María José Galeano
Miguel Angel Muñoz
Valeria Martinez
María José Guarín
María José Montilla


El inicio de nuestra experiencia en Matileo 2020-2 comenzó el 2 de julio, cuando llegó a nuestra bandeja de entrada un correo de inscripción para esta especial semana. Sin embargo, las expectativas que teníamos eran un poco bajas debido a comentarios de otros estudiantes de la universidad. La semana Matileo consta de diferentes actividades propuestas y dirigidas por los departamentos de Matemáticas, Lenguaje e Inglés. A continuación, les daremos a conocer los puntos más importantes de nuestra experiencia.


Se empezó la semana y llegamos con un poco de incertidumbre a una salita de Zoom, la que va resultar siendo nuestra aplicación por excelencia para nuestra universidad virtual. Eran las 8 de la mañana y todos teníamos que estar presentes en la sala virtual. El día empezó con las bienvenidas de los directivos y rápidamente se tornó en algo interactivo; a través de Moodle (una plataforma de trabajo para nosotros los estudiantes) hicimos dos cuestionarios que no contaban con calificación sino más bien un tanteo para medir algunas habilidades básicas de comprensión lectora y matemáticas. Justo después, hace entrada el departamento de Bienestar Universitario, un lugar pensado para nosotros los estudiantes y en especial para nuestros cuerpos, pues dispusimos de un entrenador de acondicionamiento físico para que llevara a cabo una pausa activa. Esta consistía en una serie de ejercicios para activar mente y cuerpo. Las risas no faltaron, y, aunque estábamos detrás de pantallas e incluso con cámaras apagadas, el chat fue un medio de interacción y un sitio donde comentar situaciones chistosas que iban acordes a los ejercicios que estábamos haciendo. En general, fue una primera aproximación a lo que sería el resto de días, una semana de diversión, aprendizaje y sobre todo, interacción entre los que van a formar parte de nuestra familia universitaria.


Siendo las 8 de la mañana del 28 de julio, tuvimos la oportunidad de empezar las actividades con nuestros respectivos equipos por primera vez, resolviendo mutuamente algunos ejercicios de matemáticas. Mediante esta acción, nos dimos cuenta que el departamento de matemáticas estaba abriendo sus puertas para nosotros, los primíparos. Cabe decir que resolver problemas de inclinaciones de colinas y simplificar ecuaciones no es placentero para muchos, pero gracias a los monitores y CAMBAS pudimos disfrutar de cada momento. Seguido a esto, los profesores de lógica y argumentación nos deslumbraron con su manera de hablar, proponiendo para la tarde actividades dinámicas y acordes al tema. Definitivamente, el día fue una manera distinta y creativa de emplear las matemáticas a nuestro entorno diario y a nuestro espíritu infaltable de emoción por descubrir ICESI más a fondo.


En la mitad de la semana, al igual que el día anterior, nos unimos de nuevo a nuestros respectivos grupos para comenzar la mañana. Tuvimos el increíble acompañamiento de un maestro estadounidense que, según sus palabras, ha viajado por la mitad del mundo. Además de esto, pudimos presenciar sus asombrosas obras de magia que nos dejaron sorprendidos aun así viéramos el truco. John Boresoff llenó nuestro miércoles de alegría y sorpresa gracias a su carisma y manera de enseñar. Pasamos un día lleno de retos, creando vídeos y demás contenidos visuales que, aunque fueron graciosos, nos dejó lecciones para nuestra próxima vida universitaria y todo lo que viene después de ésta. EL Center nos brindó toda su confianza y optimismo para seguir adelante con el idioma más necesitado, aquel que nos abrirá puertas dentro de nuestra vida laboral.


Jueves 30 de julio, de nuevo como en el resto de los días anteriores hacemos presencia en las salas disponibles para Matileo. Para el día de hoy tenemos actividades con el departamento de lenguajes LEO (lenguaje, escritura y oralidad). Después de la experiencia de ayer, hoy toca manejar nuestro idioma natal, actividades que se supone que ya tenemos aprendidas o, ¿eso creemos? El día nos recibe en una sala con uno de los profesores que dispone el centro LEO para las actividades, el profesor Milton Bentancor; un gran personaje, ¿por qué lo digo?, fue el primer profesor en darnos un truco gigantesco para nuestra vida universitaria. Nos contó acerca de una estrategia de lectura en la que nos ahorramos varias páginas de texto y acabó concluyendo en que en realidad no es necesario leer toda la información, pero es un secreto; se ve raro escuchar a un profesor del centro LEO aconsejando no leer tanto.


En cuanto a lo abordado anteriormente, tuvimos un sinfín de emociones y experiencias las cuales fueron sumadas a los momentos de interacción con algunos compañeros que, incluso, podemos llamar amigos. Como resultado, ahora es muy fácil decir que Matileo es una experiencia agradable, algo totalmente diferente a lo que nos habían comentado algunas personas; hoy podemos decir que Matileo sí vale la pena y, sobre todo, nos sirve a nosotros, los estudiantes, como comité de bienvenida a la Universidad. Asimismo, como grupo queremos agradecerle a todo el comité directivo de Matileo por permitirnos ser parte de esta experiencia, de formar implícitamente ya parte de Icesi, y, además, por permitirnos estar a otro nivel.