
El proyecto Huerta urbana: Laboratorio vivo en educación STEM sigue creciendo, y esta semana dimos un paso clave: llegaron las primeras colonias de abejas sin aguijón a la universidad.
Gracias al apoyo de don Javier Cifuentes del colectivo Plan Terraza – Ecobarrio Libertadores, se instalaron en nuestra huerta universitaria cuatro cajas modulares con dos especies de meliponas,Tetragonisca angustula (conocidas como “angelitas”) y Nannotrigona mellaria.


Abejas de la especie Nannotrigona saliendo y entrando de su colmena, a través de la piquera.
Estas abejas serán protagonistas de dos de los experimentos centrales del proyecto:
1. Polinización en la producción de tomate
Se observará cómo la presencia de meliponas influye en el desarrollo de los cultivos de tomate que crecen en las camas de la huerta. Buscamos medir el impacto en cantidad, calidad y tiempos de producción. Un paso importante para entender cómo estos polinizadores pueden mejorar la productividad de alimentos en contextos urbanos.
🧠 2. Memoria olfativa en túneles de vuelo
También instalamos tres túneles de vuelo especialmente diseñados para estudiar la memoria de recompensa de las abejas. Allí se realizarán ejercicios con estímulos olfativos para analizar su capacidad de aprendizaje y fidelidad floral. Este experimento aporta al objetivo de comprender cómo se comportan las meliponas en ambientes controlados, combinando ciencia, tecnología y agroecología.
Estas actividades están directamente relacionadas con los objetivos de investigación del proyecto, especialmente con el desarrollo del laboratorio vivo, el uso de tecnologías 4.0 y la conservación de polinizadores nativos.
Seguimos documentando cada paso. La llegada de estas abejas marca el inicio de una fase experimental clave y fortalece la alianza entre comunidad, universidad y biodiversidad.