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Como cambiar de asistente personal digital (PDA) por un SmartPhone y sobrevivir en el intento. – Parte II

La nota pasada hablaba de mi historia con los PDAs, ahora habré de mi experiencia con los nuevos SmarPhones

Por fin me decidí por el 8300 Curve y después más de una semana de peleas con la burocracia de MoviStar y las ineficiencias en su sistema de información logré activar le plan de datos de mi BlackBerry, ahora cariñosamente le digo BB.

Encontré por fin un dispositivo profesional, muy bien diseñado, de tamaño pequeño, con un magnífico sistema operativo multi-tarea, con una muy buena interfaz usuario y un buen dispositivo de navegación (la esfera del puntero). Como agenda es muy buena y poderosa, como teléfono muy bien integrado a la agenda, como administrador de correo electrónico magnífico. Como todo no puede ser color de rosa, el administrador de tareas (To Do) es bastante más deficiente que en la Palm, pero se consigue software que por las especificaciones, remplaza bastante bien esta deficiencia y según las revisiones es más poderoso que el de la Palm..

Cuando uno ha vivido en el mundo Palm durante años, vive en un universo medio cerrado a la tecnología y los formatos de datos, que infortunadamente dominan el mundo, el imperio de Microsoft. El problema era ahora: ¿cómo pasar todos sus datos al nuevo dispositivo? Empecé a prepararme instalando Outlook 2003, programa al cual había sido refractario por sus enormes deficiencias de seguridad y pésimo control del SPAM – la nueva plaga del siglo XXI. Me moví con reticencias de Thunderbird a Outlook, pero era el precio que debía pagar, pues el BlackBerry sincroniza con muchos sistemas de correo empresariales pero no con Thunderbird, además utiliza la agenda de Outlook y el resto de funcionalidades. Mejor dicho la realidad económica me empujó a regañadientes a adoptar el sistema de Microsoft.

Traté de muchas formas de pasar mis datos de la agenda usando las funciones de importación y exportación. Estas pasaban mis contactos pero no las tareas, ni las notas, ni las citas de la agenda, etc. Es increíble pero los formatos de datos son incompatibles entre las dos agendas más populares del mundo, Palm y Outlook…!
Me recomendaron comprar un programa que los hiciera compatibles, existe comercialmente pero no veía lógico comprar un programa para usarlo por una vez. Buscando en Internet encontré la solución en un Blog de servicio de tecnologías de información (IT) de la Universidad de Illinois y es infinitamente más simple.
1- Sincronice la Palm con el software Palm Desktop (para tener una versión actualizada en la agenda)
2- Instale de nuevo el software de Palm, con el CD original e indique en la instalación que el programa de sincronización será Outlook (no se asuste esta operación borrará todo su backup de datos, pero no olvide que aún lo tiene en la agenda).
3- Sincronice de nuevo la agenda, esta vez con Outlook (Outlook no tiene datos la primera vez, por lo que la Palm escribirá todos sus registros).
Esta sencilla operación pasa todos los datos de la agenda a Outlook sin problemas.
Luego el paso de los datos de Outlook a la nueva agenda es también trivial. BB viene con un muy buen programa de sincronización que incluso tiene una función para pasar los datos de la Palm a las BlackBerry, que no pude probar pues ya había hecho las maromas anteriores. Puede incluso ser más sencillo que la recomendación anterior.
Lo absolutamente extraño e inexplicable que ocurrió fue que la sincronización del calendario no es posible si no se tiene activado el plan de datos…! (Todavía hago elucubraciones para entender por que…!)

Una vez se activa el plan de datos, todo funciona perfectamente, sin ninguna modificación.
Usted tiene en su bolsillo un magnífico teléfono, una muy buena agenda y un magnífico sistema de manejo de correo electrónico que le permite estar en línea con la oficina todo el tiempo, incluso vía chat. – Que conste que RIM no me ha pagado un centavo por la propaganda.

Ventajas: Todas las anotadas.
Desventajas: La gestión de tareas (To Do List) y la marcación por voz que aún no puedo dominar, lenta e imprecisa.
Recomendaciones: Si usted es un usuario profesional, prefiera el BB 8300 Curve al BB 8100 Perl, el teclado es mucho más cómodo y la pantalla más grande.

En una próxima entrega hablaré más profundamente de las características y funcionalidades del BB.

Como cambiar su PDA por un SmartPhone y sobrevivir – Parte I

He sido usuario de Asistentes Digitales Personales o PDAs como los llaman, desde hace más de 10 años, desde el momento que salieron las primeras agendas digitales CASIO, que más bien era un directorio de mano que una agenda digital. Luego migre a los primeros modelos de PALM PILOT cuando estos eran aún producidos por US Robotics. – Esta es una historia interesante de cómo un fabricante de Modems, exitoso por cierto, inventa los PDAs, pero podrá ser tema de otro artículo.

