Del derrumbe de Victoria’s Secret al auge de Savage x Fenty: así ha cambiado la ropa interior de mujer en los últimos años

Del derrumbe de Victoria’s Secret al auge de Savage x Fenty: así ha cambiado la ropa interior de mujer en los últimos años

Si en 1991 fue la edición britanica de Vogue quien se hizo eco del boom de ventas que estaba protagonizando el sujetador con relleno, en pleno 2020 podemos decir que el reinado del push up como epítome del sexy ha llegado a su fin. Y esta vez no porque lo diga la pasarela, ni tampoco esta cabecera, sino porque los datos avalan la tendencia. Así, según un estudio de la auditora de retail británica Edited, en 2017 las ventas de los sostenes push up cayeron un 50% con respecto al año anterior, mientras que las de los bralettes, o sujetador sin aros y relleno, se dispararon un 120%. Unas cifras que, si bien hace tres años ya hacían presagiar un cambio de paradigma en el mercado de la lencería, escondían mucho más que el adiós a los rellenos de espuma.

Al fin y al cabo, no es casualidad que frente a Savage x Fenty agotando existencias de su primera colección en tan solo un mes, la icónica Victoria’s Secret haya pasado de celebrar desfiles multimillonarios a cancelar toda festividad. La marca que en su día reuniera a más de 500 millones de espectadores y lanzase a la fama las medidas imposibles de sus célebres ángeles, se ha enfrentado al cierre de varias de sus tiendas y a la caída generalizada de las ventas, pero también a las críticas por la falta de diversidad de sus castings, aferrados a un modelo que, si bien en 2007 hacía enloquecer a las masas, en 2020 ha desembocado en la venta del 55% de sus acciones al grupo Sycamore Partners.

Para Marloes Hoedeman, fundadora de la firma de lencería Love Stories, la explicación de todo se traduce en una frase muy simple: «Ahora la mujer escoge su ropa interior pensando en sí misma». La holandesa, que en 2013 puso en marcha su marca, apostó entonces por una fórmula que conjugaba comodidad, calidad y un nuevo concepto de lo que se considera sexy hoy. «Hay que sentirse sexy, no solo parecerlo. Todo comienza y termina con cómo te sientes», sentencia. De ahí que en sus diseños no haya ni rellenos ni, para el caso, siquiera aros que levanten el pecho más de lo estrictamente natural. «Cuando estás cómoda, eres tú y es ahí cuando te sientes más sexy», defiende hoy con 18 boutiques a sus espaldas.

Pero el confort no es la única premisa que ha ganado rotundidad en los últimos años. La raíz de todo se encuentra en realidad en el fenómeno que ha sacudido a la industria de la moda y que en el sector de la lencería, por su propia naturaleza, ha encontrado el reflejo definitivo. La filosofía del body positivity ha propiciado la proliferación de un ejército de firmas dispuestas a defender a la mujer en todas sus formas y la libertad femenina pasa hoy por no encasillarnos en una única opción. Es en este contexto –y al otro lado del espectro que Love Stories–  donde se topa la ya mencionada Savage x Fenty que, adherido al huracán Rihanna, llegó para dar respuesta al hueco que Victoria’s Secret no supo llenar.

Su primer desfile, retransmitido por Amazon Prime, supuso un espectáculo sin precedentes en el que, si bien su corsetería y encajes vistieron a Gigi y Bella Hadid, también hicieron lo propio con modelos de toda raza, talla y condición. «Es importante que los medios y las marcas reflejen diferentes tipos de mujer porque no existe una sola clase de cuerpo», opina Helene Morris, de la marca Lonely, que tras contar con Lena Dunham y Jemima Kirke para su campaña de 2016, ha presentado a mujeres de toda índole para promocionar sus sugerentes modelos lenceros. «Victoria’s Secret está obsoleta en muchos sentidos. Hay una nueva forma de hacer las cosas», advierte. Y, pese a lo que pueda parecer, la viralidad de Lonely conecta de forma directa el éxito de marcas partidarias de la comodidad como Love Stories o Aerie –del grupo American Eagle–, con el de Fenty o, más recientemente, con la aventura de Kim KardashianSkims.

Para Marco Tonizzo, director de compras de la plataforma de compra online Yoox, todo parte de la misma base: «Entre nuestras compradoras se percibe una nueva madurez en el uso de la lencería que se manifiesta en dos corrientes paralelas: la comodidad y la inclusión corporal. En mi opinión, ambas vinculadas a su manera al movimiento de liberación femenino».  Porque, si bien el confort ha dado a muchas de las firmas la llave del éxito, la posibilidad de escoger la corsetería y el moldeado del cuerpo como opción perfectamente válida –independientemente de la percha de cada persona– simboliza, con la misma fuerza que la ausencia de relleno en el sujetador, el nacimiento de una nueva feminidad. Y, push ups aparte, esa es la auténtica revolución.

Fuente: https://www.vogue.es/moda/articulos/lenceria-ropa-interior-rihanna-fenty-victorias-secret-love-stories

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