Alcaldía o la Dirección de Salud verifique el listado de afiliados entregado por las ARS, procederá a suscribir los respectivos contratos de administración de subsidio, los cuales se regirán por el derecho privado.

Pago a las ARS

Los pagos de las entidades territoriales a las ARS deberán efectuarse por anticipado. Las entidades territoriales no podrán dilatar el pago so pretexto de incumplimiento de las ARS.

Las Empresas Solidarias de Salud, ESS.

En 1993, con aportes principalmente del Gobierno Nacional y en ocasiones de los Gobiernos Departamentales, y con contrapartidas de los gobiernos municipales, se inició el proceso de promoción y organización del programa de ESS. Posteriormente, al ser promulgada la Ley 100 a finales de 1993, la cual creó dos regímenes de Seguridad Social en Salud, el contributivo y el subsidiado, las Empresas Solidarias de Salud pudieron entrar a participar en este como administradoras preferenciales del Régimen Subsidiado. Para esto los requisitos establecían que las ESS debían acreditar ante la Superintendencia Nacional de Salud los siguientes requisitos:

2.2 Los factores organizacionales

2.2.1 La estructura jurídica

A finales de 1997 el 53% de las ESS eran Asociaciones Mutuales, el 38% Cooperativas y el restante 9% habían adoptado otras formas como Corporaciones y Fondos. Las Asociaciones Mutualistas se rigen por el Decreto 1480 de 1989 en tanto que las Cooperativas lo hacen por la Ley 79 de 1988.

La ley 79 establece que las Cooperativas serán de responsabilidad limitada y que se limita la responsabilidad de los asociados al valor de sus aportes y la responsabilidad de las cooperativas para con terceros, al monto del patrimonio social (Art. 9). También establece que ninguna persona natural podrá tener más del 10% de los aportes sociales de una cooperativa y que ninguna persona jurídica más de cuarenta y nueve por ciento de los mismos (Art.5).

El Consejo de Administración, en el caso de las Cooperativas, y la Junta Directiva en el caso de las Asociaciones Mutuales, son los órganos permanentes de administración, ambos subordinados a las directrices y políticas de la asamblea general. Estas dos formas de organización deben contar con revisores fiscales y, adicionalmente, las cooperativas con Juntas de Vigilancia y las Asociaciones Mutuales con Juntas de Control Social. Tanto las Asociaciones Mutuales como las Cooperativas estarán sujetas a la inspección y vigilancia del Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas (Dancoop) y en el caso de las ESS al de la Superintendencia de Salud.

Número de asociados. En las 165 ESS visitadas durante la evaluación el número mínimo de asociados que se encontró fue de 16, inferior al mínimo establecido por la Ley 20 para el caso de cooperativas y 25 para Asociaciones Mutuales y el máximo de 20.619.

3. Métodos para recolectar la información

Los métodos que se emplearon para recolectar la información y apoyar el análisis fueron esencialmente dos:

(i) Visitas a 165 ESS dispersas en todo el territorio colombiano. Este parte se adelantó en cumplimiento del contrato con el Ministerio de Salud que ganó el Cimder en concurso público, para evaluar a las Empresas Solidarias de Salud, y permitió obtener indicadores de estructura, proceso y resultados mencionados en la sección de marco teórico.

(ii) Análisis de los instrumentos diligenciados por los profesionales de campo así como las copias de los documentos que estos recolectaron, particularmente de los planes de desarrollo y los estados financieros correspondientes al año 1997.

En esta parte del estudio se procesó estadísticamente la información y se obtuvo para cada una de las ESS una calificación y un puesto basados en ésta. La calificación se elaboró mediante una ponderación subjetiva de las diferentes calificaciones obtenidas en cada uno de los indicadores de proceso y resultado (como se recordará, el único indicador de estructura analizado fue la organización jurídica y en éste todas las ESS tenían la misma calificación, puesto que todas eran sin fines de lucro, principalmente cooperativas y asociaciones mutuales).

4. Resultados, análisis y recomendaciones

A. Evaluación de Estructura

4.1 Organización jurídica

Las formas jurídicas adoptadas por las ESS ofrecen ciertas ventajas para su operación pero también algunas falencias.

