Estamos en el auge de la era digital, una época que más que caracterizarse por la aparición de nuevas tecnologías, han demostrado cómo las mismas pueden multiplicar nuestro potencial en muchos sentidos, como nuestra capacidad de aprendizaje, creatividad, curiosidad, etc. Sin embargo, no se requieren sofisticados dispositivos para que un niño desarrolle su creatividad, solo es necesario crear un ambiente atractivo y rico en estímulos para que el un niño(a) por naturaleza propia, desee explorar el mundo que le rodea. En base a este pensamiento es que el uso de las mesas de luz se están popularizando como herramienta pedagógica. En este artículo, te contamos que son las mesas de luz y cuáles son sus beneficios en pedagogía.
¿Qué es una mesa de luz?
Una mesa de luz de hecho no es nada del otro mundo, se trata de una tabla o caja con un simple sistema de retroiluminación, no muy diferente a las mesas que usan los profesionales para examinar las películas fotográficas.
Claro está, la complejidad no es aquí el factor determinante, sino la creatividad con la que se usa esta herramienta, pues las actividades con mesa de luz son más estimulantes, por ende, el potencial didáctico de esta herramienta es evidente en un contexto pedagógico, pues hace posible crear recursos pedagógicos que permiten el desarrollo de las habilidades creativas, matemáticas, lógicas, musicales y hasta científicas.
La mesita de luz como recurso pedagógico fue introducido por la reconocida pedagoga Reggio Emilia, de hecho, su trabajo en esta área dio pie a lo que se conoce como la pedagogía Reggio Emilia, un enfoque educativo que se centra en la creación de entornos educativos que faciliten en los niños el desarrollo de autoaprendizaje, habilidades creativas, aprendizaje sensorial y, en esencia, el uso del ambiente como forma de promover el desarrollo natural de las capacidades y potenciales de los niños.
Ventajas de la mesa de luz
A nivel de integración, la mesa de luz es una herramienta fácil y barata de incorporar al aula, incluso es excelente para crear un ambiente promotor del aprendizaje dentro del hogar. A nivel pedagógico, algunas de sus ventajas son:
Promueve la curiosidad: a pesar de ser una herramienta simple, promueve la curiosidad en los más pequeños y con ello, también su motivación por explorar el mundo que los rodea.
Concentración: los materiales sobre la mesa traslucida promueven el desarrollo de una buena concentración en los más pequeños, incluso, es una herramienta útil para niños y niñas con TDAH.
Favorece el desarrollo creativo: las actividades pedagógicas que se pueden hacer sobre una mesa de luz son muy variadas y pueden abordar muchos tópicos de aprendizaje, como idiomas, matemáticas, ciencia, etc., todo esto en un ambiente que prima la libertad de juego e imaginación para el aprendizaje.
Mejora el aprendizaje académico: ya sea por medio del tacto, de forma visual, sensorial, etc., las actividades didácticas en una mesa de luz permiten construir un ambiente que mejora la creatividad y habilidad de abstracción para el autoaprendizaje.