El boicot de las marcas a Facebook solo afecta al 1% de sus ingresos publicitarios

El boicot de las marcas a Facebook solo afecta al 1% de sus ingresos publicitarios

  • Las marcas que conforman el movimiento gastaron cerca de 300M$ en publicidad en Estados Unidos en 2019
  • Solo el 6% de los ingresos publicitarios de Facebook el año pasado provinieron de sus 100 principales anunciantes

El boicot que algunas marcas se han comprometido a hacer a Facebook, a través del movimiento #StopHateForProfit, supondrá a la red social unas pérdidas cercanas a los 300 millones de dólares en publicidad este 2020. Sin embargo, esta cantidad solo representa un 0,92% de los ingresos totales de la empresa de Mark Zuckerberg en Estados Unidos.

Durante 2019, Starbucks gastó 95 M$ en anuncios para Estados Unidos en Facebook

Un estudio elaborado por WARC muestra que, a lo largo de 2019, las principales marcas que han mostrado su compromiso a la campaña en contra de los discursos de odio, como Starbuck, Unilever, Verizon o Coca-Cola, invirtieron un total de 289 millones de dólares en publicidad en Facebook durante todo el 2019.

La marca cafetera Starbucks gastó 95 millones de dólares en anuncios para Estados Unidos en Facebook, lo que representa un 0,3% de los ingresos totales de la plataforma por publicidad en Estados Unidos. La segunda caída más importante es la de la compañía de bienes de consumo Unilever, que en 2019 invirtió 42 M$. No obstante, y de momento, la suma total de todas las marcas, que han decidido unirse a la causa por el control de los discursos de odio en las redes sociales, no llega al 1% de los ingresos que Facebook percibe de los anuncios, cada año, en Estados Unidos.

 

Los datos complementarios del estudio también muestran que solo el 6% de los ingresos publicitarios de Facebook durante 2019 provienen de sus 100 principales anunciantes, lo que demuestra hasta qué punto la empresa depende de una larga lista de pequeñas y medianas empresas.

Como resultado, aunque el impacto del boicot en los ingresos probablemente sea mínimo, ejerce una mayor presión sobre la reputación de Facebook. Esto se evidencia en su caída del 7% de su valor de marca en el último año, que refleja el informe de BrandZ.

Además, la compañía ya ha anunciado que expandirá sus políticas en torno al discurso de odio, censurará una categoría más amplia de lenguaje violento en los anuncios que se hagan en su red e indicará como interés periodístico aquellas declaraciones polémicas de figuras políticas importantes.

El movimiento #StopHateforProfit se ha propuesto no ponérselo fácil a Facebook. Ya ha pedido a las empresas europeas que se unan al boicot y está tratando de llamar la atención de sus gobiernos, que han estado mucho más dispuestos a regular las plataformas online en los últimos años.

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