Ponencia - Influencia Occidental en sudáfrica

Diana Fernanda Quintero y Diana Porras


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Introducción


Muchos años de control intenso, básicamente europeo, difundieron la cultura, el gobierno, la industria, la religión y la medicina occidental en África. Pese a que cada uno de los países Africanos fue obteniendo uno a uno su independencia, el asentamiento de las potencias occidentales dejó al continente con países de construcción artificial y formas ajenas de gobierno, todavía dominadas por poderes económicos a distancia. El continente africano está compuesto por más de 600 grupos étnicos en tan sólo 53 países en donde además se hablan unas 1.000 lenguas. La vida y la cultura humana, así como
muchas creencias religiosas y filosóficas se originaron y florecieron en África; comerciantes, mercaderes, exploradores y viajeros africanos han viajado por todo el continente y más allá de sus fronteras, intercambiando ideas y productos durante sus viajes; sin embargo, los principios políticos y los sistemas de gobierno europeos perduraron con los años.
Actualmente África se enfrenta a numerosos problemas; continúa la creación de países con gobiernos políticamente inestables y existen dictaduras militares cuya prioridad es la compra de armas; también existen grandes poblaciones desplazadas por la guerra y el hambre, conflictos religiosos y racismo, reflejado en temas como la educación, en donde “el presupuesto destinado para los blancos es cuatro veces mayor que para los negros ”1. En este orden de ideas, donde la influencia occidental se vislumbra desde diferentes ópticas, resulta interesante preguntarse ¿Qué tan positivo ha sido para Sudáfrica la marcada influencia occidental?

Influencia de Occidente en África

a) El Neocolonialismo.
b) Proceso de democratización.

Después de la segunda guerra mundial las potencias europeas estaban tan exhaustas, tan empobrecidas y tan desmoralizadas, que casi no podían asegurar el control sobre sus propios países, por no hablar de las colonias. Los movimientos acionalistas en África se aprovecharon de la debilidad de Europa y rápidamente se emanciparon de los gobiernos coloniales y establecieron una amplia gama de estados independientes creyendo entonces que este cambio les iba a traer la libertad.
Pero la realidad era otra, solo se sustituyó la forma de colonialismo (con un gobierno blanco formal con tropas de ocupación), por la de neocolonialismo, en donde se controlaron las independencias para que accedieran al poder gobiernos adictos a la causa occidental y siguieran permitiendo la explotación de los recursos de los países a las compañías occidentales.
El único cambio significativo tras la independencia, fue la retirada de las tropas europeas.
Los gobiernos blancos supuestamente se desmantelaron limpiando así la fachada, pero no el interior. Las nuevas elites surgidas de esa emancipación se aliaron con los intereses estadounidenses y europeos para mantener el poder y sus beneficios. A cambio de esto, los occidentales se instalaron a sus anchas por el continente y garantizaron que su capital no corriera ningún riesgo.
Por otro lado, hubo también varias ex colonias que no estuvieron de acuerdo con adoptar el sistema democrático heredado de los colonizadores y mucho menos los principios liberales y de participación total, esto debido básicamente a principios sociales y religiosos. Un claro ejemplo al respecto se evidencia en el norte de África, en donde el Islam tiene un significativo alcance tanto religioso como social y cuyo centro es la organización familiar y la división de sus responsabilidades de acuerdo a la edad y el sexo.
La democratización en África trajo efectos inesperados para los africanos pues se fueron estableciendo regímenes militares o sistemas políticos de partido único siempre apoyados por una de las súper potencias con el fin de disminuir la amenaza socialista. Adicionalmente a esto, los nativos no se encontra ban preparados para todo lo que implica democratizarse pues esto implicó cambios que no supieron manejar.
Existieron dos razones adicionales para que el proceso de democratización no fuera exitoso; la primera de ellas porque los gobernantes tradicionales que habían dirigido algunos de los países a sus anchas, se vieron atacados por esta nueva idea de democracia y sintieron miedo de no ser elegidos, perder los terrenos adjudicados y su participación política; por tanto, decidieron oponerse al registro electoral de los ciudadanos.
La segunda razón es que debido a la falta de experiencia de los ciudadanos y a su poca relación con la democracia, aun cuando les permitieron registrarse y llevar a cabo el proceso de elección de manera libre, muchos nunca se registraron y en caso de hacerlo, no hicieron parte activa del proceso democrático.