Ventajas de las formas cooperativas y mutuales en el sector salud

Es bien conocido que el mercado de prestación de servicios de salud adolece de varias fallas que hacen que en estos la solución del libre juego de la oferta y la demanda no sea la mejor (Enthoven; Hsiao). En este contexto las organizaciones sin ánimo de lucro surgen como mecanismos atractivos para combinar las ventajas que se pueden obtener de la operación de la competencia con la minimización de los problemas que tiene en el sector la operación de empresas motivadas principalmente por el lucro. A manera de ejemplo, es teóricamente factible que una empresa sin ánimo de lucro sea menos propensa a buscar mayores ganancias seleccionando de manera no aleatoria la población de afiliados privilegiando a las personas jóvenes y sanas (riesgo de selección).( Aunque el valor de la UPC que recibe cada ARS por persona asegurada se ajusta por factores de edad y sexo, el relativo poco conocimiento que se tiene al momento de la relación entre las características del individuo y el gasto médico (Hsiao; Schlesinger) hace que el problema del riesgo de selección siga latente).

Otra ventaja tiene que ver con el comportamiento del personal médico (principal componente del costo de la prestación de servicios): se ha documentado que dicho personal tiende a no excederse en los tratamientos cuando consideran que los ahorros que se generen tendrán un beneficio social, en contraste con la conducta que muestran cuando creen que estos irán a engrosar las arcas de los inversionistas privados (Schlesinger, Marmor and Smithey).

Otro factor que favorece a las entidades sin ánimo de lucro tiene que ver con la calidad de los servicios prestados. Manteniendo otros aspectos constantes, la calidad de los servicios prestados depende en alto grado de los insumos consumidos en la prestación de los servicios (o sea del costo). Cuando la presión por obtener utilidades es muy fuerte, el peligro de disminuir la calidad se vuelve más inminente. En el caso de la actividad de aseguramiento de salud, sus características hacen que la evaluación de calidad sea particularmente complicada. Esta dificultad se acentúa en el régimen subsidiado en Colombia por las personas que se benefician de éste, que al no haber tenido antes el servicio cualquiera les puede parecer bueno, y por la incapacidad reiterativa del Estado para controlar aspectos tan sutiles y complejos como estos. Al eliminar la presión por obtener utilidades, se reduce el apremio por disminuir la calidad.

(El profesor Gray sugiere otro aspecto relacionado y tal vez más polémico: que las personas que se vinculan a entidades sin ánimo de lucro tienen motivaciones diferentes a las restantes y que por esta razón la probabilidad de que se dejen atraer por actividades fraudulentas es menor (Gray)).

A estas ventajas de las formas jurídicas sin ánimo de lucro en el sector hay que añadir la que tienen para inducir cambios en la cultura y la conducta de la población en general, el otro gran propósito de las ESS.

Esta es ampliamente reconocida por la comunidad académica (Gray; Austin: 132/4; Ostrom, Schroeder and Wynne). Colombia, de otra parte tiene una larga tradición con este tipo de empresas (Arango) las cuales parecen ser más afines con sus ideologías y creencias y por lo tanto, son más propicias para obtener el apoyo de la comunidad, que las que exhiben el lucro como su principio motor.

Puntos débiles de la organización sin ánimo de lucro

En primer lugar, el estatus de propietario con derecho residual restringido sobre los excedentes que genera la organización y, principalmente, la norma de una persona = un voto, constituyen incentivos de más bajo poder (frente a los que tienen las organizaciones en las que el voto es proporcional a los aportes de capital y los propietarios tienen mayor discreción sobre los excedentes o utilidades generados) para controlar el desempeño de la gerencia y los empleados del ente cooperativo. Consecuentemente es de esperarse una menor preocupación por la eficiencia organizacional, lo cual puede retardar el crecimiento y desarrollo de estas empresas, y, en casos extremos, conducir a su insolvencia financiera y posterior liquidación.

En segundo lugar, estas organizaciones generalmente adolecen del barómetro último del éxito empresarial, la medida de utilidad. La cifra de ganancia o pérdida en las empresas con fines de lucro es simultáneamente indicador de eficiencia y eficacia. En la mayor parte de Organizaciones sin ánimo de lucro no existe medida equivalente que indique que también está alcanzando sus metas y utilizando los recursos a ella confiados. Este es un problema que parece ser particularmente álgido en el caso de empresas del sector salud (Teisberg, Porter y Brown).

