Una de las compras más esenciales que hacen los padres primerizos o los que esperan un hijo es la cuna. En sus primeros años de vida, los bebés duermen mucho y pasan mucho tiempo en sus camitas. Para evitar percances, asegúrate de que la cuna de tu bebé cumple todas las normas de seguridad.
Puede que tengas un apego emocional a una cuna antigua que haya pertenecido a la familia durante generaciones, pero los expertos en seguridad aconsejan tener cuidado al utilizar cunas antiguas. Por motivos estéticos, suele ser mejor utilizar muebles de bebé antiguos. Las normas de seguridad de las cunas se han reforzado considerablemente en los últimos años, por lo que las cunas fabricadas antes de 2011 son potencialmente peligrosas.
En el caso de que decida utilizar una litera más antigua para su hijo, compruebe que no haya piezas desordenadas o que falten. En el caso de que cualquier parte o equipo se sienta la pérdida de, el alojamiento puede romper en pedazos o volcar hacia abajo cuando su hijo está en ella. Comprueba que los soportes de las esquinas de la litera son lisos y que no se pueden acomodar los dedos entre el lado de la guarida y la ropa de cama.
Los soportes de las literas evitan que los bebés se caigan o salgan del alojamiento. Garantiza que cada uno de los soportes de la litera esté en el lugar correcto y esté bien colocado. El espacio entre los soportes contiguos debe ser cercano a 2,375 pulgadas. Una guarida que tenga un hueco mayor entre los soportes es arriesgada por el hecho de que la cabecita o el cuerpo de un niño pueden quedar atrapados en el medio.
Otra cosa que hay que buscar es el hueco entre la guarida y la ropa de cama. Garantiza que la almohadilla para dormir esté firme y encajada dentro de la litera, y que no se pueda meter más de un dedo en el agujero. Una vez más, si el agujero es demasiado grande, el niño puede quedar atrapado en medio de la almohadilla para dormir y el divisor de la litera.
Un cojín de dormir delicado aumenta las probabilidades de asfixia, al igual que una sábana holgada o una funda. Lo ideal es cubrir al niño con un saco de dormir y no con una funda. Los cobertores no deben utilizarse hasta que el niño esté más establecido. Con el fin de mantener la seguridad, también debe abstenerse de utilizar protectores de alojamiento.
Asimismo, garantice que los postes de las esquinas estén al ras de los lados del alojamiento para que el niño no pueda quedar atrapado en la ropa. En caso de que el cojín para dormir esté sostenido por soportes, revíselos regularmente.