Tecnología en los Territorios: Un viaje crítico al corazón del azúcar

En el corazón del Valle del Cauca, la caña de azúcar no solo ha sido un cultivo emblemático: ha marcado profundamente la historia económica, cultural y ambiental de la región. Su expansión ha dado forma al paisaje, a las dinámicas sociales e incluso a la alimentación de sus habitantes. Pero detrás de esta aparente dulzura también se esconden procesos de despojo, desigualdad y profundas transformaciones tecnológicas que merecen ser analizadas con una mirada crítica.

Con este enfoque, los estudiantes del Grupo 1 del curso Tecnología en los Territorios, acompañados por los docentes Juan Felipe Castaño y Gloria Guevara, realizaron una salida pedagógica al Museo de la Caña de Azúcar. Más allá de una visita tradicional, esta experiencia se concibió como una oportunidad para cuestionar la narrativa oficial del museo, y analizarla desde los marcos conceptuales de Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), así como desde la historia del despojo en Colombia.

Durante el recorrido, el grupo se propuso explorar críticamente el impacto histórico, cultural, económico y socioambiental de la caña de azúcar, centrándose en cómo este cultivo ha transformado la vida cotidiana del Valle del Cauca desde la época colonial hasta hoy. A través de la observación y la reflexión, se profundizó en el papel que ha tenido esta agroindustria en la configuración del territorio, sus vínculos con procesos de concentración de tierras y los efectos sobre las comunidades locales.

La visita también permitió abordar el impacto del azúcar en la alimentación regional, identificando cómo la producción y el consumo de este producto han influido en los patrones alimentarios y en la gastronomía tradicional. Se reflexionó sobre la pérdida de soberanía alimentaria y el acceso limitado a alimentos saludables, como consecuencias indirectas de una industria centrada en el monocultivo y la exportación. Esta perspectiva llevó al grupo a reconocer la importancia de recuperar prácticas alimentarias sostenibles y culturalmente pertinentes.

Asimismo, se abrió un espacio para analizar los desafíos actuales en términos de sostenibilidad. Se discutieron las implicaciones ambientales y sociales del modelo productivo basado en la caña de azúcar, considerando tanto sus efectos negativos como los intentos de reconversión tecnológica hacia modelos más responsables. Esta reflexión permitió cuestionar si el progreso técnico ha respondido realmente a las necesidades del territorio o si, por el contrario, ha perpetuado formas de desigualdad.

Al integrar todos estos elementos, la experiencia se convirtió en un ejercicio de pensamiento crítico sobre el papel que ha tenido y sigue teniendo la caña de azúcar en la región. Más allá de conocer su historia, el grupo fue invitado a construir una visión propia, consciente y situada sobre su legado, reconociendo tanto sus aportes como sus contradicciones.