Boletín de prensa #518

PorAida F. Medina, Coach ejecutivo y de equipos PCC de ICF y docente del Departamento de Gestión Oganizacional de la Universidad Icesi.

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El cambio en las organizaciones  y a nivel personal, es una constante, todos los días son diferentes así hagamos exactamente lo mismo. Ya nos decía el filósofo Heráclito desde hace miles de años: “No nos bañamos dos veces en las aguas de un mismo río, ni siquiera una vez.” Heráclito nos da a entender que el fundamento de todo está en el cambio incesante del que nadie se escapa. O alguno de ustedes piensa lo contrario? Basta con ver en el día a día nuestras emociones, sentires, acciones y no son las mismas.

No es algo nuevo que estemos estudiando este tema. Desde años atrás, autores como Ronald Heifetz y Linsky (2016) nos hablaban de cambios técnicos y adaptativos.

Cambios técnicos son aquellos donde el problema está claramente definido y podemos apelar al conocimiento, podemos llamar al experto o lo implementa quien tiene la autoridad. El tiempo es corto y la resistencia es más baja pues se cuenta con los recursos necesarios para llevarlo a cabo.

Hay otro tipo de cambios que nos dicen los autores que son los cambios adaptativos, donde no hay soluciones directas, no hay un experto que venga y nos “salve”, se requiere directamente de las personas involucradas para que se puedan llevar a cabo. Estos son los cambios adaptativos: Dejar de fumar, bajar de peso, organizar el tiempo, manejar adaptativamente todo lo que el covid nos trae, etc.

El problema que hemos encontrado en muchas organizaciones y en personas es que tratan de resolver problemas adaptativos con soluciones técnicas y sin involucrar directamente a las personas, “la receta para adaptarnos, la cura contra la gordura”, etc y esto puede generar más contraindicación que bienestar. Además no es sostenible con el tiempo y genera frustración, perdida de dinero, tiempo, esfuerzos.

Lo que determinará en gran medida el éxito de los procesos cambio es la forma de ejecución por parte de cada uno. El grado de concientización y de privilegiar el auto cuidado, el quererse involucrar y avanzar con el cambio.

El cambio es por tanto inevitable en el día a día y en la situación actual de Covid-19, es nuestra constante. Cada día es incierto, cada noticia es diferente, cada amanecer tiene nuevas cifras y expectativas diversas, y eso nos augura un futuro diferente y lo que determinará en gran medida la adaptación, será la forma de responder por parte de cada uno a dichos cambios.

Hoy lo analizamos a la luz del Covid-19, pero los cambios forman parte de la vida misma de los seres humanos!  Desde hace un par de años el doctor Robert Kegan, (2016) profesor de Harvard, psicólogo, investigador, se hizo la pregunta ¿Por qué la gente no cambia?
Y su respuesta es: “porque creemos que tanto el cuerpo como la mente tiene un sistema inmunológico y trabaja para protegernos y cuidarnos”. En ese tratar de cuidarnos , ese sistema puede cometer errores. La mente ha desarrollado un escudo de protección y en muchos de los casos el sistema está funcionando muy bien, pero en otros hay nuevas ideas, vivencias, experiencias,  que el sistema tiene que adoptar de manera específica,  pero que las percibe como una amenaza y por ende las rechaza.

Estas ideas están arraigadas en el ser de cada uno, forma parte de sus estereotipos y modelos mentales y es necesario empezar a trabajarlos para que las personas logren así cambiar sus comportamientos.

Somos lo que interpretamos de los hechos, no los hechos en sí mismos y eso nos da una connotación de amenaza o de tranquilidad. Si podemos transformar esa significación de la percepción, podríamos estar inmunes a las afectaciones.

Cuales podrían ser esos cambios a los cuales los líderes deben responder entre otros muchos aspectos actualmente y que requieren re significar? Aquí enuncio algunos:

  1. Desafíos de significación: Importante para el líder de hoy validar, verificar y entender desde donde está conversando la persona con la que me estoy relacionando. Así bajo un poco mi juicio o mi modelo mental para impactar la conversación. Validar también su propio juicio y percepción para que no permee su forma de interacción va a ser importante en estos momentos.

  2. Desafíos en la planeación/ejecución/control: todo ha variado, desde la forma como trabajábamos anteriormente, como nos relacionábamos o como nos comunicábamos. El Sociólogo Bauman, 2017 nos decía, pasamos de una estructura sólida en todos los sentidos, a una estructura líquida, donde la velocidad va a ser determinante para definir el nuevo norte o la continuidad de las acciones que para lograr los resultados se necesitan. A esto lo llamó la “Modernidad Líquida” y esta modernidad líquida impacta no solo la planeación, ejecución, control. Impacta todo nuestro habitar en este mundo. Estar y vivir en sociedad liquida implica que no hay estabilidad en los contratos, en las relaciones familiares, en parejas, en las redes que establecemos. Identificarlo a partir de los esquemas cambiantes permite al líder adaptación a la nueva modernidad.

  3. Desafíos de la humildad contrario a la arrogancia: Fred Koffman, 2016 nos habla de la humildad como uno de los imperativos del liderazgo consciente: En qué momentos soy “Sabelotodo” o en qué momentos soy “Aprendiz”? imprescindible mostrarse cercano, humilde, que los que están a tu alrededor puedan conversar, la forma, el tono y lo que se comunica. ¿Qué líder quiero ser en estos momentos? Cada persona quiere tener cierta “estabilidad” y saber que va a pasar con ellos. Ser franco, sincero y humilde, hablando con firmeza y veracidad serán unos factores que jugarán a favor suyo para ser más competente y humano.

  4. Desafío entre lo que puedo y no puedo controlar: Era una de las premisas básicas de los Estoicos. Si puedo controlar, haga algo, sino, no se deje afectar! Lo que sí podemos controlar es la forma como reaccionamos a los diversos acontecimientos, mi actitud en el momento PRESENTE. Ampliar el nivel de  consciencia de lo que está en sus manos, ayuda a bajar la angustia y el temor que significa normalmente liderar en tiempos de crisis.
  1. Desafíos en el dejar ir: Establecer nuevo tipo de conversaciones, de generar acuerdos, de comunicar, de prácticas antiguas. Inventar una manera de trascender al momento para generar motivación en el relacionamiento y en el logro de resultados, lo cual nos lleva a trabajo intenso de nuestro auto dominio, auto control, factores importantes de la inteligencia emocional que generarán beneficios si se reconocen y se trabajan con rigurosidad.

Para mitigar niveles de ansiedad que nos pueden producen los desafíos y reducir el miedo al futuro incierto, necesitamos buscar estrategias que nos ayuden a ser más resilientes y adaptables, así  como originar comportamientos y acciones que nos den estabilidad, focalizando nuestra atención en aquello que es predecible y que está bajo nuestro control. Fuerza!

“Ya que no podemos cambiar la realidad, cambiemos los ojos con que vemos la realidad” Nikos Kazantzakis