Boletín de prensa

Por: Sandra Willman C., Docente del MBA y Consultora de Educación Continua en temas de coaching y habilidades directivas de la Universidad Icesi.

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Reflexionar sobre el liderazgo hoy es necesario, contextualizar el liderazgo lo es más, si antes iniciábamos nuestros cursos mencionando “el liderazgo ha cambiado” hoy sabemos que no anticipábamos tal magnitud de esos cambios… La literatura sobre liderazgo ha documentado esa evolución planteando en diversos estudios que necesitábamos un liderazgo contingente, es decir un liderazgo que se adaptara a las realidades, pero además un liderazgo que generara más líderes y no más seguidores, por eso tomó fuerza el Liderazgo trascendente. Con la intención de continuar profundizando en el mismo, es clave recordar los 4 componentes que los autores (Bass y Avolio, 2006) soportaron en este estilo de liderazgo.

 Los siguientes son comportamientos que describen la posibilidad de influir superando una transacción

  1. Motivación inspiradora (capacidad para conectar cuando los ánimos caen).

  2. Consideración individual (escuchar en la diferencia, sobre todo cuando hay crisis).

  3. Influencia idealizada (un poder que inspira y que empodera cuando el líder no puede abordar todo)
  1. Estimulación intelectual (el reto cognitivo para ver las cosas diferentes, porque los modelos mentales pasados no calzan en la nueva realidad).

Este líder entonces inspira y motiva con la intención de transformar-se y acompañar la transformación de otros. Este estilo de liderazgo sigue siendo una apuesta certera para dejar huella.

L+1, El liderazgo en y post-covid

No estamos en un mundo en cambio, estamos en un cambio de mundo+, las transformaciones personales en tiempos de covid se dan inevitablemente, porque elijes asumir esos desafíos de manera consciente, o porque la ola te lleva a transformarte a pesar de resistirte, he escuchado a muchos líderes con historias conmovedoras sobre el segundo escenario. Hay una constante en todas esas voces y esa es la preocupación y angustia con la declaración del no saber avanzar en medio de presiones por respuestas rápidas y efectivas, ante miradas expectantes por que “el líder…debe saber”.

Si bien mi foco a relacionado algunas de las propuestas del liderazgo transformacional, el eje central estará evidenciado en las invitaciones del liderazgo transcendente, el liderazgo que integra la consciencia para acompañar, justo el que requerimos para esta época.

Desde hace varios años, confirmo con cada encuentro con  líderes (historias conmovedoras,  inspiradoras  y crecientes en tiempos de pandemia), que es necesaria la autoconsciencia para liderar o inspirar a otros, por esta razón me enfoco en invitar a líderes a que antes de expresar lo que esperan de sus equipos, hablen del desafío personal que están teniendo ellos al acompañar a esos equipos, de manera que el desplazamiento en habilidades pueda tejerse con mayor arraigo desde la dimensión personal hacia las intenciones de desarrollo de otros.

Liderando-me

El autoconocimiento y la autoconsciencia han sido y seguirán siendo las competencias claves que te permiten avanzar en tu dominio personal (Peter Senge, 1990), y por consiguiente acompañar a otros hacia el crecimiento o desarrollo de talento.

En un articulo anterior, mencioné lo importante para los líderes de abordar un modelo multidimensional, de hecho, quienes estaban tejiendo su liderazgo solo en busca del resultado, con pocos espacios para las competencias como la comunicación, la empatía, la gestión emocional, la innovación y el aprendizaje, entre otras, se encontraron con equipos que no respondieron en contingencia porque desafortunadamente la siembra no se hizo. Profundizar en la dimensión personal puede resultar en un buen puente para las otras 2 dimensiones, las de las relaciones y el resultado. Como bien lo comento la mirada de un sociólogo, “Las personas están viviendo el mayor experimento de aprendizaje colectivo conocido hasta ahora. Todos, sin exclusión, regresaremos habiendo aprendido algo nuevo, habiendo hecho algo por primera vez.” Andrés Ortega, Abril,2020.

El aprendizaje entoces será sin duda un protagónico en la capacidad de liderar-ME  en incertidumbre. Permitirse la curiosidad, la sensación de no certeza, la mente de principiante,  tolerando la emoción que la acompaña, (las emociones han sido verdaderas maestras), sólo si así lo elegimos.

Hace bastante tiempo se propuso como competencia del futuro “learning agility” (la ampliaré en otra reflexión), hoy sabemos que avanzar lejos de esta capacidad es asegurar el agobio y el tránsito mezquino del control,  que termina acabando expectativas  y arrogancias propias de una mentalidad fija. Como lo menciona Gene Klann en su libro “Crisis leadeship”(2003 CCL), una crisis puede exponer rápidamente las fortalezas ocultas y las debilidades centrales de un líder.

Por lo tanto, el camino del liderazgo es un camino de la heroicidad porque se trata de avanzar en lo desconocido, logrando vertebrar el propósito en contextos cambiantes, operando con agilidad, acompañando emocionalmente, con calma deliberada, foco en lo esencial y optimismo ilimitado.