Boletín de prensa # 558

La Universidad Icesi lamenta profundamente el fallecimiento de Germán Holguín Zamorano, uno de sus Fundadores más recordados y quien entregó parte de su fructífera y valiosa vida a la lucha por la salud pública y la educación. Holguín Zamorano, nacido en Cali y graduado como abogado y economista, falleció el 13 de diciembre del presente año, a los 83 años en Bogotá.

Hoy recordamos apartes de una entrevista realizada por la Oficina de Comunicaciones de la Universidad Icesi, para el aniversario número 30, en la que, con gran emoción, recordaba cómo fue el nacimiento de esta Universidad que fue otra parte de sus pasiones desde que estaba en la Dirección del Instituto Colombiano de Administración –Incolda Cali-, ya que consideraba que era el futuro lógico de esta institución “Incolda fue fundada a fines de los 50 para atender una necesidad sentida del sector empresarial colombiano y la profesionalización de la gerencia en sus distintos niveles. Y esa tarea se cumplió a cabalidad durante varios años, a través de cursos de capacitación en disciplinas específicas, dirigidos a los diferentes niveles de la organización”, comentó el doctor Holguín en el 2009.

El doctor Holguín Zamorano también recordó que con el paso de los años, empezaron a vincularse a las empresas numerosos profesionales egresados de las mejores escuelas de administración e ingeniería del mundo, viendo así la necesidad de cerrar las puertas de Incolda y orientar una nueva organización hacia programas formativos, sin abandonar, el frente de capacitación. “En Incolda, cuando se tomó conciencia de esta situación, dimos tres pasos trascendentales: el primero, promovimos bajo la orientación luminosa de Peter Drucker y Roderick O´Connor y la coordinación de Reinaldo Scarpetta, el programa de Magíster en Administración de la Universidad del Valle, por el que pasaron los gerentes más destacados de la región, empezando por el líder nato, Manuel Carvajal, quien dio el ejemplo de volverse estudiante por alrededor de dieciocho meses. En Incolda se fraguó la evolución conceptual que determinó el crecimiento de la industria vallecaucana del último cuarto de siglo”, aseguró.

El segundo paso, fue organizar en Incolda, a la sombra del programa de Magíster, programas de especialización, de un año de duración, en Finanzas, Mercadeo, Producción y Relaciones Industriales, por los que pasaron los colaboradores de los gerentes alumnos del Magíster, a lo que se le sumó un gran esfuerzo académico integrado fueron los profesores Hans Picker, Sergio Muñoz, Alberto Guitis, Miguel Bernal y Luis Arturo Fuenzalida, a quienes rinde tributo de gratitud y cariño perenne, para finalmente llegar al tercer paso, que era promover a Icesi, como la Universidad de Incolda “Icesi vino a ser la síntesis perfecta de dos sueños: formación y capacitación de nuestra gente”, puntualizó el doctor Holguín Zamorano.

El doctor Germán Holguín, también rememoró en dicha entrevista, que Icesi se gestó en su casa, que en ese entonces estaba situada en Ciudad Jardín, muy cerca de la sede actual de la Universidad, “Allí nos reunimos durante muchos meses, semana tras semana, a madurar la idea y darle forma académica, varios amigos. Si la memoria no me falla, creo que el grupo gestor lo conformamos Alberto León, quien fue el primer Rector, Alfonso Ocampo, quien fue designado Rector a la muerte prematura del “gran Alberto”, Frank Maiguashca, primer Vicerrector, Jorge Enrique Botero, Miguel Londoño, Jorge Morales, Jaime Orozco, Óscar Varela y yo. También Lucrecia Cruz y María del Mar Ravasa, funcionarias de Incolda, quienes nos daban todo el soporte de seguimiento. Luego, se incorporaron al grupo Juan Martin Caicedo, Adolfo y Alfredo Carvajal, Jorge Durán Castro, Francisco Gensini, Guillermo Orozco y Juan María Rendón. En todo momento contamos con el apoyo de la Junta Directiva de Incolda Cali y de sus expresidentes Alfonso Arango Jaramillo y Alberto José Carvajal. Un maravilloso equipo multidisciplinario, al que unía un solo ideal: crear la universidad de la empresa privada, con el encargo de formar, con criterio de excelencia, los hombres y las mujeres que las compañías requieren para su desarrollo con responsabilidad social. Haciendo honor a la máxima “druckeriana” de que “no puede haber una empresa sana en medio de una comunidad enferma”, comentó.     

Germán Holguín, aseguró que los fundadores de Icesi, siempre la concibieron como un Instituto Universitario,  especializado en Administración y ciencias afines, con una población estudiantil muy limitada y con un cuerpo de profesores de alta excelencia académica, concepción que se mantuvo mientras estuvo en la Presidencia del Consejo Superior (1979-1998) y que luego fue modificada parcialmente, para bien de la institución y del país, “Hoy estamos frente a una Universidad ejemplar, orgullo de los cientos de personas y organizaciones que en una u otra forma han contribuido a su creación y consolidación”, aseguró.      

Holguín Zamorano, renunció a la Presidencia del Consejo Superior de la Universidad Icesi en 1998, para entregarle las banderas al doctor Henry Eder, Francisco Barberi y Francisco Piedrahita, “Gracias a ellos, avizoro y auguro para la institución un futuro promisorio. Este es mi sueño”, finalizó.

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De su vida y obra también se destaca su contovertida, pero muy reconocida y valiosa actividad, que según el diario El Espectador: "le torció el camino a las grandes firmas farmacéuticas en el Congreso de Estados Unidos por que logró que se transformara una parte de los contenidos del tratado de libre comercio, ya firmado, que pretendía alargar el monopolio de sus patentes. Documentó y denunció las diversas formas en las que las multinacionales de medicamentos bloquean el acceso a medicamentos genéricos más baratos. Fue un visionario en encontrar el vínculo de la defensa del medio ambiente y el acceso a medicamentos, mediante reducción del desperdicio".

Creó alianzas y lazos duraderos de amistad y de trabajo, como el Comité para la Veeduría Ciudadana en Salud. Un grupo que incluye a la academia (El Centro de Información de Medicamentos de la Universidad nacional), a un gremio médico (El Observatorio de Medicamentos de la Federación Médica Colombiana), a una ONG especializada (la Fundación IFARMA) y a la Iglesia Católica, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia, con Misión Salud a la cabeza, por supuesto. El Comité libra batallas valientes por evitar que las patentes en Colombia pongan en riesgo la vida de los colombianos. Liderada por Germán, esta Veeduría en Salud, como se le conoce en el medio, logró la reducción más grande de precios en un medicamento para la leucemia y en otro para el VIH e intenta que pase algo similar con los ultra-caros medicamentos para la Hepatitis C.