Actualmente, la gente no entiende claramente que es una bolsa ecológica, confundiéndolas con bolsas reciclables o biodegradables.

Cuando hablamos de bolsas reciclables hablamos de bolsas que pueden tirarse y ser utilizadas nuevamente para cualquier otra cosa, ya sea otra bolsa nueva, o incluso una botella de plástico.

Si nos referimos a las bolsas biodegradables, no son más que bolsas compuestas de un material que, en caso de no tirarlo en su lugar correspondiente, se degradará sola sin dañar la naturaleza.

También cabe reseñar la combinación entre las bolsas ecológicas y las bolsas manta, siendo estas últimas de tela o de un tejido 100% orgánico y natural, siendo, además, reciclables y biodegradables, un todo en uno con multitud de usos.

Ahora bien, para que quede realmente claro que es una bolsa ecológica, es una bolsa compuesta de un material 100% ecológico, que normalmente sustituye al plástico tradicional, y tiene que estar regido por la norma EN 13432 publicada en el boletín oficial de la Comunidad Europea y conformada por la Directiva Europea 94/62 EC sobre los embalajes y residuos de embalaje.

 

En qué consiste la Normativa Europea EN 13432

La normativa europea EN 13432 es una norma utilizada para la armonización y dictada por el Comité europeo de normalización sobre las características que un material debe poseer para así poder ser definido como material biodegradable o en su defecto, material compostable.

Este último térmico viene referido a normas que se relacionan con la toxicidad que pueda emanar un material descompuesto si se tira, deja o abandona en el medio ambiente.

El título de la normativa exacto es: “Requisitos de los envases y embalajes valorizables mediante compostaje y biodegradación. Programa de ensayo y criterios de evaluación para la aceptación final del envase o embalaje”, y puedes encontrarla en el boletín oficial de la UNE con fecha de edición del 26 de marzo del 2001.

La principal función de esta norma es la de definir conceptos y características de los materiales según su biodegradación y compostabilidad.

Los materiales compostables tienen que tener las siguientes características:

• Deben poder degradarse por si mismo con un mínimo del 90% en 6 meses, siempre que esté sometido a un ambiente rico en dióxido de carbono.
• En contacto con materiales orgánicos, al cabo de 3 meses la masa del material debe estar constituida como mínimo por el 90% de fragmentos de dimensiones inferiores a 2 mm.
• Todos estos valores han de comprobarse con el método estándar definido en la normativa EN 14045 que consiste en las siguientes características:
  • Deben tener baja concentración de metales pesados incorporados.
  • Los valores de pH no deben superar los límites establecidos en dicha norma.
  • No debe superar los límites de contenido salino
  • No debe tener ningún efecto negativo sobre el proceso de compostaje.
  • No superar los límites establecidos en la norma sobre la concentración de los siguientes materiales:
    • Nitrógeno
    • Fósforo
    • Magnesio
    • Potasio
  • Los sólidos volátiles no pueden superar los límites establecidos en la norma.