En la columna de lecturas dominicales de El Tiempo, del domingo 10 de mayo 2020, Alejandro gaviria hace una reflexión sobre los dilemas éticos con relación a la cuarentena en la que estamos sumidos, a causa de la pandemia por el coronavirus. Asume que la cuarentena no resuelve el problema, simplemente compra tiempo; tiempo para preparar los sistemas de salud, debiles como el nuestro: para disminuir muertes por Covid-19, la enfermedad causada por este coronavirus. Pero los gobiernos enfrentan ahora una decisión más difícil, no entre la vida y la economía, sino entre las muertes por el coronavirus y las muertes y vidas arruinadas por la pobreza, otras enfermedades, el hambre, el hacinamientoy las consecuencias psicológicas de un encierro de muchos meses. por un lado se protege las victimas más visibles, las del Covid-19, cuyos acumulados y seguimientos aparecen todos los días en todas partes, e ignora simultaneamente a las victimas invisibles, en particular de los más vulnerables. Termina diciendo que los dilemas éticos no tienen una solución fácil, pero que las cuarentenas prolongadas pueden hacer más daño que bien, incrementando el sufrimiento evitable y atentando contra la equidad y la justicia social. Propone una apertura prudente, que tenga encuenta las diferencias territoriales, promueva el distanciamiento físico y se base en información y en modelos epidemiológicos para hacer ajustes.
Frente a esta situación yo quiero hacer varias consideraciones: si bien es cierto que es una pandemia que ha afectado a mas de 185 paises, si se revisa la estadística, son cinco paises los más afectados, Estados Unidos, España, Italia, Francia y Reino Unido. todos paisses del primer mundo. En lo que va corrido de este año, en el mundo ha habido más muertes por hambre, por VIH y por Malaria que por Covid-19. Lo que pasa es que son cifras invibles. En Colombia hay más muertos por muerte violenta, entre la que estan los lideres sociales y los desmovilizados de las Farc que por Covid-19. Con esto no quiero desconocer la gravedad de la pandemia y la necesidad de hechar mano de una medida medieval como las cuarentenas. Es lo ético y lo que se debe hacer, cuando no hay soluciones técnicas y en este caso no hay cura ni vacuna en el corto plazo. Es posible que la crisis duré varios años y tendremos que aprender a vivir con esta realidad. Pero sobreviviremos, tenemos capacidad de adaptación y resilencia. Es solo que a veces se nos olvida, que tenemos una epidemia peor que el covid-19. La corrupción.