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Rodrigo Varela V., Ph. D.
Director del CDEE

Empresarios juveniles

lanza-GEMLa más significante ventaja que tiene la realización anual de la investigación conocida a nivel mundial como el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) es el hecho de permitir comparar los resultados de cada país, no solo en forma longitudinal sino y sobre todo poder comparar a cada país frente a otros piases y a grupo s de países clasificados bien sea por su condición geográfica o por las características de los impulsores de su actividad económica.

El concepto de “Tubería Empresarial” aplicado al modelo GEM, permitió fraccionar el proceso empresarial en 6 etapas: Aceptación sociocultural, Empresario Potencial, Empresario Intencional, Empresario Naciente, Empresario Nuevo y Empresario Establecido.

La Aceptación Sociocultural busca medir la percepción de la población adulta que considera en forma positiva la idea de ejercer como empresario, que reconoce que el ser empresario exitoso da status y que consideran que los medios dan difusión favorable a los desarrollos empresariales. El Empresario potencial es aquella persona quien considera que tiene las competencias para identificar una oportunidad empresarial, para crearla y administrarla y no se siente atemorizado por el riesgo que existe al crear una empresa.

El Empresario Intencional es aquel que plantea que tiene una firme intención de iniciar una actividad empresarial en los próximos 3 años.

El Empresarios Naciente es aquel que ya inició actividades específicas hacia la creación de su empresa, pero ha pagado salarios o remuneraciones a los empleados y/o socios, por menos de 3 meses.

El Empresario Nuevo es aquel que ha venido pagando salarios o remuneraciones a los empleados y a los socios por un periodo superior a los 3 meses, pero inferior a los 42 meses.

El Empresario Establecido es aquel quien ha venido pagando salarios o remuneraciones a los empleados y/o socios por un periodo superior a los 42 meses.

La figura #1 muestra los resultados para Colombia, Latinoamérica y las economías impulsadas por la innovación y la eficiencia.

Figura 1:
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Los resultados claramente indican que las propensiones de los colombianos en las tres primeras etapas son claramente superiores a las de los ciudadanos de los otros grupos estudiados, pero sorprende la alta diferencia que existe en la propensión de adultos que están en la etapa de empresario intencional, pues cuando las economías impulsadas por la eficiencia alcanzan 25 y las impulsadas por la innovación alcanzan 12%, Colombia presenta un altísimo valor de 55%. Este resultado que luce muy positivo, pues demostraría una proporción muy arraigada en el colombiano hacia la creación de empresa, se da en las tres primeras etapas, en las cuales todavía no se ha iniciado el establecimiento propiamente dicho de la empresa; puede provenir de muchas causas, entre las cuales pueden mencionarse: el optimismo de la población colombiana al autocalificarse, que en muchos otro factores ha originado posiciones destacadas del país, el convencimiento de ellos de que no es viable el modelo anterior de empleo a lo largo de toda la vida productiva, lo cual origina que haya necesidad de empezar a pensar en los procesos de creación de empresa con mayor intensidad; el interés de generar independencia y tener un mayor ingreso que pudiesen venir de las actividades empresariales; el influjo de las campañas que se han hecho a lo largo y ancho del país para estimular un cultura empresarial.

Cuando se llega a la cuarta etapa, el empresario naciente en la cual ya hay que hacer acciones concretas que llevan a la creación de empresa, nos encontramos con dos hechos importantes: 1) Colombia sigue teniendo un valor superior a los otros países 2) Colombia pierde 41 puntos porcentuales en el paso de la tercera a la cuarta etapa, esto es significativamente superior a la pérdida de los otros países que están entre 7 y 17 puntos porcentuales.

Este resultado indica que los mecanismos de apoyo que permiten pasar de la intencionalidad a la realidad no están operando bien, que sólo uno de cuatro que manifiestan intencionalidad logra dar inicio a su organización. Entre las alternativas que existen están la conformación de entidades que se especializan en los acompañamiento requeridos en esta etapa, la conformación de oportunidades de empresa, desarrollo de modelo de empresa, prototipo, integración de conceptos en un Canvas, desarrollo de propuesta de valor, realidad en el mercado, desarrollo de escenarios, desarrollo de estrategias, identificación de necesidades, de riesgos, plan de empresa y fuentes reales de financiación con el estado. Estas unidades deben contar con el apoyo financiero del Ministerio y de las cámaras de comercio, como ocurre con otros países.

Al llegar a la quinta etapa, empresario nuevo, todavía Colombia continúa con un valor superior al de los otros países, pero de nuevo “la fuga” en Colombia es de 4 puntos porcentuales (14 a 10) mientras en los otros países es de 2 puntos porcentuales. Esto nos plantea de nuevo la necesidad de mejorar los procesos de acompañamiento que les permitan a más empresarios nacientes el poder convertirse en nuevos empresarios y así empezar a generar empleo remunerado por un periodo entre los 3 y 42 meses. Aquí muy probablemente se necesiten procesos de mentoría y de acompañamiento personalizado a estos empresarios para que logren pasar de esta etapa de desarrollo. De nuevo, organismos especializados en “Pediatría” empresarial son necesarios para que este tránsito se de en una forma más eficiente y no perder tantos empresarios.

El paso a la sexta etapa, empresario establecido, presenta dos hechos muy diferentes: el primero es que en esta nueva etapa, Colombia presenta un progreso inferior al de las economías impulsadas por la innovación y a las impulsadas por la eficiencia y se generó un valor inferior a los porcentajes que se presentaban en las etapas previas, mientras que en los otros países es superior.

Este es el dato crítico al evaluar el proceso empresarial colombiano, pues nos indica que solo el 6% de los colombianos adultos forman una actividad empresarial que ha entrado ya a la mayoría de edad. Pero ese dato es más crítico, si se analizan los resultados históricos de esta variable, pues de un máximo de 14% en el 2008 hemos caído un 6% en el 2013.

Los datos de las seis etapas del proceso empresarial , indican que hacen falta más caminos específicos para cada transición, que permitan incrementar el número de los colombianos que tienen una empresa establecida. Estos mecanismos no son iguales en cada etapa y por ello es necesario desarrollar entidades y personas expertas en cada etapa y dejar de pensar que es oportuno que una misma organización y una misma persona sea el “médico” de todos los “pacientes” que llegan. Así como en la medicina hay especialistas según la etapa de desarrollo de la persona, en el mundo empresarial necesitamos especialistas según la etapa de desarrollo de la empresa y el empresario.