Reacciones de África y Occidente

a) Implementación de sistemas propios.
b) Criticas de occidente al sistema sudafrican

Sudáfrica, por su parte, practicó desde 1948 hasta 1990 una política de segregación racial mejor conocida como el Apartheid, que tenía como fin garantizar la dominación social y política de la minoría blanca.
Es importante mencionar que la población de África es aproximadamente de 42.718.530 habitantes, de los cuales el 75% son negros africanos, 13,6% blancos, 8.6% mestizos y 2.6% asiáticos. Los blancos son en su mayoría de scendientes de colonos británicos, alemanes, franceses y principalmente holandeses.
Desde el inicio de los asentamientos europeos en el país, la segregación racial fue una parte fundamental del modelo social y económico de Sudáfrica, debido a que era necesario para los blancos imponer lo que ellos consideraban superior: su raza y su cultura.
Una de las primeras manifestaciones de esta política racista fue la llamada “Ley sobre las tierras nativas” en donde se delimitaban determinadas zonas, las mejor ubicadas y más fértiles sólo asequibles a los europeos, mientras que las restantes podían venderse a los negros colonos. Esto no era lo peor, leyes posteriores a ésta establecieron que sólo el 13% de la tierra fuera destinado a la población negra que como bien se ha indicado, era la mayoría.
Adicionalmente a lo anterior, en 1960 fueron abolidos los pocos derechos que tenían los colonos, fueron desplazados a diez “bantustanes” también llamados tierras de negros, que posteriormente se declararon independientes aunque nunca fueron reconocidos internacionalmente.
Las Naciones Unidas rechazaron la Unión sudafricana, principalmente por haber intentado establecer su autoridad en Namibia (África del Suroeste) después de la segunda guerra mundial; adicionalmente a esto, por su segregación racial y por no garantizar los derechos políticos de los residentes en el país.
La resistencia de los colonos africanos fue aumentando poco a poco, sobre todo Impulsada por un liderazgo de un abogado conocido como Nelson Mandela, quien fue encarcelado en 1962 por el gobierno sudafricano. En 1964 el consejo de seguridad de las Naciones Unidas condenó el apartheid y ordenó establecer sanciones contra este país.
Sudáfrica por su parte rechazó todas las acciones y sanciones de la ONU y continuó la integración de Namibia y Sudáfrica en su propio sistema económico. Finalmente, en junio de 1971 el tribunal superior de justicia condenó de ilegal la presencia de Sudáfrica en Namibia. Tras la presión diplomática de Estados Unidos y Europa,
Sudáfrica se vio obligada a comenzar el desmantelamiento del apartheid, así fue como en 1990 Nelson Mandela fue liberado y continúa las negociaciones del fin del apartheid. En 1994, tras una ardua lucha, Mandela se convierte en el primer presidente negro de Sudáfrica como resultado de las primeras elecciones en las que por primera vez a lo largo de la historia del país, participó toda la población, mostrándose así el inicio de una república democrática.

Conclusion

- Hacer una valoración moral acerca del ne ocolonialismo debe tener en cuenta las cambiantes circunstancias históricas. Este fenómeno resulta inexcusable si nos atenemos a las normas de actuación internacionales contemporáneas, puesto que es incompatible con el derecho a la soberanía internacional y a la autodeterminación.
No obstante, el reconocimiento de estas libertades sólo se ha hecho efectivo con carácter mundial recientemente, mientras que los imperios que se crearon en el siglo XIX se arrogaron la responsabilidad de gobernar a los ‘pueblos atrasados’ y hacerles llegar los frutos de la civilización occidental.

Bibiliografia
- www.revistapueblos.org/article.php3=135
- www.eurosur.org/ai/17/17-3.htm#headline7
- http://www.elinconformistadigital.com/modules.php?op=modload&name=News&fi le=article&sid=1381&mode=&order=0
-http://www.fespinal.com/espinal/castellano/visua/es73.htm
- http://www.bibliojuridica.org/libros/2/677/4.pdf
- MINAR, Anthony, PRETORIUS, Sam, WENTZEL, Marie, “Political conflict and other manifestations of violence in South Africa” en Bornman, E., Eeden, R., and Wentzel, M., Violence in South Africa: A variety of perspectives, pp. 13-51.
- HUNTINGTON, Samuel “El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial”. Editorial, Paidos, Barcelona. Primera edición 1997.

 

 

 


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