Reconocimiento al Dr. Hipólito González

 

He recibido la triste noticia del fallecimiento del Dr. Hipólito González mientras asisto a NECC, un Congreso sobre educación y TIC, en San Antonio, Texas. Me siento muy mal por haber estado lejos en estos momentos. Hipólito fue una persona muy importante en la vida de Icesi y su muerte significa una pérdida muy grande para la Universidad; obviamente también lo es para su familia; además de ser una pérdida grande para mí y para muchos amigos y colegas.

Nos queda una herencia muy rica en su recuerdo, en sus escritos, en el libro que publicamos el año pasado y, sobre todo, en esa cultura pedagógica tan particular de Icesi. El aprendizaje activo, el fortalecimiento de valores y capacidades, el pensamiento crítico, en particular, la lucha por una mejor evaluación del aprendizaje y tantas otras cosas que caracterizan lo que debe ser nuestro trabajo docente, nacieron de iniciativas de Hipólito. El fue nuestro Maestro. Recuerdo en particular, con mucha claridad, las discusiones que se dieron en diciembre de 1996 y enero de 1997 en las que, con el liderazgo intelectual de Hipólito, diseñamos lo que sería el Plan Estratégico de la Universidad para los siguientes diez años; recuerdo como él nos convenció que nuestro problema raiz estaba en el modelo pedagógico tradicional que usabamos y en las limitaciones en el aprendizaje de los estudiantes que de él se derivaban. De alli nació el nuevo modelo educativo, diseñado básicamente por Hipólito; ese modelo fue el corazón de todo el plan estratégico; y enriquecido a lo largo de estos años, con el aporte de muchas personas y bajo la tutela del mismo Hipólito, se ha convertido en lo que yo considero la principal diferencia de Icesi y, por lo tanto, su mayor fortaleza.

Podría referirme extensamente a razgos valiosos de su carácter que dejaron huella entre nosotros: su preocupación por la justicia en las decisiones de personal de la Universidad; su preocupación por la equidad en las oportunidades para los más necesitados; su discreción y bajo perfil; su franqueza sin tapujos. Esta ultima se destacaba en otro aspecto que yo siempre admiré mucho en él; era maestro en el debate académico: respetuoso con las personas e implacable con las ideas cuando no eran claras o le parecian equivocadas.

Para mi fue fuente de consejo a la que acudí a menudo. En particular, en mis primeros años en la Rectoría, cuando él era Vicerrector, pude haber sido cansón con mis consultas frecuentes.

En fin, su partida nos deja un vacio muy grande, muy dificil de llenar en lo institucional e imposible en lo personal. Lo vamos a echar mucho de menos...

Envío un estrecho abrazo de condolencia a Betty, José, Natalia, Mauricio, Daniel y Melania y un saludo solidario para todos en Icesi.

Francisco Piedrahita
Rector