La atención

La atención es un modo voluntario de inteligencia disciplinado por la voluntad.

Consiste en enfocar o circunscribir el objeto a conocer y limitarlo con precisión.

Agrupa las fuerzas intelectuales en un mismo punto, con un mismo objetivo.

Es darnos verdaderamente cuenta de lo que oímos, leemos, sentimos y

Presupone disposición física (ojos abiertos, tensión muscular) y preparación mental.

Hay 3 tipos a de atención:

Voluntaria: causas generadas en la propia persona

Involuntaria: causas generadas en factores externos

Habitual: por estímulos habituales del campo de interés de la persona

Características:

Es favorecida por sentimientos positivos de paz, amor confianza y alegría, los cuales producen interés. Es obstaculizada por sentimientos negativos como temor, disgusto, desinterés.

Sin atención no hay observación, entendimiento ni aprendizaje.  La atención requiere el interés y del silencio mental por eso es fugaz y frágil.

Los factores que facilitan la atención son: interés, intensidad generadora de atención, tamaño del objeto de atención, contraste como factor de relación, movimiento, repetición y aislamiento del objeto de atención.

¿El éxito depende de la inteligencia?

Día a día nos cuestionamos acerca de cuál es el camino que debemos tomar para poder ser exitosos, lograr triunfos, metas propuestas etc. Por ahora, lo más importante para nosotros es nuestra vida universitaria, la cual inmediatamente ligamos al éxito de triunfar en cada una de las asignaturas de la carrera escogida (medicina). Se dice que lo primordial para el buen rendimiento académico es la inteligencia.

Pero… ¿Qué es la inteligencia? Se puede definir como una capacidad que se tiene para resolver los problemas que se nos presentan a diario.

¿De dónde viene la inteligencia?

Howard Gardner dice que la inteligencia se puede desarrollar y no necesariamente es innata, claro que el componente genético genera el primer potencial de esta. Todos nacemos con unas capacidades específicas pero está en nosotros desarrollarlas, ya que estas dependen de cuanto ejercitamos nuestra mente y a que experiencias nos enfrentamos. Asi nos damos cuenta que no es necesario ser el mas inteligente para sobresalir, sino cuan perseverantes y aplicados somos.