LA BUSQUEDA DE MI COMPLEMENTO
SEBASTIÁN FLÓREZ
SEBASTIÁN FLÓREZ
He decidido, a mis 18 años, explorar con este proyecto de foto ensayo el amor y su presencia en mi vida a través del autorretrato.
Antes, era un individuo que iba solo por la vida, con una sensación de amargura y de angustia que llevaba conmigo a donde fuera; este sentimiento hacía de mi existencia una historia de caídas y golpes, como en una película de comedia de Charles Chaplin.
En mi vida, sentía que me hacía falta una mitad que me escuchara, que me apoyara y que estuviera conmigo. Un amor puro y sincero.
Pero un día, tumbado en mi cama, me pregunté cuánto más resistiría estar así, deprimido y soportando la falta de solidaridad de los demás. Necesitaba alegrar mis días, sentirme amado, protegido. Necesitaba salir de la tristeza con la ayuda de alguien que yo también amara.
Mi alcoba siempre fue austera. Aquí no había besos, tampoco abrazos, ni risas. Todo el espacio estaba dominado por un silencio que, imaginaba, me acompañaría para siempre.
Entonces, inicié la búsqueda del amor, aunque no fue fácil. Tuvieron que pasar dos años. De pronto, un día cualquiera, desprevenido, ella apareció por primera vez. Nos conocimos por un comentario de una publicación que ella hizo en una red social; yo reaccioné al comentario con un me encanta y le escribí por chat; ella me respondió y, desde ahí, comenzamos una conversación que duró muchos meses hasta que nos hicimos novios.
Hasta que llegó ese bendecido comentario que apareció cuando más lo necesitaba y me sacó de mi amargura y mi soledad. La vida me dio a una espléndida mujer con la que ahora comparto mis sueños.
Después de escribirnos muchos mensajes, fue necesario vernos. Así que ella me invitó a la casa de un familiar y yo acepté, con mucha felicidad. Ese día, le compré unos hermosos claveles rojos, chocolates y le escribí una carta. Al llegar a la dirección acordada, toque la puerta y allí la vi: alegre, hermosa, divertida, jovial y tímida.
Esta fue la primera foto que nos tomamos cuando al encontrarnos por primera vez en Bogotá. Fue un día hermoso.
La miré y pensé "es como siempre la imaginé, como una reina; espléndida, bella, brillante, elegante, grácil, suave, con el rostro angelical, una hermoso pelo, unos ojos majestuosos como luceros y de una fuerza inimaginable".
Desde entonces supe que era mi complemento y que debíamos buscar las mejores estrategias para mantenernos unidos: encontrarnos cada vez que ella viajara a Bogotá para atender sus citas médicas; o tomar la decisión de irme a vivir a Tunja para estar más cerca de ella y, así, continuar con nuestros planes, estar unidos y cumplir nuestros sueños.
Al comienzo, nos separaban más de 136 km de distancia. Ella estaba en Tunja y yo en Bogotá, pero nuestras ganas de estar juntos eran muchas.
Siempre que tenía la posibilidad de viajar a Tunja iba a verla para compartir con ella grandes momentos.
En este tiempo hicimos una promesa: estar juntos para siempre.
Sé que no es fácil.
Sé que no es fácil.
Ella es lo más hermoso que me ha dado la vida y Dios. Siento admiración por ella, porque, como yo, ha luchado por la vida, ha superado muchas dificultades y me ha mostrado su gran fortaleza. La admiro porque ha vencido todas las adversidades. Y sobre todo, porque no le pone límites a nada. Amo todo lo que ella representa. Es para mí la obra de arte más valiosa que existe en este mundo. Su presencia en mi vida es muy especial. Encontré todo lo que necesitaba.
Un día, fui a Tunja otra vez y le di una sorpresa: le dije que íbamos a estar más cerca, la distancia ya no sería un problema. Había decidido estudiar medicina en Tunja. Ella me dio la confianza para tomar esta decisión y ser profesional. Además, me dio la fuerza para dejar Bogotá, separarme de mi hermano y de mi mejor amigo.
En este tiempo hicimos una promesa: estar juntos para siempre.
Sé que no es fácil.
Sé que no es fácil.
Ella es lo más hermoso que me ha dado la vida y Dios. Siento admiración por ella, porque, como yo, ha luchado por la vida, ha superado muchas dificultades y me ha mostrado su gran fortaleza. La admiro porque ha vencido todas las adversidades. Y sobre todo, porque no le pone límites a nada. Amo todo lo que ella representa. Es para mí la obra de arte más valiosa que existe en este mundo. Su presencia en mi vida es muy especial. Encontré todo lo que necesitaba.
Un día, fui a Tunja otra vez y le di una sorpresa: le dije que íbamos a estar más cerca, la distancia ya no sería un problema. Había decidido estudiar medicina en Tunja. Ella me dio la confianza para tomar esta decisión y ser profesional. Además, me dio la fuerza para dejar Bogotá, separarme de mi hermano y de mi mejor amigo.
Participar en este proyecto me permitió reconocer lo afortunado que he sido por haberla encontrado; también pude dimensionar el significado que ella tiene para mí, pues debido a la pandemia debimos alejarnos para cuidarnos a nosotros y también a nuestros familiares.
Hemos vivido momentos especiales, con muchas alegrías y también con tristezas; pero siempre con la intención de luchar juntos por nuestra relación.
Cuando estamos juntos somos muy felices y nos perdemos en la mirada del otro; nos propusimos acompañarnos y estar unidos en la salud y la enfermedad, en todas las circunstancias que vivamos.
La extraño, me hace falta y no dejo de pensar en el momento en que, por fin, nos volveremos a encontrar.
Ella es mi compañera de aventuras, la que me acepta tal y como soy. Esta fue la última foto que nos tomamos juntos, ya que el covid-19 nos ha impedido vernos.
Antes, era un hombre solitario melancólico, pero en ella encontré mi refugio; me dio paz y mucho amor. Por fin hallé mi complemento.
Extraño cada momento que pasábamos juntos, su cariño, y sus manos como un maravilloso refugio.
Antes, era un hombre solitario melancólico, pero en ella encontré mi refugio; me dio paz y mucho amor. Por fin hallé mi complemento.
Extraño cada momento que pasábamos juntos, su cariño, y sus manos como un maravilloso refugio.
Sólo espero que el amor me acompañe por muchos años, que esto no se destruya, que el tiempo no lo destruya. Es hermoso lo que hoy tenemos.
Geometrías Íntimas
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