España es un país enorme y hermoso, desde hace años permanentemente entre los más visitados del mundo, con colinas bañadas por el sol de Andalucía al sur, una capital, Madrid , culturalmente activa y brillante y muchas otras ciudades llenas de cosas para ver y para vivir, de Barcelona a Valencia, a Bilbao, Cádiz e incluso Sevilla, Toledo, Málaga, Salamanca, Alicante y así sucesivamente en una lista interminable de centros espectaculares … ¿Pero cuál es el más bonito de todos? Para responder a esta pregunta, El País, el diario más leído del país (el segundo es El Mundo), hizo una encuesta para conocer qué piensan los propios españoles de los pueblos de España, que aunque acostumbrados a gozar de tanto esplendor deberían ser los más capacitados para opinar al respecto. Bueno, hubo una sorpresa: ninguna de las enumeradas anteriormente se encuentra entre las ciudades elegidas como las más bellas de España.
En la encuesta para enumerar a los mejores pueblos españoles participaron miles de personas y la ciudad ganadora es Albarracín, un pequeño pueblo perdido en las montañas a cientos de kilómetros al este de la capital. El pequeño pueblo es una auténtica perla arquitectónica, para mirar, para querer hacer una comparación con nuestro país, si miras los pequeños pueblos de Umbría o Abruzzese: centros que por razones históricas y geográficas parecen postales idílicas de paz y habitabilidad, pero también encanto, buena comida y paisajes naturales dignos de un reportaje paisajístico.
Albarracín
Albarracín tiene algo más de mil habitantes, se encuentra en Aragón y para quien se pregunte qué tiene de peculiar o de especial belleza la respuesta es sencilla: todo. Todo el pueblo, de hecho, es considerado un monumento por su posición geográfica, la historicidad del conjunto de edificios y por sus murallas, que datan del siglo XI y que, si una vez protegieron la ciudad, hoy le dan una imagen tan característica. , entre la serie de televisión ambientada en la época medieval y el museo al aire libre.
Los balcones de hierro forjado, las ventanas de madera y los ladrillos de piedra son un espectáculo sobre todo si se miran desde arriba, quizás desde alguna de las muchas torres que componen la fortificación. Debido a la combinación de materiales del pueblo y los de la naturaleza circundante, el color de la ciudad es un naranja ahumado y relajante, como si Albarracín fuera un lugar donde la puesta de sol deja allí sus colores para descansar, para transmitir relajación y fascinación a su pueblo. habitantes y visitantes.
Cudillero
En segundo lugar hay otra ciudad-joya, además esta no está entre las ciudades más conocidas de la España mainstream, es Cudillero. El pueblo asturiano está sobre el mar, con un descenso que se adentra directamente en el azul del Atlántico. Cudillero es también un pequeño pueblo alejado de todo, rodeado de vegetación e ideal para una semana de relax. Pensando en ello, el hecho de que los primeros puestos de este extraño ranking estén ocupados por pueblos de este tipo (pequeños, apartados, pacíficos y ajardinados) dice mucho sobre la urgente necesidad de encontrar la paz y la serenidad de los españoles y, con toda probabilidad, de los europeos. en general. Las grandes ciudades, caras y caóticas, tienen defectos innegables y evidentemente la calidad de vida es un pensamiento muy presente entre las prioridades de quienes reflexionan sobre la belleza de sus ciudades.
Santillana del Mar
En tercer lugar, confirmando la tendencia de la que hablábamos hace un rato, se encuentra Santillana del Mar. Entre colinas marcadas por hileras de viñedos y callejones estrechos, embaldosados en estilo medieval, está considerado uno de los pueblos más bellos de España. Quizás Santillana del Mar sea la más famosa del mundo entre las tres primeras clasificadas en este ranking, y es por sus pinturas murales de hace 36 mil años, encontradas en la famosa cueva de Altamira. No se trata de pinturas rupestres cualquiera, sino de testimonios de nuestros antepasados que habitaron el Paleolítico, una rareza a nivel mundial que muchos, turistas amantes de la historia o simplemente viajeros curiosos, se encuentran admirando después de un paseo entre los más bellos disponibles en el al norte de España.