Clase 13: Las bases biolégicas de nuestra conducta.

Básicamente se trataba de desarrollar el tema asignado durante el tiempo de la clase y entregar al finalizar esta una presentación de diapositivas que planteara una respuesta al interrogante asignado a cada grupo. La lectura asignada fue un extracto del libro “El gen egoísta : las bases biológicas de nuestra conducta” del científico (etólogo) británico Richard Dawkins”. Para mi grupo en particular el planteamiento a desarrollar  fue el siguiente: “La unidad fundamental de selección, y por tanto del egoísmo, no es la especie, ni el grupo, ni siquiera estrictamente hablando, el individuo. Es el gen, la unidad de la herencia. Una sociedad humana basada simplemente en la ley de los genes, de un egoísmo cruel universal, seria una sociedad muy desagradable en la cual vivir. Pero, desgraciadamente, no importa cuánto deploremos algo, no por ello deja de ser verdad”. 

Previamente debíamos observar dos videos, el primero sobre ¿que es un superorganismo? Este video señalaba que un superorganismo corresponde a una comunidad inteligente y solidaria de organismos, inteligente porque emergen propiedades inexistentes en lo mismos organismos y solidaria porque esta unión favorece al todo. Si estos organismos no son solidarios no podrían sobrevivir. Ejemplos de sociedades inteligentes e integradas existen por montones en los insectos, y seguramente es por esto que constituyen el 80% de los seres vivos sobre el planeta. Se mencionan ejemplos como el de las abejas y el de los peces, estos últimos viven y nada en comunidad para protegerse mutuamente de los ataques de los depredadores, la comunidad tiene como fin fortalecer la defensa ante los atacantes.  El video indica que puede ser esta misma la razón por la cual los seres humanos  vivimos en comunidad. Señala finalmente que las plantas, los animales y los humanos colaboramos todos con un mismo fin, y es este el de proteger la vida.

El segundo video, titulado “La sociobiología”, indica que generalmente todas las especies comparten y se ayudan. Menciona que en la misma medida en que evolucionan nuestros genes también lo hacen las reglas sociales. Plantea el ejemplo del chimpancé que ha demostrado ser capaz de conformar alianzas políticas para solucionar conflictos así como también sistemas de castigo cuando esta solidaridad no se ve retribuida.

En cuanto al contenido del texto, el capítulo de ¿Por qué existe la gente? es una especie de introducción donde el autor te explica de lo que va a hablar en el libro, dice que su propósito es examinar la biología del egoísmo y del altruismo (que es cuando contribuyes al bienestar de un individuo sacrificando el tuyo propio). El autor asegura que todos los animales, incluyéndonos, somos “máquinas” creadas por nuestros genes y afirma que en toda la evolución lo que realmente importa es e lbienestar del individuo o del gen, no del grupo ni de la especie. Argumenta que los rasgos que los humanos heredamos genéticamente no siempre son fijos, suelen variar constantemente. Asi mismo, el autor define bienestar como las  “posibilidades de supervivencia” y dice que aunque las posibilidades o influencias de alguna especie sobre otra cosa sean muy pequeñas a simple vista, no es posible inferir  que pueda suceder  años mas tarde porque la evolución cuenta con un enorme tiempo disponible para que el efecto de estas influencias se presente.
El trabajo presentado a manera de respuesta al finalizar la clase se realizó bajo la modalidad de cuadro sinóptico indicando la relación entre los conceptos de la primera parte de esta lectura sobre el egoísmo y posteriormente mediante fragmentos de las frases más significativas del autor se planteó la aclaración a la premisa inicialmente enunciada.  

De acuerdo a la teoría de  Dawkins,  el egoísmo es una  condición innata heredada de nuestros genes a la que difícilmente podemos escapar y a la cual se aplica perfectamente el principio de la evolución.

Como aporte personal considero que la lectura es  interesante, ayuda a plantear respuestas a interrogantes  como  ¿somos tan libres como pensábamos o estamos determinados y predestinados por nuestros genes? Vuelve en este punto la idea de determinismo y azar que planteamos en clases anteriores.

Personalmente considero que la evolución no tiene una dirección ni un sentido definido, es totalmente aleatoria. La especie humana no es la cúpula de ningún proceso, es sencillamente el resultado de unas mutaciones genéticas producidas en millones de años. A esto es necesario adicionar que si bien los genes tratan de perpetuarse, y lo hacen a través nuestro, queda claro que el papel de la genética es fundamental pero también es indispensable y determinante el entorno. Es decir, a la par de nuestra evolución genética (determinismo) existe una evolución cultural, construida por el hombre mismo que va evolucionando y que es igualmente determinante en la reproducción de nuestras cualidades según el contexto en que nos desarrollemos y que decidamos adaptar.