Noticia publicada en el periódico El Tiempo el 06 de febrero de 2012 Incluso, ya se llega a esta idea más por el sentido de oportunidad, que por necesidad. Lo que si no ha cambiado es el dominio de los hombres sobre las mujeres en materia de emprendimiento. De acuerdo con el último estudio GEM para Colombia (Global Entrepreneurship Monitor), que cada año evalúa la actividad emprendedora a nivel nacional, los paisas son los más optimistas, el 70,1 por ciento cree que hay buenas condiciones para emprender un nuevo negocio, por encima del promedio nacional que es del 68,2 por ciento. Pero son los caleños quienes menos temor tienen de fracasar, solo un 29,5 por ciento piensa que el miedo al fracaso lo detendría para iniciar una actividad emprendedora, mientras en Bogotá ese porcentaje se eleva al 34,7 por ciento y en Medellín al 32,4 por ciento. Y Bogotá, con un 62,9 por ciento, cree tener los conocimientos y habilidades necesarias para iniciar un nuevo negocio, por encima de Cali y Medellín. Las universidades Javeriana e Icesi de Cali, los Andes y la del Norte trabajaron en el estudio GEM Colombia. El Centro Nacional de Consultoría les realizó 11.029 encuestas en cinco de las principales capitales del país y otros 10 municipios. En las principales ciudades se llevaron a cabo entrevistas telefónicas y en las capitales de departamento la entrevista fue cara a cara. Se consultó una población entre los 18 y 64 años. También se realizaron 36 entrevistas con expertos de los gremios, la academia, el gobierno y formuladores de política pública radicados en Cali, Bogotá, Barranquilla y Medellín sobre condiciones para la innovación y la actividad emprendedora. Hoy, de acuerdo con el informe GEM, ser emprendedor se ha convertido en un factor de éxito, de estatus. Los caleños dicen que elegir ser emprendedor como carrera de desarrollo personal es una buena opción. El 90,6 por ciento piensa de esa manera, mientras en Medellín lo hace un 88,6 por ciento y en Bogotá un 86,3 por ciento. Y el 75,9 por ciento de los colombianos dice que ser emprendedor exitoso brinda un alto status social. Los resultados muestran que en el país el 12,2 por ciento de la población activa está involucrada en iniciativas emprendedoras que tienen más de 42 meses de vida, un 8,6 por ciento de estas iniciativas corresponden a emprendimientos nacientes (entre 0 y tres meses) y un 12,7 por ciento a emprendimientos nuevos (entre tres y42 meses). Cali es la ciudad del país con la mayor población activa involucrada en iniciativas emprendedoras de hasta 42 meses de vida. Pero la tasa de abandono empresarial reportada es del 7,71 por ciento, aunque según el estudio, el 21,7 por ciento de los abandonos no supone un cierre, sino un cambio de propietario. Lo que preocupa a los investigadores es la brecha, a nivel de emprendimiento, entre hombres y mujeres. En el país la tasa de actividad emprendedora (TEA) es del 23 por ciento para los hombres y del 18,4 por ciento para las mujeres. En el caso de Bogotá, la diferencia es aún mayor, 25,3 frente a un 16,5 por ciento. "Es una lástima porque es el grupo más necesitado y el que más apoyo requiere, influye mucho el bajo nivel de educación. Los esfuerzos deben encaminarse a sacarlas de ahí", dice el profesor de la Universidad Javeriana, Fernando Pereira. A diferencia de los últimos cuatro años, el sentido de oportunidad, por encima de la necesidad, es la mayor motivación, tanto de hombres como de mujeres, a la hora de emprender un nuevo negocio. Ellos buscan mayor independencia, mientras ellas lo hacen para elevar sus ingresos. La tasa de actividad emprendedora en el país, por oportunidad, es del 12,3 por ciento. El empresario se sintió motivado a crear una nueva empresa porque identificó una oportunidad en el mercado que además, le resuelve sus problemas de empleo y de ingreso básico, le permite desarrollarse a nivel personal y de paso, contribuye con el desarrollo económico del país. Mientras que la motivación a crear una nueva empresa solo por la necesidad de un autoempleo y de un ingreso para subsistir, se encuentra en un 8,15 por ciento. En América Latina es mucho más baja esta tasa, del 4,93 por ciento frente al 12,23 por ciento que registra la TEA por oportunidad. "Sigue dominando la oportunidad, en Cali tenemos más emprendedores establecidos que en otras ciudades y eso es bueno, pero son los que cuentan con menos innovación tecnológica, o, quienes tienen en sus manos la innovación no se lanzan a hacer empresa. Medellín y Bogotá superan en este aspecto a Cali", dice el profesor Pereira. Los nuevos negocios están más encaminados hacia la prestación de servicios de consumos (peluquerías, restaurantes, tiendas), donde el valor agregado es mínimo. Esta tendencia no ha cambiado en estos últimos años. Los expertos consultados registran grandes debilidades en el país respecto al acceso de las nuevas empresas a fuentes de financiación desde subvenciones públicas e inversionistas privados, hasta poder disponer de un capital propio. Señalan además, que pese a existir una buena cantidad de programas gubernamentales para apoyar el emprendimiento, los interesados no tienen suficiente información, o, no conocen todas las ayudas disponibles. Aunque reconocen los esfuerzos del Gobierno Nacional para impulsar el emprendimiento, señalan que aún existen barreras como los altos impuestos, las tasas de interés y los trámites burocráticos. África y Asia, la competencia Entre un 21 y un 24 por ciento, pese a la crisis económica mundial, ha fluctuado el indicador de actividad empresarial en Colombia en estos últimos años. Pero ya no ocupa los primeros puestos como uno de los países más emprendedores. Para el profesor de la Universidad Javeriana, Fernando Pereira, quien trabajó en el estudio GEM Colombia, el hecho se explica porque al ranking han ingresado nuevos países del norte de África y Asia Oriental. Colombia no hace parte de los países medidos por una economía impulsada por la innovación, sino por una economía impulsada por la eficiencia, donde el principal factor de generación de riqueza y de exportaciones es la intensidad de la producción, basada en el logro de economías de escala. El país se situó después de Ghana, Zimbabue, Uganda, Perú y Ecuador.