A tener en cuenta si piensas pasarte a un coche eléctrico

Un automóvil que funciona con electricidad requiere un mantenimiento mínimo. Esta es una de sus características más atractivas. Un automóvil híbrido, en cambio, combina un motor eléctrico con un motor convencional, lo que requiere más mantenimiento. Es fundamental conocer el nivel de mantenimiento requerido antes de adquirir cualquiera de estos automóviles.

Tanto si conduce un coche eléctrico como un híbrido, debe saber que los neumáticos deben examinarse y sustituirse con regularidad. La presión de los neumáticos de cada vehículo es fundamental. La presión adecuada de los neumáticos proporciona una conducción suave y reduce su desgaste. También asegurará un buen kilometraje con un coche híbrido.

También es una buena idea rotar los neumáticos, como ocurre con otros coches. Aunque la información se encuentra en el manual del propietario, el momento de hacerlo varía de un vehículo a otro. Es sencillo de hacer en casa si tienes las herramientas necesarias. Si no, puede hacerse en un par de minutos en un garaje.

Los neumáticos deben cambiarse en algún momento. Lleve un registro de la cantidad de banda de rodadura que le queda a su neumático y sustitúyalo cuando llegue al punto en que ya no sea seguro. Cuando compruebe la presión de aire de sus neumáticos, no olvide comprobar también la rueda de repuesto.

En un vehículo eléctrico, la batería es fundamental, y lo es igualmente en un vehículo híbrido. Por ello, debe examinarse periódicamente para comprobar que las conexiones son seguras y que los bornes están libres de corrosión. El nivel de agua de la batería debe controlarse y reponerse cuando sea necesario.

Las escobillas del motor de un coche eléctrico tendrán que cambiarse en última instancia, pero esto no será necesario hasta que el vehículo haya recorrido unos 130.000 kilómetros.

La suspensión es algo que todos los coches tienen en común y debe ser examinada. En la mayoría de los casos, no es necesario ningún mantenimiento hasta que haya que cambiar los amortiguadores o los puntales, lo cual es poco frecuente.

Un vehículo híbrido requiere mucho más mantenimiento. Al estar propulsado por un motor tradicional, es necesario sustituir el aceite con regularidad. Puede encontrar un calendario en el manual del propietario.

Como los híbridos tienen un radiador, es fundamental controlar los niveles de refrigerante y rellenarlos cuando sea necesario. Para evitar la acumulación de óxido y residuos en el radiador, que podrían impedir su correcto funcionamiento, hay que limpiarlo y rellenarlo con regularidad. El filtro de gasolina también debe examinarse y sustituirse a intervalos regulares. Esto también evita que el motor se obstruya.

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