Ansioso al consumir

Debemos de estar conscientes de que cualquier acción trae consigo consecuencias positivas como negativas; por tal razón tener claridad de nuestras prioridades y proyectarnos en el futuro son factores claves al momento de realizar una compra. Es importante preguntarse cuáles son mis ingresos y mis deudas tanto presentes como futuras; tener en cuenta situaciones imprevistas y así empezar un plan que permita corregir los desequilibrios si el escenario no es idóneo.

En el momento de realizar cualquier gasto es vital evitar excesos, por tal razón en estas situaciones es útil tener un registro y clasificar los gastos; elaborar una lista de los gastos semanales o mensuales y organizarlos en un orden jerárquico desde los más esenciales a los más ociosos nos ayudara mantenernos en la línea en el momento de comprar. También, tener claro cuáles son nuestras deudas hasta el momento para así no incurrir en ellas e incrementarlas y darles la prioridad de pagarlas en el plazo estipulado nos ayudara a mantener nuestras decisiones de compra.

Por otro lado, destinar todos nuestros ingresos a gastos y deudas no es lo ideal; siempre debemos reservar cierto porcentaje al ahorro que en ocasiones pueden subsanar situaciones improvistas. Este porcentaje puede variar dependiendo de tu situación financiera, sin embargo, siempre es recomendable que este dinero sea invertido de buena manera y no tenerlos “debajo del colchón”, de esta forma en un futuro obtendré mejores rendimientos. En este punto es importante aclarar un error que tal vez muchas personas suelen cometer; si los ingresos aumentan, ya sea por una crecida en el salario u otra razón, no es ideal aumentar los gastos en igual proporción si estos no son de suma importancia; si no, destinarlos a la inversión para que sean retornados de un futuro con una rentabilidad más alta.

Para concluir la clave es reforzar nuestros hábitos para alcanzar los objetivos planteados siempre y cuando estos estén lineados con nuestra situación financiera. Para no caer en errores en el momento del planteamiento y ejecución de nuestras metas, siempre lo mejor es comenzar con pequeños retos y una vez obtenidos dar el paso a metas mayores. Además, es importante visualizarnos en el futuro y pensar en las consecuencias que me pueden traer si tomo malos hábitos de consumo.