Boletín de prensa #192

Por: Santiago Huertas, estudiante de octavo semestre del programa de Economía y Negocios Internacionales, con doble Titulación en Montpellier BS.

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Hace casi nueve meses llegué a Montpellier y siento que estos meses se pasaron volando, es una ciudad que te atrapa y rápidamente te hace sentir que perteneces ahí. He vivido muchas cosas nuevas, conocido a personas maravillosas, viajado y aprendido montones.

Siempre he sido una persona apasionada por los viajes y los idiomas, por eso mi sueño siempre fue tener una experiencia internacional estando en la universidad. Antes de entrar a Icesi nunca se me pasó por la cabeza que sería en Francia, pues no estaba entre los lugares de mi mayor interés. Al empezar la carrera, me di cuenta de la cantidad de convenios que tenía y me llamó mucho la atención el acuerdo de doble titulación que tenía con universidades francesas, lo cual me otorgaría un título francés por venir a estudiar un año, esto hizo que descartara las demás opciones, pues este tipo de intercambio tendría un valor agregado en mi hoja de vida.

Tiempo después, estuve mirando el nivel de la universidad de Montpellier y la de Clermont, que son las que ofrecen el programa de doble titulación, y encontré que la primera era más prestigiosa y, aunque más costosa, en esta ciudad la vida era más agradable por varias razones: tiene playa, hacía menos frío en invierno y es una ciudad estudiantil; así que mi meta se convirtió en lograr acceder a Montpellier Business School.

Mi viaje empezó el 26 de agosto, hice escala en Madrid y llegué a Toulouse. Recomiendo a los que vayan a Montpellier que lleguen a aeropuertos de ciudades cercanas como Barcelona, Toulouse o Marsella, pues es mucho más barato llegar a esos aeropuertos que al de Montpellier, llegar en bus desde esas ciudades puede costar incluso 5 euros y llegas en 2 horas ¡vale la pena!

Las clases son muy diferentes a lo que estaba acostumbrado, se comparten siempre con los mismos compañeros, aunque son de países y culturas distintas, para mi sorpresa había muy pocos franceses. Los horarios son diferentes cada semana, lo cual me gustó mucho por hacer que la vida allí no se volviera monótona. El nivel académico adquirido en Icesi fue sin duda un aliciente para mi intercambio. La exigencia y el aprendizaje activo me permitieron llegar a MBS con gran tranquilidad y me ayudaron a adaptarme fácilmente, ahí la metodología es magistral, la mayoría de los trabajos son en grupo, y la dificultad no es mayor a la de Icesi, algo que jugó a mi favor.

En cuanto al presupuesto mensual, cabe resaltar que el primer mes es el más caro, ya que hay que comprar muchas cosas para la casa, hay que pagar la tarjeta del transporte público que son 200 euros y cubre la movilidad en tram y buses por un año, validar la visa de estudiante que es un trámite que se hace al llegar que cuesta 60 euros, dejar un depósito al arrendatario, entre otros gastos.

Respecto a la vivienda, para encontrar un buen cuarto, en colocation como se conoce aquí, se encuentra a partir de 350 euros, entre más cerca al centro es más caro, por la cercanía a los atractivos de la ciudad y su vida nocturna. En mi caso, estuve buscando por meses, pero sentía que era difícil porque te piden que tengas un garante francés y son muchos trámites, por eso decidí aplicar por medio de la universidad en Francia a las residencias CROUS. Estas residencias son del gobierno francés y se pagan 247 euros mensuales, bastante barato comparado con los precios habituales. Además de eso, el gobierno da un subsidio de 90 euros a todos los estudiantes, por lo tanto, por la vivienda estoy pagando muy poco en comparación a lo que es el costo de vida en Francia, y en Europa en general. Viví en una cité universitaire muy agradable, tenía mi cama, escritorio, closet, baño y nevera propia, solo compartía la cocina con más personas, algo que me gustó mucho porque abre el espacio para conocer y conversar con otros estudiantes de la residencia.

En total gastaba alrededor de 450 euros mensuales en comida, internet, ocio entre otros. Otro beneficio de vivir en las residencias del gobierno mencionadas anteriormente es que están muy cerca de los restaurantes universitarios, los cuales ofrecen comidas muy completas por €3.30, es muy barato teniendo en cuenta que la alimentación es abundante, de buena calidad y que Francia es un país muy costoso.

Recomiendo a las personas que estén considerando Montpellier como destino de intercambio, ir con un buen nivel de francés, aunque las clases son en inglés, y la gente aquí sea amable e intente ayudarte y hablar en inglés, muchas veces se dificulta muchísimo si no estas familiarizado con el idioma. En lo personal no he tenido problemas, ya que tuve clases intensivas antes de venir y eso me ha ayudado mucho, además he sentido que las personas de aquí son cálidas y siempre me intentan ayudar cuando no entiendo; me di cuenta de que se tiene el prejuicio de los franceses de que son muy fríos o que no les gusta hablar en inglés, al menos aquí en el sur de Francia no he sentido eso.

Algo que me encantó de este continente es la facilidad que se tiene de viajar por todo su territorio. Los bajos precios me han sorprendido mucho, los buses y vuelos, los hostales, la comida y los planes que puedes hacer por precios bajos es algo que sin duda hay que aprovechar. Si viajas en carro por tres horas te encuentras con otro país, otro idioma, otra cultura, nuevos platos y costumbres y es algo que me tiene fascinado.

La universidad Icesi acompañó este proceso desde el principio, explicando los requisitos, los pasos a seguir y todo lo necesario para iniciar mi viaje. Una vez en el país de destino estuvieron pendientes de la llegada y la adaptación al lugar, piden que cuentes, mediante un escrito, como te has sentido, cuál es tu situación, etc. te sientes respaldado, pues sabes que en cualquier caso puedes acudir a ellos. Al volver, también están pendientes de tu llegada, de cómo fue esta experiencia para ti y abren la posibilidad de compartirlo con los demás.

Lamentablemente, esta historia terminó mucho antes de lo planeado debido a los estragos del coronavirus que ya todos conocemos. A mediados de marzo, recibí la noticia de la cancelación de las clases presenciales en MBS y su continuación virtual; me enteré que muchos de mis compañeros estaban regresando a sus países, lo cual significaba que mi estadía en Francia estaba llegando a su fin, esto me obligó a actuar con rapidez, pues estaban próximos a cerrar fronteras y a iniciar la cuarentena obligatoria tanto en Francia como en Colombia. Por suerte, logré llegar al país justo antes de que se cancelaran los vuelos.

Llevo dos meses en Colombia, durante las primeras dos semanas, continué mis clases virtuales, presenté los exámenes finales y realicé la sustentación de mi tesis. Aunque no fue de la forma esperada, logré cumplir mi objetivo de completar mi objetivo: la doble titulación.

Montpellier ha sido sin duda una experiencia fructífera, transformadora y muy grata. A nivel profesional me permitió, como ya lo mencioné, adaptarme fácilmente a nuevos contextos, nuevas personas y formas de vida. Me enseñó a trabajar mucho más en equipo, a compartir puntos de vista y ser más organizado con mi tiempo. También me permitió mejorar mucho los idiomas que domino, y conocer estudiantes de otros lugares del mundo.

A nivel personal me permitió ser una persona más independiente, extrovertida, organizada, más flexible ante los cambios y situaciones de la vida, aumentó mi curiosidad y mis ganas de conocer cada rincón del mundo, tuve la oportunidad de visitar 12 países y es algo que quisiera seguir haciendo a lo largo de mi vida. Una experiencia sin duda inolvidable.