Decía entonces que desde los albores de los PDAs he sido fiel a un tipo de dispositivos por más de 10 años. Cuando conocí las primeras PALM, me enamoré su ingeniería y del sentido práctico que tenían, se veía de lejos que habían sido diseñadas por alguien que sabía de las necesidades cotidianas de los potenciales usuarios. De verdad eran prácticas, sólidas, confiables. Tan buenas eran que una PALM III me duró más de 7 años hasta que desapareció en un Taxi en Bogotá. Por fortuna, el software de sincronización era muy bueno y todos los datos estaban en mi computador. Una semana después los secuestradores de mi agenda me llamaron a pedir rescate, opté por regalárselas no solo por respetar el principio de no ceder a la extorsión, sino porque consideraba que había cumplido su vida útil.
Aproveché la oportunidad para explorar dentro de la misma línea, la Sony Clié, que funcionaba con el mismo sistema operativo de PALM y tenia una completa compatibilidad. La Clié adicionaba mejoras como fotografías, multimedia etc. Un año después la Sony decidió terminar con su aventura con la agendas y descontinuar la Clié. Tenían razón, el dispositivo nunca fue tan bueno ni tan sólido como sus hermanas PALM. Disgustado por la pésima juventud de la Clié, migré entonces a la nueva generación, una Palm Tungsten E2, reputada de la mejor generación. Efectivamente tenía una serie de mejoras aquí y allá pero nunca vi una mejora fundamental en el software disponible ni en su sistema operativo. Tenia el odioso Grafitty II (Grafitti es el sistema de escritura manuscrita de Palm) en vez de mejorar el Grafitti original, lo dañaron con la versión de Grafitti II. Nunca me pude acostumbrar a semejante estupidez y sobre todo por la imposibilidad de optar por un modo de compatibilidad con el antiguo Grafitti que era infinitamente más confiable.
Entiendo que con Grafitti II trataron de acercarse al usuario, pero no lograron su objetivo. Hicieron un alfabeto que se parecía más a la escritura manuscrita, pero aún no lo era con el agravante que era poco confiable. Lo desafío a que escriba una ñ con Grafitti II, cosa que se podía hacer fácil con Grafitti…!
La Tungsten E2, también tiene problemas (Bugs) en el algoritmo de búsquedas, que aún no han sido corregidos. Un amigo, a quien le hice notar el problema lo resolvió con una actualización del sistema operativo en una Tungsten T, pero hasta la fecha no hay actualizaciones para la Tungsten E2.- Cuando los resultados de una búsqueda deben ser presentados en varias páginas, el sistema muestra la primera y nunca presenta las siguientes, por mas que usted solicite mostrar las otras páginas. (Palm OS Garnet v5.4.7)

Empecé a explorar entonces la línea de los teléfonos inteligentes (Smart Phones) los llaman y como es natural me incliné por el Treo de Palm, por su compatibilidad con las antiguas Palm pero todas las recomendaciones decían que era una buena agenda pero un regular teléfono. Exploré los Nokia, Sony-Ericsson, que decían eran buenos teléfonos pero malas agendas. Los basados en Windows Mobil que francamente no me atraían por comparaciones pasadas con Windows CE y creo que mi instinto no me falló.
Hasta que llegaron a Colombia los Blackberry de RIM (Research in Motion), que eran dispositivos desconocidos en Colombia. Yo había leído sobre ellos y conocía de su enorme aceptación en los Estados Unidos, pero no había tenido la ocasión de probarlos, hasta que un antiguo alumno de la Universidad, Diego Arbelaez, quien montó la empresa Quattro Mobile y lo considero un experto en el tema, me mostró su último juguete, una Blackberry Perl (8100) y me hizo una demostración de lo que podía hacer, las funciones de sincronización de agenda, de correos, etc. Me dejó maravillado del poder del dispositivo, de lo portátil y ágil. Ahora la barrera para mi nuevo juguete era el precio y el desafortunado anuncio que aparecería un nuevo modelo, la 8300 Curve, y del iPhone de Apple. Decidí entonces esperar a ver cómo se movía el mercado y las funcionalidades del iPhone.
No hice cola para comprar un iPhone, sino que me divertí viendo las noticias. Mi conclusión, después del lanzamiento es que el iPhone es un dispositivo maravilloso, con una espectacular interface usuario, muy buen reproductor de música y videos, pero no tan buen teléfono, agenda ni administrador de correo electrónico.
Opté entonces por un BlackBerry y en la próxima entrega hablaré de la experiencia con este dispositivo