Siempre tuve en mente realizar este intercambio internacional, ya que es una experiencia muy enriquecedora para muchos ámbitos de mi vida, tanto personal como profesional. Este tipo de experiencias te ayudan a abrir tu mente, ya para explorar otras culturas hay que estar abierto a la diversidad y al cambio, lo cual no siempre es fácil. Aunque no estaba segura de dónde ir, escogí Barcelona porque es una ciudad grande y diversa, además porque las clases en TBS son en inglés, y quería retomar y practicar un poco el idioma.
Tenía muchas expectativas, primero que todo, conocer Europa, por lo que decidí hacer un tour por un mes antes de empezar clases en septiembre. En este mes conocí las ciudades principales como París, Niza, Bruselas, Ámsterdam, Berlín, Viena algunos países de Europa del Este como Hungría, República Checa, y finalmente estuve en Italia, un país que me encantó, pienso que su arquitectura y gastronomía son de admirar y estar allá fue de verdad encantador.
Cuando llegué a Barcelona el 30 de agosto, todo se sintió diferente, aunque estaba con mi prima con la que hice el viaje, había llegado a la “realidad” y fueron casi 5 días de en los que sentí nostalgia por mi familia y mi vida en Cali. Sin embargo, con otra amiga de Icesi que también vino a estudiar a TBS nos dedicamos a conocer la ciudad y poco a poco nos acostumbramos al ritmo de vida, usar el metro, encargarse del apartamento, entre otras cosas. En la universidad el 90% de mis compañeros vienen de todas partes del mundo, por lo cual nos comunicamos en inglés, pero tener la posibilidad de hablar español en la calle es como un descanso porque de alguna manera te sientes más en casa.
En general, la universidad es buena, las clases son muy prácticas y dinámicas y el horario no es tan pesado como en Icesi. Lo que más me gustó es haber conocido personas de muchos lugares de Europa, África y Asia, ya que tenía compañeros de Francia, Noruega, Egipto, Marruecos, Grecia, China…también colombianos y venezolanos, esto me parece una gran oportunidad para conocer otras culturas. Algo que me sorprendió es que los colombianos somos muy reconocidos, no solo por cosas como narcotráfico, pero sí por la gastronomía, la música, muchos de mis compañeros habían visitado nuestro país y otros incluso quisieran hacer la práctica acá.
En general, Barcelona es una ciudad muy dinámica, es moderna y tiene una arquitectura muy diferente, siempre encontrarás algo para conocer o hacer en esta ciudad, ir a uno de sus tantos miradores, ir a caminar por Barceloneta, también encuentras gastronomía de todas partes del mundo, y claro, la comida española como sangría, tapas, paella. Además, al ser una ciudad principal, está muy bien comunicada, por lo que tuve la oportunidad de conocer más lugares como Marruecos (una experiencia increíble), Suiza, y también pude volver a Italia. Así que no me arrepiento de haber escogido Barcelona para realizar mi intercambio, sé que sentiré tristeza al irme, porque ya me siento como mi casa.
