Los riesgos globales creados por el hombre no tienen retorno, crean un nuevo nivel yestructura, no hay forma de volver a empezar, generan cuestionamiento sobre la forma como manipulamos o creamos condiciones artificiales ( la energía atómica, la gigantesca sopa de residuos de plásticos en el Océano Pacífico, las millones de toneladas de residuos sólidos urbanos o la contaminación hídrica), no hay retorno para llegar a un destino paradisíaco, el nuevo nivel de riesgo es sistémico, donde los impactos se acrecientan, las especies vivientes cada vez más se encuentran rumbo a la extinción y nosotros, los humanos,estamos atrapados en una inercia sin posibilidad de detenernos. Esto es antropocentrismo, caracterizado por un materialismo consumista; hemos construido una sociedad con una economía de mercado abierto y global donde hemos llevado las consecuencias de la estructura económica a un riesgo global. Nuestra industria, urbana y social, acelera el cambio climático.
La tierra, a nivel planetario, ya ha registrado cambios climáticos, uno de ellos ocurrió hace 252 millones de años, los océanos se calentaron hasta 10 grados, este evento duró 200.000 años y se destruyó el 90% de las especies, se produjo por liberación masiva de carbono a la atmósfera, a un ritmo lento de manera constante. A diferencia con lo que ocurre hoy: el cambio climático actual es impulsado por el hombre, esta actividad se ha definido como antropoceno ( palabra inventada por el premio nobel Paul Crutzen): definido como la serie cambios a escala geológica que han efectuado los humanos, esto es materialismo vital donde se une la materia inerte, geológica, con la materia viva: -La actividad humana ha transformado la superficie de la tierra, las grandes urbes, carreteras, medios de transporte, etc -Los rios están usados en su totalidad. -Los fertilizantes en los campos transforman la química de los suelos y del aire. -La pesquería extractiva de los océanos a mar abierto, arrasa con todas las especies de vida. – El hombre usa el agua dulce acaparándola y contaminándola. -El dióxido de carbono ha subido el 40% los últimos dos siglos, desde la revolución industrial, con concentración de metano.
¿Estaremos en capacidad de cambiar nuestros paradigmas, la inercia relacionada con la actividad social y económica en que nos encontramos? ¿Es la gran ciudad la única forma de organizarnos? Los problemas estructurales nos deben llevar a preguntas fundamentales para iniciar un proceso de transformación hacia la sostenibilidad intergeneracional.