En tercer lugar, muchas de estas organizaciones operan en sectores o subsectores en los que son prácticamente monopolios. La ausencia de la disciplina que impone el mercado induce a que con frecuencia se presente desperdicio y negligencia con respecto al control de los costos (se ha detectado que en muchos casos otorgan remuneraciones excesivas a sus ejecutivos, los cuales, con frecuencia se disfrazan en forma de extras como asignación de vehículos, financiación de viajes, etc), y son sometidas por sus directivos a riesgos excesivos5.

Otras limitaciones que se han documentado incluyen: la menor capacidad para conseguir el capital necesario para crecer (Schlesinger, Marmor and Smithey), la mayor dificultad para atraer y retener talento gerencial de nivel comparable al de las organizaciones capitalistas, y la reticencia de los fundadores, observada en muchos casos, para compartir con nuevos cooperados los beneficios.

Recomendaciones para apuntalar falencias de la estructura de empresas sin fines de lucro

4.2 Incentivos

4.2.1 En los contratos entre los entes territoriales y las ESS éstas se comprometen a prestar a cada afiliado los servicios especificados en el POS-S a cambio de un valor fijo por año por afiliado a la UPC-S. Con esta forma de contratación, los ingresos para la organización aseguradora comienzan a causarse inmediatamente después de firmado el contrato y quedarán completamente realizados cuando expire el período de contratación. Este tipo de contratos puede incentivar a los que reciben la capitación (en este caso las ARS) a tratar de que los asegurados no se presenten a la IPS a demandar ciertos servicios (particularmente los de promoción y prevención). Efectivamente, por cada servicio que una IPS preste a un afiliado - si la relación ARS - IPS se rige por contratos de pago por servicio o por evento la aseguradora verá incrementados sus costos y consecuentemente disminuidos sus excedentes (si el contrato ARS-IPS es también por capitación, es la IPS la que tendrá incentivos para procurar que los servicios no se presten). En el largo plazo la no prestación de servicios de prevención y promoción incrementará los costos globales de prestar los servicios previstos en el POS. Sin embargo, la posibilidad de que la ARS que se beneficie de los ahorros futuros que tendrá de prestar en el tiempo presente los servicios de promoción y prevención, sea diferente a aquella que recibe corrientemente la UPC, puede ser un poderoso incentivo para que esta última prefiera maximizar unos ingresos netos de corto plazo conocidos con certeza, que otros, mayores en el largo plazo, pero sujetos a un factor de incertidumbre alto (véase Luft and Greenlick).

4.2.2 Cobro de copagos y cuotas moderadoras. Algunas ESS estaban utilizando estos mecanismos para compartir costos. Debido a que hay evidencia que con poblaciones de muy bajos ingresos tales instrumentos pueden no ser costo eficientes, aquí se propone que a los afiliados del régimen subsidiado no se les cobren copagos ni cuotas moderadoras. Sin embargo, es necesario tomar acciones para evitar el uso innecesario de los servicios.

4.3 Diversificación del riesgo. Cuando una ARS se compromete a prestar todos los servicios del POS a una tarifa fija por afiliado está asumiendo el riesgo de que el costo de prestar tales servicios exceda el valor de la UPC y por lo tanto tenga que operar a pérdida. La rentabilidad de esta actividad o negocio está altamente correlacionada con la posibilidad de diversificar adecuadamente el riesgo de tener un grupo de afiliados con enfermedades de tratamiento más costoso que el promedio de la población (bajo el supuesto de que, como parece ser el caso la UPC-S haya sido correctamente estimada para la población colombiana). En el ámbito internacional parece que el número mínimo necesario para prestar todos los servicios está por el orden de 8.000 ó 10.000 afiliados (en el Reino Unido organizaciones de menos de 8.000 afiliados tienen restricciones para operar -Chernichovsky, 1995:365; el profesor Enthoven sugiere en E.U. un tamaño igual o superior a 10.000- Enthoven, 1993:35).

