En el primer seminario del proyecto, nos encontramos con una pregunta que parece simple, pero que es clave para la construcci贸n de la huerta: 驴c贸mo cultivamos vida en el suelo? La conversaci贸n con Iv谩n Castrill贸n, ingeniero agr贸nomo y gestor del ecoturismo agroecol贸gico Hotel La Huerta, nos permiti贸 abrir ese terreno, en sentido literal y simb贸lico.

Durante el seminario, compartimos experiencias y aprendizajes relacion谩ndonos con el suelo, que vienen de a帽os de trabajar la tierra con paciencia, coherencia y respeto por los procesos y ritmos naturales. El enfoque de Iv谩n, y del proyecto, combina conocimiento t茅cnico con sensibilidad ecol贸gica, y nos deja herramientas pr谩cticas para pensar y actuar sobre la salud del suelo en nuestras huertas.
Estas claves no resultan una formula cerrada, sino una gu铆a basada en principios agroecol贸gicos que pueden adaptarse al contexto de cada huerta.
Aqu铆 te las compartimos, como punto de partida para construir suelos vivos y f茅rtiles desde el cuidado, la observaci贸n, la agroecolog铆a y la acci贸n consciente.
馃尡Claves agroecol贸gicas desde la experiencia de Iv谩n Castrill贸n:
- 1. Incorporar abonos org谩nicos ricos y diversos
Evitar confiar exclusivamente en compost hecho con residuos de frutas y verduras de dudosa calidad. Iv谩n recomienda integrar esti茅rcol bien manejado, ya que aporta una mayor diversidad de nutrientes y es crucial para mantener un suelo verdaderamente f茅rtil. - 2. Aplicar compost y abonos en cantidades adecuadas
Para suelos empobrecidos, Iv谩n sugiere entre 5 y 7 kg/m虏 de abono org谩nico como base. En casos extremos, ha trabajado con hasta 20 kg/m虏 de Bocashi para recuperar suelos con resultados exitosos. - 3. No remover el suelo innecesariamente
El volteo excesivo del suelo rompe su estructura, libera carbono capturado y altera procesos biol贸gicos. Se recomienda conservar la porosidad vertical que permiten las ra铆ces y los organismos del suelo. - 4. Iniciar con especies resistentes para mejorar el sustrato
Por ejemplo, sembrar ma铆z primero, ya que sus ra铆ces abren canales en suelos compactados. Luego se deja descomponer esa biomasa y se siembra frijol, que enriquece naturalmente el suelo fijando nitr贸geno con la ayuda de bacterias del g茅nero Rhizobium. - 5. Usar coberturas vegetales y evitar el suelo desnudo
Las malezas no deben eliminarse por completo. En cambio, se pueden cortar y usar como mulch o cobertura vegetal, lo que ayuda a retener humedad, alimentar el suelo y protegerlo de la erosi贸n. - 6. Evitar productos de control de plagas de amplio espectro
En lugar de extracto de neem (que mata indiscriminadamente), Iv谩n recomienda usar biopreparados espec铆ficos, como el Zaphir Mix, que contiene microorganismos ben茅ficos (hongos y bacterias entomopat贸genas) que act煤an sobre plagas sin afectar polinizadores u otros insectos clave. - 7. Observar, registrar y tener paciencia
La agricultura agroecol贸gica no depende de recetas r铆gidas, sino de la observaci贸n constante del entorno, el registro de experiencias y la adaptaci贸n a cada suelo y cultivo. La paciencia y la constancia son fundamentales.
馃M谩s all谩 de la t茅cnica: reflexiones que florecen en la huerta
M谩s all谩 de las herramientas para mejorar el suelo, la conversaci贸n con Iv谩n nos dej贸 una serie de ideas que nos invitan a repensar el rol de las huertas urbanas, especialmente en contextos como el de la Universidad Icesi, donde la educaci贸n, la sostenibilidad y la tecnolog铆a est谩n profundamente entrelazadas.
Uno de los aportes m谩s potentes fue la invitaci贸n a concebir la huerta como un sistema vivo. Para Iv谩n, la huerta no es solo un lugar donde crecen plantas; es un entorno donde ocurren relaciones complejas entre microorganismos, insectos, personas, residuos y conocimientos. Es tambi茅n un espacio educativo en el que la experiencia directa con la tierra permite comprender mejor procesos abstractos, como el ciclo del nitr贸geno, la din谩mica del carbono o la interacci贸n entre especies.
Este enfoque encaja de manera natural con la l贸gica del Living Systems Lab que propone nuestro proyecto: un espacio donde lo cient铆fico, lo tecnol贸gico y lo comunitario se encuentran para experimentar, aprender y transformar.
Otro punto clave fue la necesidad de contextualizar la agroecolog铆a en lo urbano. Iv谩n subray贸 que no se trata de copiar t茅cnicas rurales al pie de la letra, sino de adaptarlas creativamente a las condiciones concretas de nuestras ciudades: menos espacio, suelos m谩s alterados, acceso limitado a insumos como esti茅rcol, y un ecosistema social diferente. En ese sentido, la agroecolog铆a en la ciudad no solo es posible, sino que puede ser un laboratorio ideal para la innovaci贸n y el aprendizaje colectivo.
Tambi茅n hubo un llamado a la documentaci贸n sistem谩tica. Iv谩n insisti贸 en la importancia de registrar lo que se hace, lo que funciona y lo que no, como parte del proceso formativo y como insumo valioso para futuras investigaciones. Lo que sucede en una huerta no debe quedarse en la an茅cdota: puede convertirse en conocimiento reproducible si lo tratamos con el mismo rigor y cuidado que aplicamos en el laboratorio.
馃Cosechando saberes compartidos
El seminario cerr贸 con una invitaci贸n abierta a seguir dialogando, compartiendo experiencias y reconociendo que cada cultivo, cada suelo y cada territorio nos ense帽an algo nuevo. La posibilidad de visitar Hotel La Huerta, donde Iv谩n desarrolla su trabajo, qued贸 sobre la mesa como un futuro espacio de intercambio pr谩ctico.
La sensaci贸n al final del encuentro fue clara: estamos sembrando m谩s que tomates y frijoles. Estamos cultivando una forma distinta de pensar el aprendizaje, la sostenibilidad y el v铆nculo entre seres humanos y territorios vivos.
