Todos piensan que eres frágil, pero en ti, hay una explosión de juegos pirotécnicos que me han inspirado a volar.

Cuando me enseñas a amar, todo lo que parece imperfecto deja ver su perfección.

Cuando miras, en tus ojos puedo ver el cielo y las constelaciones que todos sueñan alcanzar.

Cuando caminas, tus pasos retumban y su eco nos dice que has llegado a la meta.

Cuando hablas, te escucho en silencio para sentir cuánta sabiduría hay en ti. Y tus palabras llegan tan lejos, que el mismo viento no las puede alcanzar.

Cuando me amas, el fuego que emana de tu corazón ilumina, guía y cobija a todo mi universo.

Cuando ríes, olvido mis tristezas, con esa melodía que me envuelve y acaricia. Dejo de sentir que la vida ya no me duele.

Cuando sueñas, me despiertas de un letargo. Eres la expresión de una infinita verdad.

Cuando respiras, ubico las coordenadas de mi vida. Eres mi punto de inicio para empezar a luchar.

Cuando seas grande, sé que al susto vas a intimidar, al miedo corretearás, y a mis brazos llegarás.

Y sé que me dirás: "¡Qué grandes somos, papá!".