4.4 Economías de escala y de alcance. El negocio del aseguramiento parece estar sujeto a economías de escala (Fedesarrollo, 1993:16/7). El origen de los menores niveles de costos asociados con los mayores volúmenes parece estar principalmente en la naturaleza de los gastos de mercadeo y publicidad, la indivisibilidad de ciertos insumos (como los computadores y el software necesario para manejar las voluminosas bases de datos requeridas), la mayor especialización de los recursos, los menores precios unitarios de los insumos adquiridos en grandes cantidades, y el mayor poder de negociación con proveedores que normalmente va asociado con el mayor tamaño. Aunque el autor no conoce estudio empírico que recomiende un número mínimo de afiliados con el fin de poder capturar beneficios de las economías de escala, la mera presencia de este factor parece hacer recomendable que los reguladores busquen alternativas diferentes para la prestación de los servicios de aseguramiento en zonas donde la afiliación a las ESS sea menor a un cierto número.

En el caso de las ESS se podría especular que la doble función asignada a ellas de aseguradoras y promotoras de la cultura de la solidaridad, hace factible que se presenten economías de alcance (scope): puede resultar más económico prestar simultáneamente los dos servicios que dedicar una empresa a prestar el servicio de aseguramiento y otra a trabajar en el cambio de cultura. Esto en razón que es más probable que el cambio cultural sea interiorizado más fácilmente por la población cuándo éste se trabaja alrededor de un problema específico: el del aseguramiento y mantenimiento de salud, que cuando se trata en abstracto (esto podría asimilarse a lo que los economistas institucionales denominan conocimiento tácito, el cual es sólo parcialmente comunicable y se trasmite mejor mediante el esquema de aprender haciendo (North, 1990: 100).

B. Evaluación de Eficiencia

4.5 En cuanto al factor eficiencia, la evaluación mostró resultados heterogéneos. Un número importante de empresas tuvo durante 1997 resultados satisfactorios (márgenes de utilidad bruta y neta positivos); la mediana del índice rentabilidad sobre el activo total fue de un 20.3 4%, cifra que se incrementó para la razón rentabilidad sobre el patrimonio a un 54. 8% a través del uso de deuda, que para la mayoría de las empresas pareció ser prudente. Contribuyó también de manera importante a las relativamente buenas cifras de rentabilidad de este sub-grupo de ESS el hecho de que la mitad de empresas tuvieron ingresos que excedieron a sus activos en aproximadamente dos veces (mediana de la rotación del activo total = 2.06), lo cual refleja una utilización de los recursos razonable. Un porcentaje no despreciable (aproximadamente el 20% de las que facilitaron informes a los evaluadores), sin embargo, tuvo niveles de costos superiores a los de ingresos. Varias de las recomendaciones presentadas en los párrafos anteriores, de ser acogidas, llevarían muy probablemente a mejoras en la eficiencia. En los apartes siguientes se proveerán algunas ideas adicionales cuya finalidad última es la misma: lograr un mejor uso de los recursos financieros empleados por estas organizaciones.

4.6 Otras sugerencias para reducir costos operacionales de las ESS

5. Comentario acerca de la presencia de externalidades asociadas a la operación de las Empresas Solidarias de Salud.

La puesta en funcionamiento de las empresas solidarias tiene algunas externalidades positivas, las cuales, aunque no se han medido, sí merecen ser al menos mencionadas ya que algunas de ellas pueden ser importantes.

En primer lugar, la operación de algunas ESS puede estar contribuyendo a la generación de competencia entre ARS y de conciencia sobre la importancia de hacer un uso eficiente de los recursos. Hasta la Ley 100 de 1993, el modelo de salud colombiano descansaba sobre el concepto del subsidio a los hospitales y demás proveedores de salud pública. Bajo éste los hospitales, centros y puestos de salud no tenían incentivos para aumentar su eficiencia; como resultado el desbordamiento de las inversiones y los costos se volvió la norma, lo cual a la larga se tornó insostenible en un país con escasos recursos como es Colombia. La Ley 100 introdujo la competencia en el sector; unas nuevas entidades fueron creadas para adquirir los servicios de salud a nombre de los beneficiarios (las EPS y ARS) las cuales debían buscar (tenían incentivos para hacerlo) entre los diferentes proveedores aquellos que les ofreciesen las mejores condiciones de precio y calidad. Los proveedores para ser seleccionados por las EPS y las ARS debían entonces esmerarse por ofrecer precios competitivos y, por ende, por controlar sus costos. Por su parte las compradoras de servicios deben competir por atraer afiliados. Al no poder competir con precio deberán hacerlo con servicios. La presencia en el mercado de las ESS significa que en las zonas urbanas el resto de ARS, que no son muchas, enfrentan una mayor competencia y el modelo en la práctica se acerca más al planeado. En las zonas rurales, la sola creación de una ESS es una señal a los centros y puestos de salud, que el modelo es ahora otro y que deben esforzarse por operar eficientemente. Por los factores mencionados antes, aunque las ESS sólo tienen aproximadamente un 30% de la población del régimen subsidiado, su mera existencia puede estar significando mejores condiciones para el 70% restante, afiliado con otras ARS.

