Boletín de prensa # 546 Álvaro José Rodas Morales tiene 18 años, es estudiante de cuarto semestre de Medicina de la Universidad Icesi beneficiario del programa “Ser Pilo Paga”, oriundo de Roldanillo, norte del Valle del Cauca. Sueña con ser médico y crear la fundación “Ángeles de Vida” para ayudar a personas de escasos recursos. Por poco una enfermedad en primer semestre lo hace abandonar su carrera. Conoce su historia. Pilo_Icesi_ Medicina Estudiar Medicina no fue una decisión fortuita, lo soñaba desde que estaba en quinto de primaria. La salud era su pasión. Tanto que con solo 13 años empezó a hacer parte de la fundación E.R.R.E (Equipo Regional de Rescate y Emergencia) de Roldanillo, donde para entrar tuvo que hacer un curso y presentar un examen. El requisito era obtener más de 7 puntos de un máximo de 10. Álvaro obtuvo 9,5. También estuvo en la Cruz Roja y Defensa Civil. Fue voluntario haciendo turnos de apoyo en el servicio de urgencias del Hospital Departamental San Antonio de Roldanillo, teniendo sus primeros contactos con pacientes y algunas bases médicas. Cada vez le apasionaba más la medicina. Álvaro siempre ha vivido con su mamá y su abuela. Es hijo y nieto único. Su padre es un militar pensionado quien no se preocupó mucho por él cuando estaba pequeño. Al tener cuatro meses de nacido, sus padres se separaron. Sin embargo, ahora asegura Álvaro, tiene una buena relación con su papá. Históricamente Roldanillo ha sido un municipio violento, afectado por las disputas políticas y de narcotráfico. Hubo algo que a Álvaro y a su familia los marcó considerablemente. Tres artefactos explosivos fueron activados al frente de su casa, rompiendo ventanas y puertas. El miedo se apoderó de ellos y tuvieron que irse a vivir a Sevilla donde duraron dos años, para después regresar a su pueblo natal. Álvaro siempre se destacó por ser buen estudiante. Obtenía buenos promedios cada periodo. A pesar de que tuvo que cambiar de colegio y de ciudad por la seguridad de su familia, nunca perdió el rumbo. Al regresar a Roldanillo, se graduó de bachillerato en la Institución Educativa Nuestra Señora de Chiquinquirá. La beca “Ser Pilo Paga” sería el premio a su esfuerzo. Que su hijo quisiera estudiar Medicina era algo que a la mamá de Álvaro le preocupaba por ser una carrera costosa y además porque estaba desempleada, sin embargo, le decía que como sea él iba a estudiar lo que le gustaba. Y así fue. Cuando se dio cuenta que tenía la beca, al siguiente día Álvaro se inscribió de inmediato en la Universidad Icesi donde él soñaba estudiar, y a los pocos días lo llamaron para decirle que había sido admitido. El sueño empezaba a hacerse realidad, pero las cosas no iban a ser fáciles.
“Escogí la Universidad Icesi por el pensum de su programa de Medicina con un ciclo básico en pocos semestres y contacto con pacientes desde temprano, integrando teoría con práctica y su convenio con la Fundación Valle del Lili y otros hospitales que permite ver diferentes realidades”.
Tuvo que trasladarse a Cali para empezar sus estudios. Para él resultó un gran cambio que conllevó a un proceso de adaptación. En su pueblo podía ir caminando para llegar a algún lugar, mientras que en la ciudad le tocaba coger bus para trasladarse. Además iba a vivir solo sin su mamá y su abuela con quienes vivió toda su infancia y parte de adolescencia. Pero se acogió rápido. DSC00254
“En el primer semestre hubo materias que me causaron problemas. Pero mi clave fue dejar de preocuparme más por las notas que por aprender. Eso era algo que me estaba atormentando. Fui descubriendo cuáles métodos de estudio eran efectivos para mi con la ayuda que la Universidad nos brinda a los beneficiarios de Ser Pilo Paga, por ejemplo, en vez de leerme un libro completo, entendí que era mejor ver videos, gráficos e investigar, y eso es algo de lo que Icesi enseña con su aprendizaje activo. A medida que van pasando los semestres uno se va perfeccionando. No hay que desesperarse en primero, es cuestión de adaptarse”.
Adicionalmente, ese primer semestre una enfermedad apareció de la nada, y por poco trunca su sueño de ser médico. Álvaro empezó a tener cuadros de hipertensión con episodios que le generaban graves molestias. Estuvo incapacitado un mes, durante el que no pudo asistir a clases, sin embargo, no se dio por vencido, se recuperó y superó el semestre. Mientras estaba en la clínica aprendía con los médicos que lo atendían, convirtió la sala de urgencias en un salón de clases. Desde ya sueña con especializarse en Anatomía y Fisiología. “El cuerpo humano no funciona porque sí, es como una máquina donde varias partes se articulan para que funcione, y esto es realmente apasionante. Los médicos son como los ingenieros del cuerpo humano”, asegura Álvaro. También le prometió a su abuela que cuando sea un médico profesional, creará “Ángeles de vida” una fundación de ayuda médica que preste servicios a un sector de escasos recursos de alguna ciudad en Colombia. Sueña con luchar contra un mal sistema de salud que por supuesto, él y su familia también han padecido. Este futuro médico se caracteriza por ser un líder humano y social, tiene muy buena memoria, es tranquilo y habla fluido. En sus escasos cuatro semestres, fue elegido miembro del Consejo Estudiantil de la Universidad Icesi y escogido también representante de actividades ante la IFMSA (Internacional Federation of Medicals Students Asociation). Ha sido parte del Proyecto Social de Bienestar Universitario en el programa “Universidad Posible” donde ha dado clases de Biología a jóvenes caleños de escasos recursos para prepararlos para el Icfes y de la Asociación de Estudiantes de Medicina de Icesi. Además, ha estado en clases de técnica vocal y voleibol. Le encanta la música, leer y escribir. “Me gusta Icesi porque es una Universidad que te acompaña en todo. Es muy exigente pero nunca te deja solo. Se preocupa no solamente por la parte académica sino también porque estés bien de salud y anímicamente. Icesi es Universidad que te hace integral”.