Cuando hablamos de socios, podemos estar pensando en otras empresas pertenecientes al sector que pueden llegar a ser aliadas y que nos proporciones recursos o actividades clave para nuestro desempeño.
Para ahondar en el tema debemos hacernos la pregunta: ¿Qué define a un socio?
- Economía compartida.
- Éxito o fallo conjunto.
- Co-Desarollo o Co-Invención
- Clientes en común.
Pero ante todo esto también debemos preguntarnos, ¿Por qué tener un socio?
- Llegar más rápido al mercado.
- Producto o servicio complementario.
- Uso más eficiente del capital.
- Conocimiento de los clientes. (Experiencia)
- Acceder a nuevos mercados.
Hablaremos ahora de los Tipos de socios:
- Alianzas estratégicas: Usar a los socios para construir el producto.
- Desarrollo comercial conjunto: Tener o recoger partes de otras empresas que constituyan el producto o que hagan parte de él. Por ejemplo: Intel vende chips integrados a los fabricante de computadores.
- Reunión de competidores: Se reúnen las empresas que son competencia entre sí para hablar del mercado y sus necesidades.
- Proveedores clave:
- Proveedores subcontratados: Un tercero se encarga de una parte de la empresa, por ejemplo: Alguien que se encarga de la contabilidad, de las ventas, etc.
- Proveedores directos: Se encargan de proveer los materiales necesarios para la empresa.
- Socios de tráfico: Se encargan de gestionar los clientes para que accedan al sitio web. Normalmente son contratos a largo término.
Todo esto suena muy bien, pero debemos preguntarnos ¿Existe algún riesgo de tener alianzas?, para eso veremos Riesgos de alianzas:
- Desacoplamiento de impedancias: Siempre tener en cuenta que a la vista de las grandes empresas, los startups no son más que un pequeño punto casi invisible.
- El cronograma más prolongado de los socios se convierte en su elemento más prolongado: Los startups necesitan salir lo más rápido posible al mercado y el socio puede retrasar esto de alguna manera.
- No está claro de quién es el cliente.
- Cerciorarse de quién tiene la visión. Productos creados por consenso puede ser lo peor para un startup.
- Los objetivos propios y los del socio difieren.
- Cambios en la estrategia de los socios o el personal: Si el startup no se acopla con el cambio del socio, la relación se puede acabar.
- Asuntos de propiedad intelectual.
- Dificultad para revertir o finalizar la relación.
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