En segundo lugar, algunas de las ESS que están en funcionamiento pueden ser utilizadas como centros de docencia y entrenamiento de profesionales que trabajan en el campo de la salud (médicos, enfermeras, contadores, administradores... ). La posibilidad de realizar prácticas en algunos lugares apartados, con problemas muy específicos quizás no existentes en otras partes, constituye una oportunidad de ofrecer una formación del talento humano de mejor calidad (más relevante a las necesidades y problemas de la comunidad).

En tercer lugar, y relacionado con el punto anterior, la operación de las ESS, particularmente en las zonas apartadas brinda la oportunidad de obtener información sobre las características de la población, su situación social, su perfil epidemiológico. La conformación de una buena base de datos con este tipo de información es crucial para realizar investigación que permita una mejor planeación y operación del modelo de salud colombiano.

En cuarto lugar, las ESS han jugado un papel de promoción del cambio cultural que puede ser importante y es el mostrar a sectores marginales de la población que un sistema alternativo al del servicio de caridad es viable. Este efecto demostración puede ser un componente importante para cambiar la cultura de la población, de una en que la persona espera que todo se le dé, a otra en que ella debe contribuir (solicitando su carnet, participando en las labores de educación y promoción de la salud) a su propio bienestar; que ella interiorice que éste es responsabilidad del Estado pero también suya. Aunque otras ARS hubieran podido cumplir este papel, es difícil que esto se hubiera logrado en ciertas áreas remotas donde las ESS están llegando.

NOTAS AL PIE DE PÁGINA

1. Una versión resumida de este artículo se presentó en el taller internacional sobre Microfinanzas, patrocinado por el International Development Research Center del Canadá (IDRC) y llevado a cabo en la Universidad de Laval, Canadá, los días 26 y 27 de junio de 2000.

2. Existen varias diferencias entre las distintas formas de empresas privadas que no tienen como su finalidad última el lucro. Para ilustrar con mayor claridad los aspectos que se desean resaltar, sin embargo, tales diferencias se pasarán por alto en la mayor parte de este escrito.

3. A no ser que se indique algo diferente, esta sección del artículo se basa en el Acuerdo número 77 del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, del 20 de noviembre de 1997.

4. La Unidad de Pago por Capitación Subsidiada, UPC-S es el valor promedio del costo persona - año del Plan Obligatorio de Salud Subsidiado, establecido en el Sistema General de Seguridad Social en Salud. A su turno, El Plan Obligatorio de Salud Subsidiado, POS-O, es el paquete de servicios de salud, a que tienen derecho los afiliados del régimen subsidiado; incluye acciones de promoción y prevención, atención de consulta externa, hospitalaria de menor complejidad, atención a la madre gestante y al menor de un año, y atención para enfermedades de alto costo (Definiciones tomadas del folleto elaborado por el Ministerio de Salud: el a,b.c. del Régimen Subsidiado de Seguridad Social en Salud 1997).

5. Herzlinger (1996:97) reporta que el presidente de United Way of America. "Posiblemente la primera organización sin ánimo de lucro en el país" fue sentenciado a prisión en 1995 por defraudar a la organización en un millón doscientos mil dólares. La revelación de su remuneración (463.000 dólares al año) causó indignación entre la comunidad y grandes perjuicios a la organización que vio reducidos de manera considerable sus ingresos y tuvo consecuentemente que despedir más de 100 empleados.


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