Una entrada hablando sobre la discusión que se tuvo en el equipo de trabajo sobre lo que se entiende por sostenibilidad cultural y la importancia que este concepto tiene en la investigación.
Cultural sustainability does not belong to one discipline or within a hierarchical system of concepts; it is transversal and overarching at the same time. The unfolding of the complexity of this discourse has only begun.
- Soini y Birkeland
Después de las primeras dos salidas de campo y con muchas dudas generadas a raíz de estas, se concretó una reunión con el propósito de discutir sobre las categorías que parecían ser más relevantes y decidir cuáles utilizar y sobre todo desde que punto de vista lo haríamos. La reunión se realizó el día viernes 25 de abril del 2025, de esta reunión participamos la profesora Laura Silva, Santiago Lopez, Isabella Cortez y yo; sin tener una metodología específica sobre cómo abordar la discusión, pues para este punto teníamos claro que esta investigación no tenía un paso a paso que nos diera las respuestas, decidimos dar inicio a la reunión en el salón de la facultad de ingeniería a las 10:10am.
Al empezar a dialogar sobre la última salida de campo para poner al tanto a la profesora Laura, surgieron nuevamente las preguntas sobre las herramientas y que tan importantes las consideraban los interlocutores que habíamos entrevistado, para abarcar este problema decidimos empezar hablar de la cultura, específicamente de la categoría sostenibilidad cultural. Como en ese momento no estábamos familiarizadas con la bibliografía sobre el concepto, Santiago nos hizo una introducción, donde incluyó rápidamente un contexto histórico sobre como nace ligado al desarrollo sostenible y las diferentes líneas de análisis que existen al respecto. Aquellas líneas se pueden resumir en tres grandes puntos de vista sobre la cultura: primero, como un cuarto pilar junto con temas sociales, económicos y ecológicos desde las líneas de patrimonio y vitalidad; segundo, como instrumento donde la cultura atraviesa las diferentes dimensiones de la vida social desde la diversidad cultural y la localidad; y por último, como fundamento pensando en la cultura como la base que guía los sistemas humanos.
Ya con una base teórica clara y las observaciones de campo que teníamos hasta el momento, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿qué líneas de análisis podemos adoptar que se acomoden mejor al proyecto? Fue así como en ese momento decidimos distanciarnos del enfoque principal sobre las herramientas que utilizaban los agricultores. En ese sentido, no descartamos completamente este elemento, en realidad nos dimos cuenta que centrarnos en los objetos sería tomar únicamente el punto de vista del patrimonio cultural, limitando la investigación y sus hallazgos. De este modo, acordamos tomar en cuenta otras particularidades o dimensiones que también surgían, como prácticas o dinámicas que influyen en la forma de desarrollo productivo y económico u incluso en la estructuración de la cadena productiva que se presentaba en cada una de las fincas que visitamos.

Borrador del gráfico de las categorías de análisis
Fue aquí donde el proyecto empezó a adaptarse, se podría decir que ahora tomábamos una visión más amplia en la observación y el análisis. Como resultado, surgieron nuevas categorías de análisis como la familia, el cultivo, el conocimiento, entre otras. Asimismo, nuevas categorías traían consigo nuevos retos y preguntas cómo ¿De qué forma se relacionaban estas categorías? ¿Cúal era el paso a seguir? Aquellas respuestas solo se conseguirían con las siguientes reuniones y salidas de campo en las que el equipo siguió explorando y profundizando cada vez más.
Escrito por Juliana Rosas Arce

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