UMBERTO ECO – WIKIPEDIA

Los riesgos de

Wikipedia

Aunque rescata el papel de Internet como herramienta de conocimiento si es bien utilizada, el autor se suma al debate sobre la enciclopedia on line y advierte que la falta de rigurosidad en sus contenidos puede conducir a peligrosos equívocos 

Un debate está agitando el mundo de Internet, y es el debate sobre la Wikipedia.

Para los que no lo sepan, se trata de una enciclopedia on line escrita directamente por el público. No sé hasta qué punto una redacción central controla las contribuciones que llegan de todas las partes del mundo, pero es verdad que cuando he tenido la ocasión de consultarla sobre argumentos que conocía (para controlar una fecha o el título de un libro), la he encontrado siempre bastante bien hecha y bien informada. Claro que eso de estar abierta a la colaboración de cualquiera presenta sus riesgos, y ha sucedido que a algunas personas se les atribuyera cosas que no han hecho e incluso acciones reprobables. Naturalmente, protestaron y el artículo se corrigió.

La Wikipedia tiene también otra propiedad: cualquiera puede corregir un artículo que considera equivocado. Hice la prueba con el artículo que me concierne: contenía un dato biográfico impreciso, lo corregí y desde entonces el artículo ya no contiene ese error. Además, en el resumen de uno de mis libros estaba la que yo consideraba una interpretación incorrecta, dado que se decía que yo “desarrollo” una cierta idea de Nietzsche mientras que, de hecho, la contesto. Corregí “develops” con “argues against”, y también esta corrección fue aceptada.

El asunto no me tranquiliza en absoluto. Cualquiera, el día de mañana, podría intervenir otra vez sobre este artículo y atribuirme (por espíritu de burla, por maldad, por estupidez) lo contrario de lo que he dicho o hecho. Además, dado que en Internet circula todavía un texto donde se dice que yo sería Luther Blissett, el conocido falsificador (e incluso años después de que los autores del truco llevaran a cabo su buen coming out y se presentaran con nombre y apellido), podría ser yo tan socarrón como para dedicarme a contaminar los artículos que conciernen a autores que me resultan antipáticos, atribuyéndoles falsos escritos, episodios pedófilos, o vínculos con los Hijos de Satanás. ¿Quién controla en la Wikipedia no sólo los textos sino también sus correcciones? ¿O actúa una suerte de compensación estadística, por la cual una noticia falsa antes o después se localiza?

El caso de la Wikipedia es, por otra parte, poco preocupante con respecto a otro de los problemas cruciales de Internet. Junto a sitios absolutamente dignos de confianza, hechos por personas competentes, existen sitios de lo más engañosos, elaborados por incompetentes, desequilibrados o incluso por criminales nazis, y no todos los usuarios de la red son capaces de establecer si un sitio es fidedigno o no.

El asunto tiene una repercusión educativa dramática, porque a estas alturas sabemos ya que escolares y estudiantes suelen evitar consultar libros de texto y enciclopedias y van directamente a sacar noticias de Internet, tanto que desde hace tiempo sostengo que la nueva y fundamental asignatura que hay que enseñar en el colegio debería ser una técnica de selección de las noticias de la red; el problema es que se trata de una asignatura difícil de enseñar porque a menudo los profesores están en una condición de indefensión equivalente a la de sus alumnos.

Muchos educadores se quejan, además, de que los chicos, si tienen que escribir el texto de un trabajo o incluso de una tesina universitaria, copian lo que encuentran en Internet. Cuando copian de un sitio poco creíble, deberíamos suponer que el profesor se da cuenta de que están diciendo pavadas, pero es obvio que sobre algunos temas muy especializados es difícil establecer inmediatamente si el estudiante dice algo falso. Supongamos que un estudiante elija hacer una tesina sobre un autor muy pero muy marginal, que el profesor conoce de segunda mano, y se le atribuya una determinada obra. ¿Sería capaz el docente de decir que ese autor nunca ha escrito ese libro? Lo podría hacer sólo si por cada texto que recibe (y a veces pueden ser decenas y decenas de trabajos) consigue llevar a cabo un cuidadoso control sobre las fuentes.

No sólo eso: el estudiante puede presentar un trabajo que parece correcto (y lo es) pero que está directamente copiado de Internet mediante “copia y pega”. Soy propenso a no considerar trágico este fenómeno porque también copiar bien es un arte que no es fácil, y un estudiante que copia bien tiene derecho a una buena nota. Por otra parte, también cuando no existía Internet, los estudiantes podían copiar de un libro hallado en la biblioteca y el asunto no cambiaba (salvo que implicaba más esfuerzo manual). Y, por último, un buen docente se da cuenta siempre cuando se copia un texto sin criterio y se huele el truco (repito, si se copia con discernimiento, hay que quitarse el sombrero). Ahora bien, considero que existe una forma muy eficaz de aprovechar pedagógicamente los defectos de Internet. Planteen ustedes como ejercicio en clase, trabajo para casa o tesina universitaria, el siguiente tema: “Encontrar sobre el argumento X una serie de elaboraciones completamente infundadas que estén a disposición en Internet, y explicar por qué no son dignas de crédito”. He aquí una investigación que requiere capacidad crítica y habilidad para comparar fuentes distintas, que ejercitaría a los estudiantes en el arte del discernimiento.

Por Umberto Eco
© LA NACION y L´Espresso

OPINIÓN

Aunque es muy respetable la manera de ver y pensar de Umberto Eco sobre los riesgos y comodidades para estudiantes de colegios y universidades que trae investigar, o más bien consultar en Wikipedia, pienso que lo importante del tema es resaltar la educación y el tipo de la misma que la sociedad esta recibiendo.

Primero que todo, no toda la humanidad tiene las ventajas de recibir educación, mucho menos de utilizar un computador, por lo tanto, antes de mirar los riesgos de Wikipedia como enciclopedia on line, deberíamos pensar en solucionar el problema de niños y jóvenes sin educación, para que quizá algún día puedan aspirar a consultar dicha enciclopedia que bien actualizada o no, sería de mucha ayuda para ellos.

Por otro lado, el tema de que los estudiantes copian las tareas de Internet y se las presentan a los profesores como obras suyas, es un punto que se puede resolver sencillamente educando a los estudiantes en un ámbito de investigación y desarrollo de competencias como lo hace la Universidad ICESI, la cual promueve el aprendizaje activo y de esta manera el estudiante debe consultar, leer, realizar ejercicios, etc, y así sea todo sacado de la Internet, al final, los estudiantes aprenden.

El caso para mí no es sobre los riesgos de Wikipedia, el caso para es cómo se está formando la juventud colombiana y que están haciendo las instituciones por ello. En el mundo globalizado en el que estamos, no pasarán más de 10 años para que en colegios, institutos, centros educativos, universidades, etc, todos los estudiantes tengan acceso a un computador y en especial a Internet, entonces la pregunta será: ¿debemos preocuparnos en verificar la veracidad de la información cuando toda la humanidad tenga acceso a Internet? O ¿será que los educadores podrán enseñar a la juventud como utilizar de una manera productiva la Internet para bien de ellos y de la sociedad en general?.

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