Boletín de prensa #718

El Centro de Estudios en Protección Social y Economía de la Salud de la Universidad Icesi, Proesa, la Fundación Valle del Lili, el departamento de Economía de la Universidad del Rosario y la Fundación Anaás, realizaron una investigación que evalúa si subir el impuesto al cigarrillo como medida de salud pública para controlar la epidemia de tabaquismo y enfermedades no transmisibles, tiene algún efecto sobre el consumo de cigarrillos de contrabando

cigarrillos peque

Esta investigación destruye el mito de que subir el impuesto al cigarrillo, disparará el contrabando, mito sin ningún tipo de fundamento científico que ha permeado a los tomadores de decisiones tanto del poder ejecutivo como del legislativo”, asegura Norman Maldonado, director de Proesa y uno de los investigadores del proyecto, quien además afirma que romper con ese mito, dará vía libre, desde la evidencia científica, al Ministerio de Salud y al Ministerio de Hacienda para triplicar de nuevo el impuesto al cigarrillo, siguiendo las recomendaciones de los equipos técnicos del ministerio de salud y de entidades multilaterales como el Banco Mundial. "Estas medidas también impactarán a la DIAN y en general al Estado, pues para potenciar el efecto en salud y en recaudos del impuesto, hay que acompañar la medida con la ratificación y adecuada implementación del Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco", aseguró el investigador.

“Colombia tiene cerca de 3.5 millones de fumadores, y la evidencia científica en carga de enfermedad y factores de riesgo sugiere, que al menos la mitad de ellos, van a morir prematuramente como consecuencia del consumo de cigarrillo. Las medidas más costo efectivas y basadas en evidencia científica para controlar la epidemia del tabaquismo, están contenidas en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) y el Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco, que hace parte integral de dicho convenio”

Dentro de las medidas que buscan controlar la demanda de cigarrillos, los impuestos al consumo de productos de tabaco son la medida más costo efectiva en términos de los beneficios que genera en salud pública, en parte debido a que el precio es el principal determinante del consumo de un producto. Por ser un bien inelástico, además de tener un efecto importante en salud pública tiene como efecto adicional la generación de recaudos fiscales, que, al ser una renta cedida en Colombia, forman parte de los recursos que tienen las entidades territoriales para la salud.

Los cigarrillos en Colombia son baratos; de hecho, Colombia es uno de los cuatro países con cigarrillos más baratos de la región, en gran parte causado por unos impuestos bajos y una débil administración del impuesto. Adicionalmente Colombia tiene aún mucho camino por recorrer en implementar adecuadamente las políticas de control establecidas en el CMCT, no solo en impuestos. A manera de ejemplo, las advertencias sanitarias ocupan tan solo el 30% del paquete de cigarrillos, cuando la recomendación es tener un etiquetado plano, es decir, que la advertencia sanitaria ocupe la mayor parte de la cajetilla y que además del nombre de la marca no existan distintivos adicionales. En el frente de impuestos, desde el aumento al impuesto específico en 2016, que ha generado impactos positivos en reducir el consumo y por tanto beneficios importantes en salud, Colombia no ha aumentado los impuestos al cigarrillo, a pesar de varios intentos en Congreso de pasar proyectos de ley para tal aumento.

El principal obstáculo para seguir aumentando los impuestos a productos de tabaco en Colombia ha sido la interferencia directa o indirecta de la industria tabacalera, pues toda la evidencia científica rigurosa y sin conflictos de interés apoya la necesidad de seguir aumentando de manera importante el impuesto. Este es un mercado que a nivel global es controlado principalmente por cinco multinacionales, incluyendo las tres que operan en Colombia, Phillip Morris International, British American Tobacco y Japan Tobacco International. Uno de los principales argumentos que la industria tabacalera ha logrado posicionar con estudios que no tienen los mínimos elementos para ser considerados como evidencia científica es que un impuesto más alto conduciría a un aumento exponencial del contrabando de cigarrillos. El artículo "Tobacco taxes and illicit cigarette trade in Colombia" publicado hace un par de semanas en la revista científica Economics and Human Biology, hace una evaluación del impacto del aumento del impuesto al cigarrillo en 2016 sobre el contrabando de cigarrillos en Colombia. La conclusión es de gran interés para el diseño de política pública, pues los resultados muestran que subir el impuesto no tuvo impacto significativo a nivel nacional en el comercio ilícito de cigarrillos, desmintiendo científicamente los mitos sembrados por la industria tabacalera en tomadores de decisiones de la rama ejecutiva y legislativa.

Retos importantes para el país

El primero es, dentro del Plan Decenal de Salud Pública, reconocer el papel cada vez más importante que desafortunadamente están tomando los determinantes comerciales de la salud en todos los sistemas de salud del mundo, incluyendo el nuestro, y que dicho reconocimiento vaya acompañado de un conjunto de acciones que minimicen o eliminen su influencia en la toma de decisiones de salud pública, acciones que ya han sido definidos tanto en el CMCT como en los lineamientos de conflictos de interés establecidos por la OECD. En segundo lugar, tomar tres decisiones que, según las estimaciones, evitarían miles de muertes prematuras en Colombia: (i) triplicar el impuesto específico al cigarrillo, (ii) ratificar en Congreso e implementar, de manera apropiada, el Protocolo para la Eliminación de Comercio Ilícito de productos de tabaco, y (iii) regular, bajo los mismos estándares del CMCT, los nuevos productos derivados del tabaco, que incluyen a los vapeadores y los cigarrillos electrónicos, productos que representan innovaciones tecnológicas de la industria que no tienen daño reducido y que activamente están inundando el mercado de Colombia para revivir la epidemia de tabaquismo.

De seguir las recomendaciones, este estudio busca impactar principalmente al sistema de salud, pues un aumento importante al impuesto al cigarrillo es una de las políticas que el país necesita para vacunarse contra las Enfermedades No Transmisibles, generando un ahorro muy grande al sistema de salud al evitar atenciones de alto costo causadas por estas enfermedades. Asimismo, impactará al sector de hacienda, pues genera recaudos importantes para las finanzas públicas nacionales y territoriales, que sirven, entre otras para fortalecer la administración de impuestos y la financiación del sistema de salud”, finalizó Maldonado.