Boletín de prensa # 607
La agricultura es uno de los sectores que de aprobarse el fin del conflicto armado en Colombia, espera mayores recursos para aumentar su competitividad.
Nelson Caicedo, jefe del Departamento de
Ingeniería Bioquímica de la
Universidad Icesi, opina sobre los retos que tendrá el agro en el posconflicto.
Nelson Caicedo Ph.D en Ingeniería de Bioprocesos de la Universidad de Bremen en Alemania y docente del programa de
Ingeniería Bioquímica de la
Universidad Icesi, participó del especial de paz realizado por el
Diario La República el pasado 25 de agosto de 2016, en el artículo
“la agricultura espera recursos para aumentar la competitividad” donde opina junto con otros académicos del país sobre la importancia de que en el posconflicto, este sector obtenga mayor relevancia.
Reconociendo que la agricultura es uno de los sectores más afectados por el conflicto armado es claro que es uno de los que requiere mayor inversión para su recuperación. Bajo esta la premisa, La República habló con expertos sobre qué le espera al sector en el posconflicto.
Según el Jefe del Departamento de Ingeniería Bioquímica de Icesi, “es preciso que se logren apoyos gubernamentales efectivos orientados entre otros a: un alto nivel de tecnificación en toda la cadena de valor de la producción agrícola, diversificación de los cultivos, esquemas de sostenibilidad y fomento de la agricultura orgánica”.
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Nelson Caicedo, jefe del Departamento de Ingeniería Bioquímica de Icesi.[/caption]
Además, para Caicedo,
“el sector agrícola representa la actividad económica más relevante en el país. El punto es ¿qué tipos de modelos agrícolas son los que se van a implementar? Luego de tantos años de dificultades y de conflicto, ¿aprendimos las respectivas lecciones o diseñamos esquemas de desarrollo sostenible apropiados para el contexto nacional? Estamos en el momento preciso de sentarnos a construir y visualizar conjuntamente el rol del agro en el posconflicto como herramienta de una paz duradera. Teoréticamente, los potenciales del sector agrícola en una sociedad se incrementan significativamente en un escenario de paz, pero para que estos se concreticen se requiere de la participación interdisciplinaria e intersectorial para jalonar la agroindustria a un lugar donde sea un verdadero polo para el fomento del desarrollo socio-económico del país. Un ejemplo de esto podría ser una alineación estratégica con la Política de Producción más Limpia y el Plan Estratégico de Mercados Verdes en la que se promueva modelos agrícolas integrales adaptados a las condiciones sociales, económicas y ambientales actuales”.
Agrega que
“el principal reto de la agricultura en esta nueva era de posconflicto tiene que ver con poder lograr articularse como un modelo de desarrollo económico y social. Para esto, es importante pensar el sector agrícola más allá de sólo como productor de materias primas básicas. Desde otras disciplinas es posible generar y diseñar procesos de transformación de éstas que permitan una mayor valorización y participación global en los mercados verdes y de consumo sostenible. De igual forma, el sector de la agricultura orgánica en el país debería poder lograr incrementarse de manera importante. El uso sostenible de algunas frutas tropicales nativas de Colombia también está en el foco de posibilidades a explorar a través de emprendimientos de nuevos e innovadores negocios. Lo anterior sería también una atractiva alternativa de desarrollo para sector agro-industrial”.
Más informes: Nelson Caicedo, jefe del Departamento de Ingeniería Bioquímica,
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Bryan Rebellón, Comunicador de Contenidos – Mercadeo Institucional,
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