Todos sabemos que el trabajo nunca será el mismo, incluso si todavía no sabemos todas las formas en las que será diferente. Lo que podemos decir con certeza es que el cambio repentino al trabajo distribuido ha brindado una oportunidad única en una generación para reinventar todo sobre cómo hacemos nuestro trabajo y cómo dirigimos nuestras empresas.

Si podemos superar décadas de ortodoxia sobre el trabajo centrado en la oficina de 9 a 5, existe la oportunidad de retener las mejores partes de la cultura de la oficina mientras nos liberamos de los malos hábitos y los procesos ineficientes, desde las reuniones ineficaces hasta la burocracia innecesaria. Todo líder cree que puede hacerlo mejor y que las cosas pueden avanzar más rápido: esta es su oportunidad.

Desde la perspectiva de los empleados, el cambio es masivo y muy consecuente: las personas están tomando nuevas decisiones sobre dónde quieren vivir y creando nuevas expectativas sobre flexibilidad, condiciones de trabajo y equilibrio de vida que no se pueden deshacer. Una investigación del Future Forum de 4.700 trabajadores del conocimiento encontró que la mayoría nunca quiere volver a la antigua forma de trabajar. Solo el 12% desea volver al trabajo de oficina a tiempo completo y el 72% desea que avance un modelo híbrido de oficina remota.

Todo este cambio en nuestros métodos irá de la mano con un cambio en nuestras herramientas. Por supuesto, creemos que Slack tiene un papel importante que desempeñar como un nuevo tipo de sede para un primer mundo digital, pero las oportunidades para la transformación digital son amplias y de gran alcance. Las empresas que lo hagan bien impulsarán el compromiso, alcanzarán la agilidad organizativa, mantendrán la alineación y potenciarán el trabajo en equipo en todas las disciplinas y ubicaciones. Tendrán una ventaja competitiva en esta nueva era de trabajo.

Más de la mitad de la fuerza laboral mundial trabaja de forma remota y, a medida que la pandemia continúa amenazando la salud, estamos ante un período prolongado de trabajo híbrido, desde el hogar y la oficina en diferentes proporciones.

Algunas lecciones aprendidas: podemos realizar la mayoría de las tareas de forma remota sin una caída significativa en la productividad o la calidad. La mayoría de los empleados aprecian la flexibilidad, especialmente aquellos con largos tiempos de viaje. Sin embargo, con el tiempo, se requiere la interacción cara a cara para facilitar la colaboración, construir relaciones, resolver desafíos complejos y generar ideas. El trabajo remoto continuo extiende la jornada laboral, difumina los límites de la vida laboral y personal y reduce el bienestar mental.

Dados estos pros y contras, las organizaciones deben reconsiderar sus modalidades de trabajo. Esta recalibración eventualmente se asentará en una nueva normalidad sostenible, probablemente una fuerza de trabajo híbrida y un lugar de trabajo distribuido.

Las empresas que adoptan esta nueva forma de trabajar, “primero virtual”, tienen estas características: una, el lugar de trabajo se distribuye en el hogar, la oficina y las oficinas satélite. Los empleados pueden optar por trabajar de forma remota o cara a cara según la naturaleza de su trabajo y las preferencias de los equipos. Dos, los equipos están listos para la virtualidad. Los gerentes saben cómo administrar, entrenar, colaborar, evaluar el desempeño y motivar a su equipo de forma remota. Tres, la tecnología permite múltiples modos de trabajo. Los datos se guardan en la nube; el acceso y la seguridad se adaptan a los diferentes modos de trabajo; y las aplicaciones permiten colaboraciones virtuales fluidas. Cuarto, la cultura prioriza la confianza y la pertenencia. Los lazos interpersonales se forman con intención y cuidado.

Las empresas buscan personas para trabajar desde casa en tareas simples y secuenciales como: armar bolsas desde casa, manualidades, trabajo de empacar globos y demás tareas rutinarias para las cuales las empresas no necesitan tener demasiada supervisión del personal.

Con estos cuatro movimientos críticos, las organizaciones pueden pasar a un modelo de fuerza laboral híbrida y construir una empresa “virtual primero”.