Ago
18
2008
CASO DE ESTUDIO: PUDO SER PEOR
Author: Andres Lopez Astudillohttp://dspace.icesi.edu.co/dspace/bitstream/item/1624/1/c412-2.pdf
Un carrotanque que transportaba un material potencialmente peligroso desde la empresa que lo produce hasta la que lo utiliza como materia prima para su proceso productivo sufre un accidente. El accidente es reportado al Ingeniero de Seguridad de Planta, desencadenando una serie de situaciones que ponen en evidencia la falta de una Administración Ambiental y de Seguridad para todos los involucrados: productor, transportador, vendedor, gobierno y comunidad. Ante la falta de directrices claras para actuar en estos casos algunos protagonistas buscan eludir su responsabilidad escudándose en la ley o los demás, sin embargo el Ingeniero de Segurida de Planta elige actuar de acuerdo a sus valores OBJETIVOS DEL CASO: – Dar una visión real del problema del manejo de sustancias y procesos potencialmente peligrosos a través de toda la cadena logÃstica. – Mostrar hacia donde se mueve la legislación acerca del manejo de sustancias y procesos peligrosos y como la nueva legislación cambiará la forma de hacer negocios. -Mostrar como se puede convertir el manejo ambiental y de seguridad de una amenaza a una ventaja estratégica sostenible a través de los modelos de administración y responsabilidad social
agosto 18th, 2008 at 18:45
SOLUCION DEL CASO DE ESTUDIO
http://dspace.icesi.edu.co/dspace/bitstream/item/1615/1/c412-1.pdf
septiembre 11th, 2008 at 19:48
Si bien es cierto, en el caso se nota claramente como el tema de logistica no abarca una responsabilidad empresarial hacia los impactos que se pueden generar con el medio ambiente, ó dicho de otra manera como el termino de logistica se ve limitado y a la hora de enfrentar situaciones de emergencia no existe ningun plan de contingencia sobre los eventos que se puedan presentar, en mi opinion el caso es muy interesante y permite percibir como la ley existe para incumplirla, pues para nadie es incierto que aplican una serie de normatividades y regulaciones para el medio ambiente, para las empresas, pero que el alcance de cumplimiento es muy indiferente, nadie asume responsabilidades y son muy pocos los que realmente toman acciones de mejora al respecto. Hoy en dÃa existen muchas empresas que cuentan con sistemas de gestión, con certificaciones que al parecer son un canto a la bandera y no implementan medidas de acciones preventivas y correctivas. Considero que cuando realmente existan regulaciones de mayor control, entidades y autoridades ambientales que además de cumplir sus funciones como controladores, realicen seguimiento y asesorias a las empresas,realmente se veran resultados. lastimosamente cuando existe una sanción se considera de importancia el cumplimiento de alguna normatividad ó en su defecto cuando la imagen de la empresa se ve en juego. es asà pues como concluyo que la solución determinada en el caso es viable, sin embargo cuando se muestran lo efectos negativos economicos que conlleva una inadecuada gestión ambiental vista desde todas las percepciones y partes de la cadena de algun proceso productivo, realmente el medio ambiente cobrará importancia en las empresas y entidades publicas.
octubre 2nd, 2008 at 12:18
Este caso permite comprender la poca importancia que tiene el transporte de sustancias peligrosas, aunque existe normatividad, nuestras autoridades, proveedores de servicio de transporte, proveedores de materiales peligrosos y en general las personas involucradas tienen bajas competencias para un manejo adecuado de una emergencia.
Cabe destacar que la imagen de la compañÃa esta antes que cualquier impacto o daño ambiental, situación que se ve reflejada en el comportamiento del ingeniero de la empresa que esperaba el producto actuó de la forma más correcta bajo sus principios éticos y compromisos con responsabilidad.
El transporte de sustancias es un riesgo inminente el cual se debe estar preparado, y se puede analizar que sin importar las competencias de los conductores se cambian y su principal objetivo es realizar la carga.
Si dÃa a dÃa, las empresas que necesitan el transporte para sustancias peligrosas empiezan a exigir empresas certificadas en normas de ISO, los riesgos pueden disminuir, conductores calificados para sustancias especificas asà mismo si nuestras autoridades se capacitan para enfrentar emergencias, se crean más teléfonos de emergencia en las vÃas, para actuar más, si nuestros medios tratan de investigar más las situaciones para evitar publicar artÃculos que generen terrorismo en la comunidad, el manejo de las sustancias seria menos compleja.
En el caso, también se puede analizar la actitud de los involucrados frente a la emergencia, donde prima nuevamente los costos de atenderla (asumiendo que cuentan con sus pólizas excontractuales y de responsabilidad civil) y se retiran después de haber recuperado el vehÃculo y ni que decir de los proveedores de sustancias peligrosas que no conocen lo que venden (sin desconocer que estas empresas cuentan con personal capacitado pero su mayorÃa en sus casas matriz y no en sus puntos de venta) y las emergencias son atendidas a medias.
