Estudiar en el extranjero es una experiencia muy distinta a ir de turista, se trata de una vía que te permitirá comprender mejor el mundo y muy posiblemente será una de las mejores experiencias de tu vida. En este artículo te contaremos algunas de las ventajas que hay en ir a estudiar al extranjero.
Verás el mundo de distinta manera: Quien no ha tendió la experiencia de vivir por un tiempo en un país diferente al de nacimiento, no suele percatarse de su propia idiosincrasia. Convivir con una cultura distinta, con diferente idioma y tradiciones nos hace ver el mundo de manera diferente.
Si vas a estudiar en el extranjero no solo estarás en contacto con una cultura distinta, aprenderás diferentes formas de pensar, distintas maneras de hacer las cosas y, en general, tendrás una variedad de experiencias que te permitirán mejorar de forma profesional y personal en una gran cantidad de sentidos.
Domina el idioma: Cuando vamos a estudiar a otro país muchos nos damos cuenta que no dominamos el idioma tan bien como quisiéramos, es que una cosa es aprender inglés de maestros que generalmente tienen el acento y ritmo de habla de nuestro país y otra cosa es entablar una conversación fluida en un idioma distinto pero que para el interlocutor es su lengua materna.
Lo mejor de esto es que la experiencia trae consigo una práctica intensiva todos los días, no te sorprendas en un momento pensar en un idioma diferente al tuyo, pues llevado un tiempo de vivir en un país con idioma diferente, esa lengua que apenas dominabas de repente parece estarse integrando en tu cerebro de una forma increíblemente natural. Todo lo anterior te da más confianza para hablar tanto en la lengua extranjera como tu lengua, piensas más rápido, estructuras tu dialogo de forma más estética, y todo esto sin duda te servirá en bastantes ámbitos de la vida.
Mejorarás tu currículum: Una persona que ha tenido la oportunidad de estudiar en el extranjero es percibida por muchas compañías como un elemento más profesional, a esto se le suma el dominio de un segundo idioma, lo cual hace que tu currículum sea más atractivo para los reclutadores, dándote mejores oportunidades de empleo.
Conocerás personas increíbles: Una de las mejores cosas de ir a estudiar al extranjero es la posibilidad de conocer personas increíblemente interesantes y, sobre todo, hacer grandes amigos en tu paso por esta experiencia. Esto además te permite aumentar tu red de contactos, con lo que incluso pueden abrirse las puertas en un futuro a conseguir un empleo temporal o fijo bien remunerado en el extranjero.
Es más sencillo de lo que parece: Estudiar en el extranjero no es un reto económico impensable, de hecho, existen muchos programas nacionales que te permiten ir a estudiar uno o dos semestres al extranjero. También puedes solicitar una beca, así como también puedes solicitar un crédito icetex para estudios en el exterior.
En general hay una gran cantidad de alianzas entre universidades, convenios, programas de crédito y becas que permiten estudiar en el extranjero ya sea por un semestre o dos de nuestra carrera, o incluso por toda la carrera. Es cosa de buscar un poco, te sorprenderás con que encontrar una oportunidad para estudiar en el extranjero es más sencillo de lo que parece.
Aprenderás a ser más independiente: Estudiar en el extranjero requiere que administremos nuestro dinero y tiempo de forma óptima, esto nos dejará más confianza para emprender nuevas cosas en tu vida, desde irte a vivir solo hasta montar una empresa, y es que una de las claves de muchas cosas no es más que tener un plan y buena disciplina para la gestión de recursos, sea tiempo, dinero, o cualquier otro recurso, la clave es saber optimizarlos.