Este articulo más que sea un caso, es un ejemplo que las empresas generadoras de residuos peligrosos piensan que tienen los puntos controlados bajo una emergencia y no se cuentan con actores involucrados como el transportador, el conductor y lo mas importantes las autoridades locales que ayudaran a controlar la emergencia, es un llamado para que se empiece hacer simulacros para una situación similar que en mi caso no estoy exenta.
octubre 2nd, 2008 at 12:20
A propósito de la emergencia por la caÃda de canecas con cianuro al Rio Magdalena nos pudimos dar cuenta de los escasos controles que este tipo de productos industriales peligrosos y sumamente tóxicos tienen en el paÃs. Desde su mismo origen hasta su destino final no se ejercen los controles estipulados en la ley. El caso del Magdalena hizo patente que aunque nuestra legislación se precia de ser la más completa de Latinoamérica y una de las mejores del mundo estamos muy lejos de aplicarla.
Resulto irónico ver al Ministro de Ambiente una semana después con un carro eléctrico mostrando a los medios el compromiso de su cartera mientras una semana antes se producÃa una emergencia que en un paÃs del norte de Europa terminaba con el despido y condena pública de los responsables de ejercer control. Porque téngase en cuenta que la salud pública o el bienestar derivado de un ambiente sano es un derecho colectivo, que fue vulnerado impunemente en esta ocasión (y todo hace suponer que en ocasiones pasadas y en las venideras). Ojala se sancione a los responsables.
octubre 2nd, 2008 at 12:37
El estudio de caso Pudo ser peor es un ejemplo de los muchos casos que vive actualmente nuestro paÃs respecto al transporte y manejo de sustancias peligrosas, para el cual destacamos varios sucesos de importancia.
Se pone en evidencia la negligencia e ignorancia del gerente de operaciones Ricardo Peláez de la empresa Colombiana de Limpiadores S.A., quien a primera instancia solo le importo que se aseguraran que la producción no fuera a parar. Esta situación podrÃa ser debida al desconocimiento de la normatividad Colombiana, de las polÃticas ambientales de la empresa y del alcance que este tipo de accidentes puede traer para la empresa como consecuencia de los impactos al medio ambiente, a la población, a la economÃa de la empresa, a su imagen y a la nación.
También se pone en evidencia la falta de un Plan de contingencia en la empresa de limpiadores, quienes reaccionan sin tener una ruta definida, donde se muestre a quien se debe acudir, cuál será el plan a seguir, quienes serán los directamente implicados y responsables por parte de la compañÃa para atender este tipo de emergencias y la manera como deberá ser abordada la situación.
Debido a esta situación se desencadena una serie de situaciones que hacen que la respuesta al accidente sea tarde, pues pudo haber sido abordada de inmediato, reduciendo el riesgo para el medio ambiente y la población. Sin embargo, pudo ser peor, de no haber tomado las decisiones que asumió el ingeniero de seguridad, impulsado por sus valores morales y éticos, en un acto de responsabilidad social.
La irresponsabilidad del conductor de la empresa transportadora al delegar su cargo a otro sin previa autorización, preparación y entrenamiento, al desconocimiento por parte del mismo de la peligrosidad del material que transportaba. La falta de control y mantenimiento por parte de la empresa transportadora y el seguimiento por parte de la empresa de limpiadores que permitiera verificar que la empresa transportadora estuviera cumpliendo con los requisitos que exige la norma para el transporte de este tipo de sustancias.
Se deja ver los interés personales de los involucrados en el conflicto, como es el caso del transportador quien solo piensa en recuperar rápidamente su vehÃculo y retirarlo del lugar de los hechos para evitarse tener que asumir mayores costos.
Esta situación muestra la necesidad de desarrollar estrategias de contingencia en toda la cadena logÃstica que involucre a los productores, transportadores, vendedores, a la comunidad, al gobierno, a las entidades competentes y a la empresa, que muestren claramente las responsabilidades, las competencias que deben cumplir los directos responsables y delegados de cada uno de los actores involucrados al enfrentar situaciones de emergencia que ponen en riesgo la seguridad de la comunidad y el medio ambiente, la imagen de las entidades implicadas y su economÃa.
Otro hecho importante de recalcar es la actitud amarillista del reportero del noticiero regional, quien en su afán por ser los primeros en dar la noticia, informan acerca del o sucedido según su punto de vista pero de manera irresponsable al no constatar la veracidad y coherencia de los hechos reportados. Esta falta de claridad por parte de los medios de comunicación distorsiona y confunde el panorama real de la situación.
Este caso deja mucho que pensar, pero sobre todo una gran inquietud acerca de la responsabilidad ética y colectiva que debemos asumir todos frente a situaciones de emergencia. Responsabilidad que va de la mano con buenas prácticas ambientales, educación, preparación, prevención, trabajo en equipo para sumirlas con prontitud, eficiencia y eficacia.